El VAR protagonista del final de Liga: ¿los criterios no están bien definidos o hay una mano negra?
Tres jornadas quedan para saber quién ganará la Liga: Atlético de Madrid, Real Madrid o FC Barcelona. El Sevilla queda descartado.
Atlético y Barça empataron a cero el sábado. Mereció más el conjunto de Simeone, pero las paradas de Ter Stegen y la falta de puntería atlética dejaron en 0-0 el marcador.
El domingo, el Real Madrid y el Sevilla empataron 2-2. Los dos equipos necesitaban la victoria y el encuentro tuvo todos los ingredientes para recabar la atención de los aficionados.
Se disfrutó de un partido con ritmo con dos equipos entregados al ataque, sin especular, presión alta, ocasiones de gol y jugadas polémicas.
Pero de lo que se habla es de un tal Martínez Munuera y un tal González González. ¿Quiénes son? Pues los árbitros encargados de impartir justicia. Uno en el terrero de juego y el otro en el famoso VAR.
Este sistema apoyado en la tecnología llegaba al fútbol para impartir justicia y ayudar a los árbitros, pero en España cada día trae más polémica. ¿Por qué? Pues depende de con quien hables y de cómo le va el partido te dirá si está siendo beneficioso o no.
El domingo se les hizo la misma pregunta a los dos entrenadores: “¿Usted conoce y tiene claro los criterios para sanciona manos dentro de área?” La contestación de los dos entrenadores fue que no. Cada semana el VAR aplica diferentes criterios para jugadas similares. Lo que una semana es analizado por el VAR y se reclama la atención del arbitro de campo para pitar penalti, pues la semana siguiente ya no es así. El tema de las manos no está nada claro. La voluntariedad ya no se cuestiona, ya que ningún jugador quiere cometer penalti. La forma natural de saltar para unos es de una manera y para otros de otra. Ocupar espacios con los brazos tiene mucho que ver a la hora de señalar o no penalti. Los rebotes, pues depende. La norma dice que si viene de un rebote no es mano.
Pero a Militao le da en el hombro y luego en la mano. Pero es que ocupa un espacio el brazo. ¿Y cómo se salta sin impulsarse con los brazos? Puede haber intención de ocupar espacio. Pero si está de espaldas, ¿cómo va a haber intención?
¿Y la mano del Felipe en el derbi? ¿Y la de Ramos no señalada contra el Eibar? ¿Y otras muchas innumerables que nos parecen idénticas y se arbitran de diferente forma?
La realidad es que en Europa no hay estos problemas, por lo menos en Champions. En España ni jugadores, ni entrenadores, ni presidentes saben cómo funcionan la norma porque cuando creen haberla entendido la siguiente semana se pita lo contrario. (Los aficionados igual). Se duda de las imágenes que se aportan para el VAR, se duda de que se obvian jugadas que después otras televisiones sacan. Se duda de la Liga de Fútbol Profesional, del calendario y de los horarios de los partidos. Se duda del estamento arbitral. De sus designaciones. De sus ascensos y descensos.
Este año parece que los errores han perjudicado más al Real Madrid. ¿O no? Y la “Superliga” va en contra de la Federación, de la Liga, de la UEFA. Pues señores, con tanto adelanto seguimos teniendo los mismos problemas que hace cuarenta años. Hay mucha polémica arbitral. A lo mejor es que siguen los mismos, con tecnología, pero los mismos.
¿La Liga de Fútbol Profesional será profesional? ¿Lo mismo que los árbitros y los mandatarios de la Federación? ¿La Superliga solucionaría esto y acabaría con el chollo de algunos?
Para un día que se ve un buen espectáculo de fútbol no se habla de Bono y sus paradas, de Benzema y cómo hace jugar a su equipo, de la presión alta del Sevilla que ahoga al Madrid, de las subidas por banda de Jesús Navas, de la labor sorda pero necesaria de Fernando o del buen partido de un joven del Madrid como Miguel Gutiérrez. Hablamos de manos y más manos en diferentes partidos y de diferentes formas.
¿No será que algunos buscan protagonismo? Lo mismo hay una mano negra. El caso es que se están cargando el futbol. El gran partido de fútbol del domingo entre el Real Madrid y el Sevilla CF quedó eclipsado por las decisiones arbitrales.
