Emiratos lanza una gran plataforma tecnológica de defensa
Emiratos Árabes Unidos (EAU) ha presentado en sociedad EDGE, su nueva plataforma tecnológica de defensa; se trata de uno de los sistemas de industria de defensa más desarrollados de Oriente Medio con la vista puesta en el nuevo tablero donde se desarrollan los conflictos actuales, vinculado a la denominada ‘guerra híbrida’.
El jeque Mohamed bin Zayed al-Nahyan, príncipe heredero de Abu Dhabi y subcomandante supremo de las Fuerzas Armadas de Emiratos, dio a conocer EDGE; una nueva entidad que se erige en el conglomerado de defensa más grande del país y uno de los más destacables del Golfo destinado a mantener la seguridad nacional en la nueva era en la que vivimos, marcada por un escenario que supera ya al paradigma de los conflictos tradicionales.
Faisal al-Bannai, director ejecutivo de EDGE y antiguo director gerente de la empresa de ciberseguridad emiratí DarkMatter, acompañó a Mohamed bin Zayed en la comitiva oficial de presentación y dio detalles sobre lo que supone este nuevo formato de la industria de defensa emiratí. “EDGE es una compañía de defensa única en su tipo”, indicó Al-Bannai, quien hizo referencia a la necesidad de la implantación de esta iniciativa debido a la evolución de las guerras actuales, que se desarrollan en diferentes campos, más allá del esquema tradicional conocido. “Esta es una nueva compañía de tecnología avanzada. Nuestra misión es simple, llevar tecnologías y servicios avanzados al mercado con gran velocidad y eficiencia”, explicó el director de EDGE.
El novedoso concepto del que se lleva cierto tiempo hablando en este sector es el de la ‘guerra híbrida’, nuevo marco en el que se disputan batallas asociadas al ámbito del ciberespacio y las nuevas tecnologías.
Lucas Martín, teniente coronel del Ejército español y jefe del Grupo de Obtención por Sistemas Terrestres del Regimiento de Inteligencia, ha explicado a Atalayar en qué se basa este nuevo concepto de ‘guerra híbrida’, del que se lleva hablando ya unos diez años.
Este nuevo término está integrado por diversos factores que tienen una gran importancia en el devenir de cualquier conflicto bélico. La ‘guerra híbrida’ se compone de diversos elementos como el apoyo al descontento social que pueda haber en el seno del rival, la propaganda y guerra de información, la diplomacia, los ciberataques, la guerra económica, el empleo de fuerzas irregulares, regulares y fuerzas especiales, y el uso de herramientas de guerra convencional y no convencional.
"La ‘guerra híbrida’ es una guerra total, es sistemática, perdurable en el tiempo, no se sabe ni cuándo empieza, ni cuándo acaba, y es sincronizada. Las acciones están perfectamente coordinadas empleando todos los instrumentos de poder", ha indicado a nuestro medio Lucas Martín, para quien “la guerra antes era mucho más fácil y sencilla, y hoy es mucho más complicada”. Según el teniente coronel, actualmente los conflictos se producen entre actores internacionales y no solo entre Estados como tal, como se demuestra con los actuales grupos terroristas yihadistas, por ejemplo.
Aquí juegan un papel preponderante los servicios de inteligencia y los nuevos desarrollos tecnológicos. “En este contexto, la labor de inteligencia de un país es fundamental”, ha apuntado Lucas Martín. Para el jefe del Grupo de Obtención por Sistemas Terrestres del Regimiento de Inteligencia, es vital analizar todo tipo de información y convertirla en una herramienta más para la inteligencia. Mientras, las nuevas tecnologías sirven en este campo para atacar diversos sistemas del rival como el económico, el social o el político.
Una de las manifestaciones de la ‘guerra híbrida’ hoy en día es la vinculada con el ciberespacio, donde un Estado o grupo terrorista, por ejemplo, “puede intentar explotar las debilidades de los sistemas de defensa de un objetivo”. La principal ventaja del ciberespacio es el anonimato y la dependencia de los ciudadanos de las redes sociales, que, a su vez, están muy relacionadas con la amenaza del ciberespacio. En palabras de Lucas Martín, “la interdependencia de las nuevas tecnologías es una gran vulnerabilidad”. Existen muchos tipos de ataques: los masivos (que tienen la capacidad de dejar inoperativo un sistema de un país, como el eléctrico o el de comunicaciones) y relacionados con ataques de virus informáticos o códigos maliciosos.
Todo esto, según Lucas Martín, se combate con “un esfuerzo desmedido en el campo de la inteligencia, la única forma de atajar estas amenazas”. “La labor de inteligencia tiene que identificar puntos blandos y debilidades propias”, ha apuntado a Atalayar.
En este nivel se desenvuelve por lo tanto el nuevo sistema defensivo de EAU, en el que se estima que llegarán a trabajar hasta 12.000 personas y que está integrado por hasta 25 compañías estatales y privadas que ejercen su labor en cinco grupos diferenciados; todo ello con el principal reto de afrontar eventuales ofensivas cibernéticas y tecnológicas, incluso las relacionadas con drones, muy en boga en la actualidad, sobre todo tras los recientes ataques perpetrados por las milicias hutíes (grupos chiíes patrocinados por Irán que actúan en la guerra de Yemen) contra intereses petroleros y aeroportuarios en Arabia Saudí (gran referente de la rama suní del islam, enemigo de Irán y socio preferente de Emiratos).
Aunque Faisal al-Bannai ha explicado que el desarrollo de EDGE no responde directamente a lo acaecido en territorio saudí tras los ataques con drones sobre instalaciones de la petrolera estatal Saudi Aramco y el aeropuerto de Abha. El director ejecutivo de EDGE aclaró que la nueva compañía se dedicará a asistir rápidamente al Ejército emiratí en Oriente Medio mediante el empleo del software y hardware necesarios para repeler amenazas regionales.
Sobre el nuevo sistema defensivo, Al-Bannai también remarcó al medio estadounidense CNBC que entre los objetivos de EDGE están asegurar que EAU tiene la capacidad soberana de protegerse por sí mismo y que puede desarrollar su economía del conocimiento para “cuando el último barril de petróleo se acabe”.
