El diplomático emiratí Ali Abdullah al-Ahmed reseñó que este centro musulmán representa un legado histórico para la civilización humana

Emiratos participa activamente en la recuperación de la mezquita de Al-Nuri

photo_camera PHOTO/AFP - Vista de la destruida mezquita de Al-Nuri en la ciudad vieja de Mosul, el 23 de abril de 2018

El embajador de Emiratos Árabes Unidos (EAU) en Francia y delegado permanente ante la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés), Ali Abdullah al-Ahmed, destacó la importancia del proyecto en el que participa el país del Golfo para la restauración de los monumentos de la ciudad de Mosul, en Irak; dentro de los cuales destaca sobremanera la Gran Mezquita de Al-Nuri y su minarete de Al-Hadba.

En una entrevista concedida a Radio Monte Carlo Doualiya, Al-Ahmed declaró que esta iniciativa comenzó en 2018 como parte de los planes para reconstruir la ciudad de Mosul tras la actividad destructiva del grupo terrorista Daesh en la zona, y que existe un Comité Directivo Conjunto formado por 16 miembros que representan al Gobierno de Irak y a las autoridades competentes de este país de Oriente Medio, a la UNESCO y a otros expertos enfocados en el asunto. El diplomático indicó que el proyecto consta de varias etapas que serán coordinadas entre la UNESCO y Emiratos, representado por el Ministerio de Cultura y Desarrollo del Conocimiento, con la participación del Ejecutivo iraquí.

El embajador de EAU en Francia y delegado de la UNESCO destacó también que la mezquita representa un legado cultural e histórico de la civilización humana en su conjunto, no solo para los musulmanes. 

Ali Abdullah al-Ahmed reseñó que el proyecto también incluye la restauración de otros dos centros religiosos; en concreto, la iglesia de Al-Saa’a y la iglesia de Al-Tahira, que se construyó a finales del siglo XIX y que es considerada parte importante del patrimonio histórico de Irak. 

Este proyecto de cinco años de duración, por valor de 50,4 millones de dólares, también envía un mensaje a los jóvenes iraquíes con el lema de esperanza llamado ‘Hacia un futuro mejor’.

Emiratos Árabes Unidos e Irak emprendieron un esfuerzo conjunto para reconstruir la Gran Mezquita de Al-Nuri de Mosul y su emblemático minarete inclinado

La Gran Mezquita de Al-Nuri se convirtió en un edificio representativo de la ciudad iraquí de Mosul, conocida por su minarete inclinado. Su construcción se remonta a la segunda mitad del siglo XII, y fue destruida el 21 de junio de 2017 por los yihadistas de Daesh, que hicieron explotar la mezquita y el propio minarete.

Desde este templo islámico lanzaba sus proclamas el líder de Daesh Abu Bakr al-Baghdadi, muerto a finales de octubre de 2019 en una operación del Ejército de Estados Unidos contra el grupo Hurras al-Din (Guardianes de la Religión), vinculado al propio Daesh y a Al-Qaeda, en la aldea de Barisha, en Idlib, al noroeste de Siria.

Precisamente, fue en la Gran Mezquita de Al-Nuri donde el líder yihadista se proclamó gobernante sobre los territorios que entonces dominaba la formación terrorista en Siria e Irak.

Este proyecto de cinco años de duración, por valor de 50,4 millones de dólares, envía un mensaje a los jóvenes iraquíes con el lema ‘Hacia un futuro mejor’

La mezquita había sido lo más representativo de Mosul durante siglos. Un raro y escorado minarete conocido como ‘el Jorobado’ se convirtió en el símbolo de la ciudad iraquí durante casi 900 años, hasta que fue destruido por Daesh. Tras haber sobrevivido a más de ocho siglos de invasiones y conquistas, sucumbió finalmente ante la organización yihadista el 21 de junio de 2017, el mismo año en que el grupo terrorista fue derrotado en suelo iraquí por las fuerzas internacionales dirigidas por Estados Unidos. Este minarete de ladrillo de 45 metros de alto se había cernido sobre la antigua ciudad al noreste de Irak desde el año 1172, cuando se construyó junto a la mezquita y madrasa (escuela religiosa) de Al-Nuri bajo las órdenes de Nur al-Din Mahmoud Zangi, líder famoso por sus victorias contra los cruzados.

El peculiar ángulo de inclinación del minarete le dio el nombre de ‘Al-Hadba’, o ‘el Jorobado’, en el siglo XIV. Una tradición local sugería que adquirió esta inclinación al hacer una reverencia ante Mahoma cuando el profeta ascendía al cielo.

Esta fotografía tomada el 10 de agosto de 2019 muestra una vista del lugar dañado de la Gran Mezquita de Al-Nuri en Mosul, devastada por la guerra en Irak, y la base del minarete inclinado Al-Hadba destruido

Aunque Al-Hadba formaba parte de un complejo arquitectónico religioso islámico, el minarete era la personificación imperfecta y querida de Mosul para todos los residentes de una ciudad con una diversidad impresionante, la cual ha acogido a asirios, cristianos, yazidíes y kurdos. Después de que Daesh tomase Mosul en junio de 2014 y proclamase en ese año su califato en la zona inició una campaña de destrucción del antiguo legado de la ciudad y de sus alrededores, incluyendo Nínive, Nimrud y la tumba del profeta Jonás. Finalmente, en 2017 Daesh fue oficialmente derrotado en territorio iraquí, y en 2018 dio comienzo el valioso proyecto de reconstrucción del patrimonio, que incluye también la Gran Mezquita de Al-Nuri, como no podía ser de otra manera. 

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