El partido islamista tumba la propuesta del primer ministro Elyes Fakhfakh

Ennahda, principal fuerza en el Parlamento, rechaza el gobierno propuesto en Túnez

PHOTO/KHALED NASRAOUI - El Parlamento de Túnez, en una imagen de archivo

El partido islamista Ennahda, principal fuerza en el Parlamento, mostró su rechazo ante la propuesta del primer ministro designado, Elyes Fakhfakh, en la que excluye a una mayoría de partidos para la formación del próximo gobierno y aseguró estar preparado ante todos los escenarios posibles, incluido el de las elecciones anticipadas. El presidente del Consejo de la Shura- órgano rector del movimiento-, Abdelkrim Harouni, invitó a Fakhfakh a "extender" las consultas con los diferentes bloques parlamentarios para ofrecer una mayor "cintura" política y lograr así un gobierno de unidad nacional. "El jefe de Gobierno no debería sacar provecho de la popularidad del presidente de la República sino ganar su popularidad en el Parlamento si logra convencer a la mayoría de darle su voto de confianza", declaró Harouni, que recordó que "su papel no es elegir quién está en la oposición", afirmó.

El pasado viernes el responsable anunció su intención de negociar exclusivamente con aquellos partidos basados en los valores de la revolución de 2011, que puso fin a dos décadas de la dictadura de Zine El Abidine Ben Ali, y defendió una línea política "coherente" con los resultados electorales. En la mesa de diálogo estarán presentes Ennahda, ganador de las legislativas de octubre; Tahya Tounes, del primer ministro en funciones Yousef Chahed; el sociodemócrata Attayar, y el nacionalista árabe Echaab. Mientras, el Partido Desturiano Libre (PDL), integrado por los nostálgicos de la dictadura, y el recién creado Corazón de Túnez, la segunda formación más votada fundada por el polémico hombre de negocios Nabil Karoui, permanecerán en la oposición. Fakhfakh fue designado la pasada semana por el presidente Kais Saied y deberá presentar su propuesta de gobierno en el plazo de un mes si se quiere evitar una repetición electoral. Dos días después de su designación, el político dimitió de su partido, el socialdemócrata Ettakatol, del que formaba parte desde 2011, para evitar toda "desestabilización".

Su antecesor, Habib Jemli, designado por Ennahda, apenas logró el apoyo de 72 de los 200 diputados, muy lejos de los 109 requeridos. Ante esta situación, inédita en la historia reciente de Túnez, el nuevo presidente, Kais Said, asumió de nuevo sus atribuciones, invitó a los diversos bloques parlamentarios a presentar sus propuestas, y se reunió con numerosas personalidades. Fakhfakh, de 47 años de edad, originario de la capital, ocupó la cartera de Turismo durante el gobierno de transición que encabezó Ennahda, cuya mayoría parlamentaria es esencial para lograr la confianza de la Cámara.

Antes de su entrada en política, que se produjo durante la revolución que puso fin a dos décadas de dictadura de Zinedin el Abedin Ben Ali, ejerció de director de operaciones del grupo petrolero francés "Total" y como director general de una compañía automovilística. Concurrió en la primera vuelta de las pasadas elecciones presidenciales de septiembre en la que obtuvo tan sólo el 0,34% de los votos. En caso de que su gabinete no obtenga la aprobación parlamentaria, el mandatario deberá disolver la Cámara y convocar nuevas elecciones, que dilatarán aún más la aplicación de las reformas urgentes que necesita el país para salir de la grave crisis económica que atraviesa.

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