El Gobierno de Ankara celebra la 15 edición de IDEF, el gran escaparate de su enorme y poco conocido sector de defensa con el que España busca estrechar lazos

Erdogan exhibe en Estambul el poderío de la industria militar de Turquía

PHOTO/IDEF - De las 1.238 compañías representadas en IDEF’21, 536 pertenecen al tejido industrial militar público y privado turco. Es patente la ausencia de las grandes empresas norteamericanas y europeas fabricantes de sistemas de armas

Turquía es una potencia regional emergente que bajo el timón del presidente Recep Tayyip Erdogan está decidida a desempeñar un papel relevante en la esfera internacional del presente y también del futuro. Una de las piezas de ajedrez de Ankara en el tablero geoestratégico es que cuenta con un enorme sector industrial militar nacional que alimenta y mantiene operativas sus poderosas fuerzas terrestres, navales, aéreas y de seguridad. 

Con la intención de exhibir las principales novedades y productos de éxito de la industria de Defensa turca, desde 1993 y con carácter bienal se organiza la Feria Internacional de la Industria de Defensa de Turquía (IDEF), que el año en curso celebra su decimoquinta edición. IDEF’21 se inaugura el martes, 17 de agosto, para mostrar al mundo durante cuatro jornadas, en el Centro de Ferias, Convenciones y Congresos Tüyap de Estambul las grandes capacidades que paso a paso ha sabido labrarse la industria del importante país euroasiático.

En un discurso pronunciado el 30 de agosto de 2020, Erdogan resaltó que su política en materia de adquisiciones militares es “no comprar ningún producto que podamos fabricar con nuestros propios medios”. “En 2002 teníamos una facturación de 1.000 millones de dólares y 62 proyectos de defensa por valor de otros 5.500 millones de dólares”. En 2019 elevamos el volumen de negocio hasta los 11.000 millones y nos atrevemos con 700 proyectos que totalizan 60.000 millones”, precisó.

Erdogan aplica el criterio de no comprar ningún sistema de armas que se pueda fabricar en Turquía, lo que abarca misiles, drones, buques de guerra, aviones, carros de combate, helicópteros, radares…

Con 14 grandes pabellones cubiertos y una gran superficie al aire libre que suman 120.000 metros cuadrados, la Feria está reservada a profesionales hasta cerrar sus puertas el viernes, 20 de agosto. IDEF’21 cuenta con los auspicios de la Presidencia de la República, el respaldo absoluto del Ministerio de Defensa Nacional y, al igual que en años anteriores, su organización corre a cargo de la Fundación de las Fuerzas Armadas de Turquía (TSKGV). Es una entidad de derecho civil creada en septiembre de 1987 que ahora está presidida por el propio presidente Erdogan y cuya finalidad es mejorar la aportación del tejido empresarial domestico a la defensa de la nación.

La exposición es internacional, pero en realidad es el gran escaparate del armamento que desarrolla la industria que Erdogan viene potenciando desde que ocupó el cargo de primer ministro en marzo de 2003 y de presidente de la República en agosto de 2014. En IDEF’21 se concentran todos los instrumentos para uso militar, desde municiones y carros de combate hasta sistemas de misiles de todo tipo, pasando por drones aéreos, terrestres y navales, buques de guerra, aviones de combate, helicópteros de ataque, sistemas electrónicos, radares y toda la gama de productos y servicios que cubren las grandes necesidades de unas Fuerzas Armadas que son las segundas en número de la OTAN ‒tras Estados Unidos‒, muy por delante de las de Francia o Alemania.

Los seis nuevos submarinos turcos están basados en los alemanes tipo 204. En la imagen, la puesta a flote el 22 de diciembre de 2019 del primero de la serie, el S-330 TCG Piri Reis, construido en el astillero de Gölcük
Un amplio tejido de empresas públicas y privadas 

Un total de 1.238 compañías están presentes o representadas en IDEF’21, de las que 536 son turcas, lo que supone la inmensa mayoría del tejido industrial militar público y privado nacional. Como contrapartida, las grandes empresas de defensa y aeroespaciales de Estados Unidos ‒por ejemplo, Boeing, Raytheon o Northrop Grumman‒ no han acudido a la cita del que antaño fue uno de los más sólidos aliados de Washington en la región. Pero al ser Turquía un gran cliente de la industria norteamericana, un total de 173 de sus compañías están presentes de uno u otro modo en la cita de Estambul, según datos oficiales de la organización.

Tampoco asisten las grandes corporaciones europeas fabricantes de sistemas de armas, como Airbus, BAE Systems o Rheinmetall. Pero ello no impide que hayan confirmado sus presencia 66 empresas de Alemania, del Reino Unido (58), Francia (37), Italia (34), Suiza (25), Ucrania (24), China (20), Rusia (11) e incluso de Israel (9), Japón (8), Austria (7), Suecia (7), India (5) y Emiratos Árabes Unidos (5), por citar los países con mayor representación. 

La Fundación TSKGV es una especie de SEPI española, pero centrada en exclusiva en el plano de la defensa. Accionista mayoritaria de seis grandes corporaciones industriales, participa de forma directa en otras ocho empresas y de manera indirecta en 60 más. La importancia del sector público es de tal magnitud que “el conjunto de su facturación representa el 44% del conjunto de la industria de Defensa turca”, según datos recientes proporcionados por el subdirector general de la Fundación, el general Sadik Piyade.

El profesor Temel Kotis dirige la corporación industrial Turkish Aerospace Industries (TAI) que lidera el sector aeroespacial. Una de sus líneas de actividad son los drones, como el Anka-Aksungur, con capacidad para llevar bombas guiadas por laser

Con 17 centros de producción y otras tantos de I+D+i, todas las empresas participadas por la Fundación TSKGV proporcionan empleo a unas 23.000 personas. Sus principales seis compañías son Aselsan, dedicada al diseño, desarrollo, producción e integración de sistemas electrónicos y de comunicaciones. En el marco aeroespacial está Turkish Aerospace Industries (TAI), un gigante de la aeronáutica militar y los sistemas aéreos no tripulados, que también ha hecho su incursión en el campo de los satélites espía y de comunicaciones.

La gran empresa de misiles, cohetes, municiones guiadas, lanzadores y sistemas de propulsión es Roketsan. Havelsan está orientada al desarrollo de sistemas de simulación, así como de mando, control, inteligencia, reconocimiento y vigilancia (C4ISR). Otras dos son Isbir y Aspilsan. La primera se dedica a la fabricación de alternadores, generadores, convertidores, grupos electrógenos y paneles eléctricos de utilización militar, mientras que la segunda produce baterías de todo tipo (Ni-Cd, Ni-Mh) y sistemas de almacenamiento de energía.

Una de las importantes líneas de actividad es la potente industria turca de vehículos blindados sobre ruedas. El Registro de Armas Convencionales de Naciones Unidas (UNROCA) confirma que Turquía exportó a lo largo de 2020 un total de 279 vehículos de combate y reconocimiento de tracción rueda 8x8 y 6x6. Sus destinatarios fueron Bahréin, Chile, Hungría, Omán, Qatar, Somalia, Túnez y Emiratos Árabes Unidos. Las cifras de 2019 fueron de 259 unidades, lo que supone un incremento del 7,72% en comparación con 2020.

Las Fuerzas Armadas de Ankara están muy bien equipadas gracias al enorme sector industrial militar nacional que alimenta y mantiene operativas sus grandes fuerzas terrestres, navales, aéreas y de seguridad
A la búsqueda de nuevas oportunidades de cooperación

La presencia de España es escasa pero importante. Está capitaneada por Navantia, que aprovecha la exposición, para dar a conocer las posibilidades que brindan sus nuevas fragatas clase F-110, el submarino S-80 y el buque de asalto anfibio (LDH) clase Juan Carlos I para los países del mercado asiático.

Navantia cuenta desde 2013 con una delegación en Estambul, responsable de prestar asistencia técnica y gestionar el contrato de transferencia de tecnología que la compañía suscribió hace una década con el astillero turco Sedef. En su factoría de la bahía de Tuzla se ha construido desde abril de 2016 el buque de asalto anfibio L-408 TCG Anadolu, que cuando entre en servicio será el navío de mayor desplazamiento de la Marina de Guerra de Turquía.

El TCG Anadolu es un barco diseñado por Navantia tomando como referencia el Juan Carlos I de la Armada española y sus dos derivados para la Marina de Australiana. El astillero público ha suministrado desde España los motores, turbinas, el sistema integrado de control de plataforma y trabaja allí en cooperación con empresas locales.

La corporación industrial Roketsan es la gran empresa turca dedicada al desarrollo y producción de misiles, cohetes, municiones guiadas, lanzadores y sistemas de propulsión

Otras diez pymes españolas ‒en su mayor parte de electrónica‒ están en IDEF’21 representadas por empresas turcas, como es el caso de Antena Systems Solutions de Santander, Baliño (Vigo), Digital Micro Devices (Valencia), Emite (Murcia), Inelmatic Electronics (Valladolid), Monocrom (Barcelona), Premium (Hospitalet de Llobregat), Soraluce (Vergara) y Peter Taboada (Pontevedra), está ultima una empresa de ingeniería dedicada a la desalinización y potabilización del agua.

Los ministros de Defensa de España, Margarita Robles, y de Turquía, el general Hulusi Akar, están pendientes de acordar un encuentro entre delegaciones de ambos países tras haber mantenido una conversación telefónica el 7 de julio pasado. Los dos ministros parecen coincidir en la conveniencia de establecer un Acuerdo Bilateral de Cooperación Industrial para buscar “nuevas oportunidades de colaboración, en particular, en sistemas navales y aéreos”, resalta el ministerio de Defensa español. La Fuerza Aérea turca tiene en servicio más de 40 aviones de transporte de diseño español Airbus CN-235 montados por TAI en Turquía y 9 A400M fabricados en Sevilla por Airbus, el último de los cuales será entregado en 2022.

La ministra de Defensa de España, Margarita Robles, y su homólogo turco, el general Hulusi Akar (derecha), acompañados por el secretario general de Política de Defensa, almirante Juan Francisco Martínez, buscan alcanzar un Acuerdo de Cooperación Industrial

La organización de IDEF’21 confía en igualar o incluso superar los datos de la edición de 2019, que contó con la asistencia de 76.000 profesionales, 151 delegaciones oficiales de 71 naciones y la presencia de 15 ministros y 13 jefes de Estado Mayor de Fuerzas Armadas de países amigos. Estaba inicialmente programada del 25 al 28 de mayo, pero la pandemia aconsejó retrasarla hasta mediados de agosto. Como medidas de protección frente a la COVID-19 se aplica una distancia social de un metro, la obligatoriedad de usar mascarilla facial, no está permitido el contacto físico, las áreas comunes se desinfectan de forma regular y en las puertas de acceso se controla la temperatura de los visitantes.

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