Pedro Sánchez y Bourita trataran la cuestión migratoria en el marco de la cumbre Unión Europea- Unión Africana

España y Marruecos compartirán mesa de debate durante la cumbre UE-UA

photo_camera PHOTO/ARCHIVO - El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante una comparecencia en Moncloa

Comienza la sexta cumbre euroafricana. Bruselas acoge durante esta jornada una reunión emblemática que promete ser un encuentro en el que ambos continentes consigan acercar posturas en pro de seguir trabajando por una ruta común.

Con motivo de la reunión, el presidente de España, Pedro Sánchez, ha apelado tanto a los líderes europeos como africanos a aprovechar esta oportunidad “para fijar estrategias comunes” y enfatizó en la importancia que representa la cumbre “para Europa y en particular para España”. Asimismo, indicó que el encuentro es un punto de inflexión para “el avance económico, la prosperidad, la seguridad, la paz y la lucha contra el terrorismo y contra la inmigración irregular”. 

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En relación con esta última cuestión Sánchez participará en una mesa de debate en la que se debatirá sobre el tema de la inmigración. En ella estará presidiendo el ministro de Exteriores marroquí, Naser Burita coincidiendo, de esta forma, con la actual crisis diplomática que atraviesan ambos países. En este contexto la cumbre puede ser una oportunidad para que tanto España como Marruecos acerquen posturas en un tema tan delicado como es la inmigración. 

Además, el ejecutivo español copresidirá durante la jornada de hoy una mesa de debate en la que se dialogará sobre paz y seguridad, un tema clave en el contexto actual debido a la creciente inseguridad que asola el continente. En ella estarán presentes el presidente de Mauritania, Mohamed Ould Ghazouani y su homólo ghaniano Nana Akufo-Addo. 

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Asimismo, el cambio climático, la agricultura, la lucha antiterrorista y la crisis sanitaria serán los temas claves que marcarán estos dos días de reuniones. Entre ellos destaca un plan estratégico de marca europea que pretende movilizar 150.000 millones de euros en inversiones de carácter público y privado a lo largo y ancho de toda África. Un presupuesto que se repartirá en los próximos siete años y que pretende, a su vez, frenar la influencia económica de China en el continente.

Durante el desarrollo de la cumbre, a su llegada, el alto representante de la Unión Europea de Asuntos Exteriores, Josep Borrell declaró que Europa “es la mejor amiga de África”, además de afirmar que “los mayores inversores, los mayores donantes y socios comerciales son europeos. Tenemos mucho que trabajar con África porque los problemas de África son nuestros problemas”. 

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A esta reunión, sin embargo, no acudirá Malí como consecuencia de haber sido suspendido de la membresía de la Unión Africana después de que sufriera en abril un nuevo golpe de Estado. Además, la celebración de la cumbre coincide con el fin de la Operación Barkhane, una misión desplegada en Malí, entre otros países sahelianos, que tenía como objetivo principal luchar contra el yihadismo en el país.

Ante la ausencia de Malí y la inminente retirada de las tropas occidentales, Borrell ha declarado que Europa “no está abandonando Malí”, solamente “reestructurando su presencia. Continuaremos apoyando a la gente de Mali y del Sahel. Pero es importante que este apoyo se implemente de acuerdo con la situación política en el país”. 

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Como consecuencia de este acontecimiento y en las vísperas de la celebración de la cumbre, los países correspondientes al G5 junto con los países internacionales han señalado que “seguirán comprometidos a apoyar a Malí y a su pueblo en sus esfuerzos por lograr una paz y una estabilidad duraderas y por luchar contra las amenazas terroristas en la región del Sahel”.

Además, han reafirmado su “voluntad de seguir colaborando con el pueblo de Malí y comprometiéndonos con él a largo plazo para hacer frente a todos los retos que plantea la actividad de los grupos terroristas armados en el Sahel. Asimismo, se han mostrado afines a apoyar “plenamente los esfuerzos en curso de la CEDEAO y de la UA para que Malí vuelva al orden constitucional en el plazo más breve posible”. 

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A pesar de la lucha contra el terrorismo, la transición energética y la crisis climática serán otro de los puntos más destacados de los encuentros. Estas claves han sido mencionadas por el presidente de Senegal, Macky Sall, quien afirmó para EFE que el continente “no se considera responsable del cambio climático” ya que “emite menos del 4 % de CO2. Es un continente que no está industrializado y por tanto no podemos pedirle renunciar a la energía fósil mientras que los que son responsables de la contaminación siguen utilizándola".

Así, Sall ha demandado “una mayor justicia climática” en lo que se traduciría en “un acompañamiento en un periodo de transición que permita a África comprometerse contra el cambio climático, pero también poder dar electricidad a los 600 millones de africanos que aún no la tienen”.

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