España demuestra su atractivo con motivo de la Cumbre de la OTAN
Madrid, como capital de España, ha acogido desde este miércoles y hasta este jueves la Cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y cabe decir que con bastante éxito después de la celebración de la primera jornada de la reunión de la Alianza Atlántica.
En el plano político se han detallado cuestiones importantes, como la nueva definición del Concepto Estratégico de la OTAN para los próximos años, que incluye a Rusia como la gran amenaza exterior tras la invasión de Ucrania o a China como una amenaza también prácticamente sistémica a lo largo del tiempo.
Madrid y, por extensión, España han mostrado su atractivo y su gran capacidad para organizar eventos de gran magnitud. La promoción de España ha sido muy reseñable gracias a todos los escenarios dispuestos por el Estado español de cara a los diversos actos que tienen que ver con la Cumbre de la OTAN. Destacando también el impresionante dispositivo de seguridad que ha tenido a Madrid blindado durante este par de días de duración de la cumbre de la OTAN, con un despliegue de 10.000 efectivos de la Policía Nacional y Guardia Civil, además de agentes de la Policía Municipal madrileña, del servicio de inteligencia CNI y miembros de seguridad de La Moncloa y Casa Real.
En primer lugar, para destacar, se puede empezar por la propia sede principal de las reuniones políticas, el recinto de la feria de congresos de IFEMA, una instalación situada en la capital de Madrid. Esta infraestructura acoge cada año la mitad de las ferias internacionales que se celebran en territorio español. La gran organización que se ha demostrado hasta el momento en esta instalación está quedando de manifiesto, con gran referencia sobre todo a la seguridad que está habiendo, teniendo en cuenta la presencia de los jefes de Estado y de Gobierno de los 30 Estados miembros de la Alianza Atlántica, incluido el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Al margen de la actividad de reuniones de trabajo y diplomáticas de máximos dirigentes y ruedas de prensa en IFEMA, donde se ha alojado a 2.000 periodistas de todo el mundo para cubrir el evento en un espacio de 14.000 metros cuadrados, se han venido desarrollando actividades paralelas que han tenido como marco incomparable diversos escenarios que sirven para mostrar las joyas nacionales españolas y para promocionar la imagen de España.
Uno de esos marcos incomparables ha sido el Palacio Real de Madrid, donde el rey Felipe VI recibió el martes a Joe Biden y donde se ofreció este miércoles una cena para los jefes de Gobierno asistentes a la cumbre de la OTAN. El Palacio Real de Madrid es el más grande de Europa occidental y uno de los más grandes del mundo, con una extensión de más de 135.000 metros cuadrados y 3.418 habitaciones. Un edificio que forma parte del Patrimonio Nacional de España y que ha sido testigo de siglos de la historia de España. Es una de las pocas residencias oficiales de jefes de Estado que está abierta al público para su visita popular. Casi 2 millones de visitantes acceden a varias de sus dependencias cada año para descubrir sus rincones, sus obras de arte y sus tesoros únicos en el mundo.
Los reyes Felipe y Letizia recibieron a medio centenar de invitados en el Palacio Real y ofrecieron una cena con 15 platos servida por el chef Paco Roncero. 14 presidentes, 21 primeros ministros, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, y 18 acompañantes pudieron disfrutar del entorno que ofrecía el Palacio Real y respirar toda la historia que alberga esta edificación incomparable.
Otro de los tesoros mostrados con motivo de la reunión de la Alianza Atlántica es el Museo del Prado. La pinacoteca madrileña se vistió de gala para ofrecer una cena muy especial este miércoles. Con grandes obras pictóricas de fondo, los asistentes pudieron degustar una cena servida por el famoso chef José Andrés, el cual tiene una gran trayectoria y fama también en Estados Unidos como uno de los cocineros más importantes del mundo. De hecho, se le pudo ver conversar muy amistosamente con el propio presidente norteamericano Biden. Se puede decir que el Museo del Prado sirvió de auténtico restaurante de lujo, pocas personas podrán decir que han cenado en las instalaciones del Museo del Prado entre obras tan representativas como “Las Meninas” de Velázquez.
La Orquesta Sinfónica de Kiev puso la guinda a esta cena especial con una actuación que amenizó la estancia a los invitados a tan magna cita, entre los que se encontraban dirigentes de la talla del propio Joe Biden, Emmanuel Macron, presidente de Francia, Boris Johnson, primer ministro británico, u Olaf Scholz, canciller alemán.
Un Museo del Prado que permaneció cerrado los días 28 y 29 de junio por razones de seguridad y por los preparativos de este ágape diplomático. Esta cita y la de la cena en el Palacio Real sirvieron también para promocionar la gastronomía española, una de las más importantes del mundo representada por grandes chefs como el propio José Andrés.
Otras actividades se desarrollaron al margen de la agenda oficial de la Cumbre de la OTAN, como algunas en las que la reina Letizia ejerció de anfitriona para acompañantes de los jefes de Gobierno que participan en las reuniones oficiales de la Alianza Atlántica. Este es el caso de la visita a la Granja de San Ildefonso.
La reina Letizia y algunos de los consortes de los líderes invitados a la cumbre de la OTAN visitaron este miércoles el Palacio Real de La Granja de San Ildefonso. La comitiva la formaron 14 acompañantes de mandatarios extranjeros, más la del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. El grupo, acompañado también por la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, viajó en AVE desde Madrid hasta Segovia y llegaron en autobús a la población de La Granja, donde se encuentra su Palacio Real, otra muestra de la gran oferta cultural y arquitectónica que ofrece España.
El Palacio Real de la Granja de San Ildefonso también forma parte del Patrimonio Nacional de España. El Real Sitio de La Granja de San Ildefonso, declarado conjunto Histórico Monumental, es una de las mejores muestras del esplendor monárquico del siglo XVIII. Felipe V, el primer Borbón que reinó en España, se enamoró de este bello lugar allá por 1717. Tal fue el “flechazo” que decidió levantar allí un palacio y unos jardines adornados con esculturas y fuentes que le recordaran su infancia en la corte francesa de su abuelo Luis XIV. La creación de este Real Sitio fue su gran obra personal, un lugar ideal para el descanso de reyes españoles y para agasajar a invitados de renombre, como ha ocurrido en esta ocasión con motivo de la cumbre de la Alianza Atlántica.
La Real Fábrica de Cristales y Vidrios de la Granja de San Ildefonso también fue otra de las muestras que sirvió para demostrar las excelencias de España en este caso. Se trata de un enorme rectángulo que aloja en su interior un conjunto de edificaciones que suman en total cerca de 25.000 metros cuadrados de superficie construida. Fábrica que fue edificada según los planos del aparejador del Real Sitio, Joseph Díaz, alias Gamones, entre 1770 y 1784.
La Real Fábrica de Cristales de La Granja es un espacio singular y único, en el cual se pueden desarrollar múltiples actividades relacionadas con el mundo del vidrio. Desde visitar el Museo Tecnológico con unas magníficas colecciones de piezas de vidrio, pasando por la demostración real de los trabajos en los hornos, a recibir formación sobre técnicas aplicables sobre el vidrio. Esta edificación constituye un sitio de referencia en España para el sector del vidrio artesanal.
El programa alternativo a la propia cumbre de la OTAN también tuvo como escenario el Museo Reina Sofía de Madrid. La comitiva que estuvo en el Palacio Real de la Granja de San Ildefonso retornó desde Segovia a Madrid para disfrutar de una visita y una comida en el Museo Reina Sofía, con la reina Letizia también a la cabeza.
La reina Letizia y las primeras damas y primeros caballeros consortes posaron ante el cuadro “El Guernica” de Pablo Picasso, una de sus obras cumbre que plasma el horror de la guerra y los bombardeos que sufrió la localidad vasca el 26 de abril de 1937 durante la Guerra Civil española. El gran mural se ha convertido en un símbolo universal de las atrocidades en los conflictos bélicos, algo que está muy de relieve con la reciente invasión rusa de Ucrania.
