El Gobierno norteamericano retrasa hasta el 15 de diciembre la aplicación de aranceles a determinados productos de importación chinos

Estados Unidos aplica la distensión y aplaza aranceles a China antes de la próxima negociación

photo_camera AFP - Donald Trump, presidente de EEUU, y Xi Jinping, presidente de China

El Gobierno de Estados Unidos ha decidido rebajar la tensión comercial con China mediante el aplazamiento hasta el 15 de diciembre de ciertos aranceles a las importaciones chinas que estaban previstos para septiembre, dentro de una nueva estrategia previa a la nueva ronda de negociaciones bilaterales del próximo mes.

Así, antes del próximo encuentro negociador, la Oficina del Representante de Comercio Exterior de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) decretó que los aranceles del 10% impuestos a algunos productos de importaciones chinas por valor de 300.000 millones de dólares, que tenían que entrar en vigor el próximo 1 de septiembre, deben retrasarse hasta el 15 de diciembre. Los artículos incluidos en este listado de aplazamiento de aranceles son los teléfonos móviles, los ordenadores portátiles, las consolas de videojuegos, ciertos modelos de juguetes, monitores de computadoras personales y determinadas prendas de ropa y calzado.

Por otro lado, para ciertos tipos de comida y determinados productos de vestimenta como guantes, chaquetas y trajes, los aranceles sí tendrán efecto a partir del mismo 1 de septiembre; por lo que no se beneficiarán de las medidas cautelares de las que sí gozarán los productos incluidos en la lista elaborada por la USTR. La Oficina del Representante de Comercio Exterior norteamericana sí señaló que algunos artículos han sido quitados del listado de bienes que se verán afectados con gravámenes por motivos de "salud, seguridad nacional y otros factores".

Esta tregua de la guerra comercial con China puede tener que ver con el miedo por el impacto en la economía norteamericana que tiene este conflicto con el gigante asiático, el cual ha ido aumentando en los últimos meses.   

De cara a los próximos contactos, se prevé que una delegación del Gobierno chino viaje a Washington a principios de septiembre para continuar con las negociaciones sobre un futuro acuerdo comercial entre ambas potencias económicas, aunque hasta ahora se desconoce la fecha exacta.

Liu He Steven Mnuchin Robert Lighthizer

En afirmaciones realizadas ante los medios de comunicación, el presidente de EEUU, Donald Trump, deslizó que este anuncio de las autoridades comerciales de su país tiene que ver con un gesto de apertura hacia la Administración china dirigida por el presidente Xi Jinping y aseguró que el retraso de la aplicación de aranceles responde a una comunicación "muy productiva" llevada a cabo por los equipos negociadores chinos y estadounidenses.

EEUU ya advirtió el pasado 1 de agosto que iba a materializar la imposición de nuevos aranceles del 10% sobre importaciones chinas valoradas en 300.000 millones de dólares a partir del 1 de septiembre, a pesar de que las negociaciones comerciales entre ambas naciones se mantenían. 

Los aranceles anunciados se aplican sobre el porcentaje de exportaciones chinas a EEUU todavía exento de gravámenes. Los 250.000 millones de dólares restantes seguirán estando sujetos a un arancel del 25%, que ya se había aplicado con anterioridad en el marco del largo conflicto comercial que están protagonizando ambas superpotencias. 

Pese al último ‘guiño’ hacia la distensión, desde el Gobierno norteamericano se sigue denunciando que China incumplió su compromiso de seguir comprando los productos agrícolas, algo que se había acordado en diálogos negociadores previos. "Como de costumbre, China dijo que iban a comprar a lo grande a nuestros grandes agricultores estadounidenses. Hasta ahora no han hecho lo que dijeron. ¡Quizás esta vez sea diferente!", exclamó Trump en la red social Twitter. 

Parece ser que, de momento, se vuelve a retomar una senda de entendimiento y acercamiento, como el protagonizado por Donald Trump y Xi Jinping en la cumbre del G20 en Osaka, Japón, donde el presidente estadounidense anunció el levantamiento de algunas trabas relacionadas con el acceso de empresas tecnológicas como Huawei a ciertos materiales tecnológicos norteamericanos, a pesar de mantener, por ejemplo, el veto a la propia compañía china Huawei en materia de la nueva red de información tecnológica 5G. 

Los mercados financieros respondieron bien al anuncio del Gobierno estadounidense con subidas de las acciones de firmas tecnológicas como Apple, que creció cerca de un 5%, o de ropa, como Abercrombie & Fitch y Gap, que escalaron un 9 y un 7%, respectivamente.

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