Estados Unidos da orden de atacar a las Fuerzas de Movilización Popular en Irak
A través de una comunicación militar interna, el Departamento de Defensa de Estados Unidos instó la semana pasada a varios comandantes a planificar una ofensiva en Irak para acabar con las Fuerzas de Movilización Popular (PMF, por sus siglas en inglés), que han venido amenazando durante las últimas fechas con llevar a cabo más ataques contra los destacamentos estadounidenses en territorio iraquí.
Según el medio The New York Times, la directriz del Pentágono es clara y se buscaría acabar de raíz con las PMF, milicias chiíes muy vinculadas a la República Islámica de Irán, gran enemigo de EEUU en Oriente Medio.
Aunque el teniente general Robert P. White, una de las cabezas visibles de la cúpula castrense norteamericana en la región, indicó que esta campaña podría ser sangrienta y contraproducente, además de requerir el envío de miles de soldados norteamericanos más a Irak.
EEUU ha subido el nivel de los ataques contra estas milicias iraquíes en los últimos tiempos; mientras, por su parte, este movimiento denuncia, a su vez, que los ataques sistemáticos de Washington contra sus efectivos se puede traducir como “una declaración de guerra” contra Irak y promete venganza. Estos grupos armados han llevado a cabo simulacros militares para prepararse ante la amenaza enemiga y ante una posible guerra con las fuerzas estadounidenses, según comunicó el viernes Jaafar al-Huseini, portavoz del Movimiento de Resistencia Islámica de Irak, conocido como Kataib Hizbulá.
En el seno del propio Gobierno del presidente Donald Trump hay disensiones en torno a la presencia de Estados Unidos en Irak, que sigue persistiendo durante los últimos 17 años tras la ocupación del territorio iraquí en 2003.
Aunque hace unos días el gigante norteamericano anunció la construcción de una nueva base militar en Irak para hacer frente a la influencia de Irán en el país del Golfo.
El Ejército estadounidense planea instalar una nueva base militar en el oeste de Irak, concretamente al norte del distrito de al-Baghdadi, en la ciudad de Hit, dentro del área de Umm Samij (provincia de Al-Anbar), cerca de la frontera con Siria, según desveló el lunes pasado una fuente de seguridad al medio local Al-Ahad, de lo cual se hizo eco Atalayar. El objetivo, según informó la fuente, es el de proteger la base de Ain al-Asad y otros intereses norteamericanos en territorio iraquí frente a posibles nuevos ataques procedentes de Irán o de sus milicias iraquíes de las Fuerzas de Movilización Popular.
Hay que recordar que el pasado 8 de enero -cinco días después de que el Pentágono acabara con la vida de Qassem Soleimani, comandante iraní de las Fuerzas Quds (cuerpo de élite del Ejército iraní), y de Abu Mahdi al-Muhandis, vicepresidente de las PMF, mediante un ataque con drones en las proximidades del aeropuerto internacional de Bagdad- la base de Ain al-Asad fue atacada con dos decenas de proyectiles que causaron heridas a más de un centenar de soldados estadounidenses.
Desde entonces, las ofensivas y las contraofensivas se han sucedido, provocando innumerables daños materiales y ocasionando daños personales.
Por otro lado, crece la preocupación dentro de los altos cargos militares por la propagación del coronavirus. Esta pandemia mundial, que está dejando decenas de miles de muertos y centenares de miles de contagiados a nivel global, está afectando también a las tropas del Ejército, con varios casos ya detectados. Todo ello dentro de la coalición militar internacional, de la que forma parte EEUU, que trabaja sobre el terreno en Irak para acabar con la lacra del terrorismo yihadista.
De esta forma, continúa la difícil situación de un país como Irak, azotado por una complicada situación económica que asola a la población, la cual se ha venido manifestando duramente en las calles por la falta de servicios básicos y contra la injerencia de Irán en sus asuntos internos y la presencia militar de Estados Unidos.
