Washington ratificó su decisión de excluir a Ankara del acuerdo de producción armamentístico tras la compra del sistema antimisiles ruso S-400 en 2019

Estados Unidos elimina a Turquía del programa de aviones de combate F-35

photo_camera PHOTO/ U.S. Air Force photo/Randy Gon/Handout via REUTERS - Un F-35A Lightning II Joint Strike Fighter despega en una salida de entrenamiento en la Base de la Fuerza Aérea de Eglin, Florida

Estados Unidos ha excluido este miércoles a Turquía del programa de aviones de combate F-35 y ha firmado junto a sus socios un nuevo acuerdo de cooperación, según adelantó la agencia Anadolu. El Departamento de Defensa de EEUU trasladó la decisión definitiva de eliminar al país otomano tras haber suspendido su participación en 2019, cuando Turquía adquirió el sistema de misiles aéreos ruso S-400.

El memorándum de entendimiento conjunto, firmado en 2006, fue un acuerdo de colaboración en materia armamentística entre ocho Estados que incluía al país otomano entre los desarrolladores del avión de combate Lockheed Martin F-35 Lightning II. Las compañías turcas se encargaron de la fabricación de determinadas piezas del equipo hasta 2019, cuando la participación de Turquía quedó suspendida. 

El Departamento de Defensa justificó la exclusión de Turquía tras alegar que su compra del antimisiles S-400 rusos era incompatible con los postulados de la OTAN y amenazaban. Sin embargo, Turquía mantuvo los términos del acuerdo con Rusia. El ministro de Asuntos Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, aseguró al secretario de Estado, Antony Blinken, que la compra era “un hecho”. EEUU respondió con la imposición de un régimen de sanciones a la industria armamentística otomana.

El presidente de Turquía ha criticado a Estados Unidos por echar a su país del programa de aviones de combate F-35 después de que Ankara comprara un sistema ruso de defensa antimisiles PHOTO/ Presidential Press Service, Pool Photo via AP

Washington retiró a Turquía del programa de aviones F-35 Lightning II en 2019, argumentando que los sistemas de misiles aéreos S-400 adquiridos por Turquía podrían ser utilizados por Rusia para obtener de forma encubierta detalles clasificados de los aviones Lockheed Martin F-35 y es incompatible con los sistemas de la OTAN.

Por su parte, Estados Unidos ha renovado el programa de cazas F-35 con el resto de los socios signatarios en 2006, entre los que se encuentran Reino Unido, Italia, Países Bajos, Australia, Dinamarca, Canadá y Noruega. No se han sumado nuevos integrantes al programa, por lo que la única novedad ha sido la exclusión definitiva de Turquía.

A pesar de la retirada del programa y de la imposición de sanciones en diciembre por parte de Estados Unidos a Turquía, los contratistas otomanos continúan con el proceso de fabricación de piezas para el caza de quinta generación. El Pentágono reconoció en marzo que seguirá dependiendo de los contratistas turcos para el desarrollo del F-35. Turquía había estado planeando comprar 100 F-35, pero Estados Unidos se ha negado a entregar los cuatro jets terminados tras la expulsión del país del programa.

Sistema de misiles tierra-aire S-400 "Triumph" REUTERS/VITALY NEVAR

La industria de defensa turca contrató al exejecutivo de Lockheed Martin, Stephen Williams, para que ejerciera presión en Washington en favor de los intereses de Turquía. El objetivo de la Presidencia de la Industria de Defensa (SSTEK, por sus siglas en turco) era la reintegración del país en el programa de fabricación de los cazas F-35. La institución, de titularidad pública, también contrató al bufete de abogados Arnold & Porter –con sede en Washington– para revertir la decisión del Departamento de Defensa de EEUU. 

El presidente de la Industria de Defensa de Turquía, Ismail Demir, catalogó el pasado mes de marzo de “injusticia” su retirada del programa y manifestó que la intención del país no pasaba necesariamente por reintegrarse en él, sino por recuperar las pérdidas económicas. Ya que en el momento en que fue retirada del acuerdo, Ankara fabricaba piezas para un pedido de 100 aviones de combate F-35. REUTERS/VITALY NEVAR

Una relación deteriorada

Las tensiones entre Washington y Ankara han provocado la salida formal del programa armamentístico por parte de esta última. Sin embargo, este no ha sido el único punto de fricción entre ambos. Antes de la llegada de Biden a la Casa Blanca, Erdogan pretendía atemperar las relaciones diplomáticas con EEUU tras la confrontación constante con el expresidente Trump. Aunque el demócrata aún no ha mantenido ninguna conversación con Erdogan después de tres meses en el cargo. 

Otrora socios estratégicos, los vínculos entre Estados Unidos y Turquía se han deteriorado por las grandes diferencias en materia de política exterior. Washington y Ankara mantienen puntos de vista divergentes sobre Siria, sobre la cooperación con Rusia y, finalmente, sobre la situación en el Mediterráneo oriental. En este último punto, EEUU considera como desestabilizadoras las intervenciones navales turcas.

La última confrontación entre ambos puede producirse en los próximos días, y es que el presidente Biden prepara el reconocimiento formal del genocidio armenio a manos del Imperio Otomano, el régimen precedente a la actual República turca. Los legisladores y activistas armenio-estadounidenses han presionado al demócrata para que haga el anuncio antes o durante el Día de Conmemoración del Genocidio Armenio, que se celebrará este sábado. “Si Estados Unidos quiere que nuestras relaciones empeoren, depende de ellos”, declaró a colación el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu.
 

Más en Política