Entra en vigor el acuerdo firmado en julio por el presidente Joe Biden y el primer ministro al-Kadhimi en mitad de una nueva oleada de atentados yihadistas en el país

Estados Unidos finaliza las misiones de combate contra el Daesh en Irak

photo_camera PHOTO/AP - Soldados de Estados Unidos mientras las excavadoras limpian escombros y escombros en la base aérea de Al Asad en Anbar, Irak, el lunes 13 de enero de 2020

Irak y las fuerzas de la coalición internacional lideradas por Estados Unidos han finalizado este jueves de forma oficial las misiones de combate contra el Daesh. Así lo anunció el asesor de seguridad nacional iraquí, Qasim al-Araji, a través de su cuenta de Twitter. A partir de ahora, las fuerzas estadounidenses desplegadas en Irak suspenderán sus operaciones sobre el terreno y continuarán con las labores de asistencia, asesoramiento y formación de las Fuerzas de Seguridad Iraquíes (ISF, por sus siglas en inglés). Áreas en las que operan desde principios de 2020.

Se cumple así el acuerdo firmado el pasado 26 de julio por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro iraquí, Mustafa al-Kadhimi, durante la visita de este último a la Casa Blanca. Los líderes fijaron el 31 de diciembre como fecha límite para suprimir el papel de combate en Irak de los 2.500 soldados estadounidenses presentes en el país, por lo que el cumplimiento del pacto se produce semanas antes de lo previsto. En este nuevo escenario, será el personal iraquí quien se encargue de la protección de las fuerzas de la coalición, aunque estas se reservan el derecho de autodefensa.

Fuentes cercanas a la misión apuntan que los términos del acuerdo no modificarán a grandes rasgos la situación actual. En primera instancia, porque las fuerzas de la coalición llevan casi dos años sin luchar contra el grupo yihadista en suelo iraquí. Y, además, ninguna de las partes ha concretado el número de efectivos estadounidenses que se mantendrán en Irak para asesorar a las ISF. Unos hechos que hacen indicar que la finalización de la campaña conjunta no se traducirá en una retirada completa de Estados Unidos, como ocurrió en Afganistán.

Mustafa al-Kadhimi

“Hoy hemos terminado una ronda de diálogo con la coalición internacional, que comenzó el año pasado, para poner fin oficialmente a la misión de combate de la retirada de las fuerzas de la coalición de Irak”, ha expresado al-Araji. De esta forma, Washington aspira a reducir el grado de amenaza al que se exponen sus fuerzas. Un objetivo que Biden pretende alcanzar ofreciendo a cambio formación militar y con la cesión de armamento e información de inteligencia; estrategia opuesta a la utilizada por el expresidente Trump, quien retiró de forma unilateral a 500 efectivos del país en 2020. 

Irak experimenta una nueva oleada de violencia yihadista. El último atentado que habría sido perpetrado por Daesh se produjo el martes en la ciudad de Basora, situada en el extremo sur del país, próxima a las fronteras con Kuwait e Irán. El estallido de una motocicleta bomba en el puente de Al Samud se saldó con la muerte de al menos cuatro personas, y otras cuatro resultaron heridas. El anterior se produjo el 2 de diciembre cerca de Erbil, donde perdieron la vida otras 10 personas. Unos hechos que fueron denunciados por el Departamento de Estado.

“Muchos hombres y mujeres valientes dieron su vida para garantizar que Daesh nunca regresara, y mientras completamos nuestra función de combate, permaneceremos aquí para asesorar, asistir y capacitar a las ISF, por invitación de la República de Irak”, ha trasladado el general de división John W. Brennan en un comunicado emitido por el mandato de operaciones conjunto de la misión ‘Inherent Resolve’. La campaña, puesta en marcha en 2014, se enmarcó en el combate global contra la amenaza yihadista provocada por el surgimiento de Daesh, que llegó a amasar un vasto territorio entre Siria e Irak de unos 88.000 kilómetros cuadrados de extensión.

Manifestación Irak contra Estados Unidos

La última ofensiva contra la organización yihadista se llevó a cabo el miércoles en la región de Anbar, al oeste del país. Al menos 10 integrantes del Daesh fueron abatidos durante una ofensiva aérea, desplegada con cazas F-16 sobre un escondite de la organización. Una buena muestra del ‘modus operandi’ utilizado por Bagdad para erradicar a los remanentes de la organización.

“Daesh ha caído, pero no está eliminado”, ha sentenciado Brennan. Si bien el grupo yihadista sufrió una clara derrota en 2017 con la pérdida de la mayor parte del territorio que administraba, mantiene aún bajo su control reducidos enclaves fronterizos entre Siria e Irak. Pero, sobre todo, preserva una batería de células repartidas por todo Irak que continúan perpetrando atentados terroristas. Una amenaza para la que las ISF necesitan del apoyo aéreo y la recopilación de información proporcionada por las fuerzas de la coalición.

Algunos observadores apuntan que la decisión de acotar la acción estadounidense responde a las presiones de determinados grupos proiraníes, favorables a la retirada de las fuerzas estadounidenses. En los últimos comicios, el Partido Islámico Dawa del ex primer ministro Nouri al-Maliki, próximo al régimen de los ayatolás, se erigió como la tercera fuerza más votada. Además, Irán influye sobre las Unidades de Movilización Popular, una fuerza paramilitar integrada en su mayoría por chiíes que ganó protagonismo en su combate contra el Daesh.

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