Estados Unidos impone nuevas sanciones a la industria militar rusa
Washington continúa ampliando sus esfuerzos por debilitar al Kremlin en la guerra de Ucrania. En esta ocasión, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha anunciado nuevas sanciones contra Yury Yuryevich Orekhov y dos de sus empresas, Nord-Deutsche Industrieanlagenbau GmbH (NDA GmbH) y Opus Energy Trading LLC (Opus Energy Trading). Acusan a Orekhov de adquirir armamento americano para después venderlo a Moscú y ser empleado en la guerra. El subsecretario del Tesoro, Wally Adeyemo, destacaba el importante impacto de estas sanciones asegurando que “estos esfuerzos están teniendo un efecto directo en el campo de batalla”.
Evitar que Rusia consiga hacerse con armamento nuevo es una de las mayores preocupaciones de la Casa Blanca. Las acciones estadounidenses han provocado la desesperación de Rusia, que “los ha llevado a recurrir a proveedores inferiores y equipos obsoletos”. El propio presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se refirió a Rusia y, más concretamente, a su homólogo en el Kremlin, Vladimir Putin, diciendo que éste se encontraba “en una situación muy difícil”. No obstante, Washington no pretende frenar sus esfuerzos tras esto, ni mucho menos. En el propio comunicado en el que se anuncian las sanciones se garantiza que las medidas de control a las exportaciones se endurecerán y se seguirán tomando “medidas enérgicas” contra la evasión de las sanciones.
As part of our efforts to degrade Russia’s ability to wage war against Ukraine, Treasury & @TheJusticeDept took action against a Russian network that procured military & sensitive technologies from U.S. manufacturers & supplied them to Russian end-users. https://t.co/bWyUpyfvsK
— Treasury Department (@USTreasury) October 19, 2022
Entre el armamento adquirido por Orekhov para su empresa NDA GmbH se encontraban semiconductores y microprocesadores avanzados empleados en aviones de combate, municiones inteligentes, satélites, radares, y sistemas de misiles balísticos e hipersónicos. Todo ello era enviado a usuarios rusos y empresas que forman parte de la Lista de Entidades de la Oficina de Industria y Seguridad del Departamento de Comercio de Estados Unidos, violando de esta forma los controles de exportación norteamericanos. Y, además, se ha certificado este vínculo de colaboración encontrando estos componentes estadounidenses en plataformas de armas rusas en territorio ucraniano.
Las sanciones por parte de Washington llegan en un momento clave del conflicto, cuando Putin acaba de decretar la ley marcial en las cuatro regiones ucranianas anexionadas a Rusia. Para “garantizar la seguridad y organizar el trabajo”, el presidente ruso otorgó “mayores poderes” a los gobernantes de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, según anunció en una reunión del Consejo de Seguridad Nacional de Rusia. También emitió un decreto que limita el movimiento con ocho regiones fronterizas con Ucrania y la formación de un consejo de coordinación especial liderado por Mikhail Mishustin, primer ministro ruso.
Moscú intenta fortalecer una posición que, aunque intente adornar de cara a su imagen propagandística, está muy mermada sobre el terreno. Estados Unidos, conocedor de la situación, endurece las sanciones para deteriorar el músculo económico de los rusos e impedir que puedan continuar la ofensiva que comenzó el 24 de febrero. Y no sólo eso, desde Ucrania también denuncian la propaganda rusa que inunda el país. Andrei Yermak, jefe de la oficina del presidente ucraniano, acusó a Rusia de orquestar una evacuación de "propaganda" de la ciudad: “Los rusos están tratando de asustar a la gente de Kherson a través de boletines de noticias falsas sobre el bombardeo de la ciudad por parte de nuestro ejército”.
Coordinador de América: José Antonio Sierra
