Estrasburgo condena la negativa de Turquía a cumplir su sentencia de Kavala
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) constató hoy que Turquía se niega a cumplir su sentencia de 2019 que ordenaba la puesta en libertad del activista y empresario Osman Kavala, tras el recurso presentado por el Comité de ministros del Consejo de Europa sobre ese incumplimiento.
El Comité de ministros retomará ahora este asunto para vigilar que se toman "las medidas necesarias" para que la sentencia sea "plenamente ejecutada", subrayó en un comunicado el Consejo de Europa. Organización cuyo cometido es la defensa de los derechos humanos y del Estado de derecho.
En la sentencia, la gran sala del Tribunal de Estrasburgo pone el acento en que "las medidas indicadas por Turquía no permiten concluir que ha actuado de buena fe, de manera compatible con las conclusiones y el espíritu de la sentencia Kavala".
El fallo, que salió adelante por 16 votos contra uno (el de la magistrada turca Saadet Yüksel), supone la vulneración del artículo 46.1 del Convenio Europeo de DDHH, por el que los países miembros del Consejo de Europa se comprometen a acatar las sentencias del TEDH cuando tienen carácter definitivo.
En su voto discordante, Yüksel sostiene que los delitos por los que Kavala sigue en prisión son diferentes a los que llevaron a la condena de Turquía en Estrasburgo.
Kavala es conocido en Turquía como "el multimillonario rojo" por su implicación en iniciativas sociales y culturales en defensa de los derechos humanos. Encarcelado desde octubre de 2017, fue condenado en abril a cadena perpetua por intentar derrocar al Gobierno por su participación en las protestas de 2013.
Los jueces europeos destacan en su fallo que, a pesar de las tres decisiones judiciales internas que ordenaron su puesta en libertad bajo fianza y una sentencia absolutoria, Kavala ha estado en prisión preventiva después de más de cuatro años por "una sospecha insuficiente para justificar el delito".
En su sentencia de 2019 ya subrayaron que su encarcelamiento se había producido sin elementos acusatorios suficientes y que el objetivo era "reducirlo al silencio y disuadir a otros defensores de los derechos humanos".
Después de más de dos años incumpliendo ese dictamen, el Comité de ministros del Consejo de Europa -órgano de decisión- aprobó el pasado febrero abrir un procedimiento de infracción contra Turquía, que es lo que ha validado ahora el TEDH.
El caso Kavala es el segundo en el que la organización paneuropea de 46 Estados miembros abre un procedimiento de infracción contra uno de sus miembros.
En 2017 se hizo contra Azerbaiyán, que rechazó poner en libertad al disidente Ilegar Mammadov, tal como exigió una sentencia del TEDH. Poco después, las autoridades azeríes ordenaron la salida de prisión del disidente y el pago de una indemnización.
El jefe de la diplomacia irlandesa, Simon Voveney, que ejerce ahora de presidente del Comité de ministros del Consejo de Europa, junto al presidente de la Asamblea Parlamentaria, Tiny Kox, y a la secretaria general, Marija Pejcinovic Buric, reiteraron su llamamiento para que Turquía libere a Kavala.
También avisaron de que el Comité de ministros supervisará la ejecución de la sentencia del tribunal "hasta que la sentencia se ejecute plenamente".
