Un comunicado oficial anunció el retraso de un acuerdo que puede poner fin a nueve años de pugnas regionales

Etiopía, Egipto y Sudán dejan para finales de febrero la firma por la Gran Presa del Renacimiento Etíope

photo_camera REUTERS/TIKSA NEGERI - La Gran Presa del Renacimiento Etíope, durante los trabajos de construcción del río Nilo en Guba Woreda, región de Benishangul Gumuz, Etiopía, el 26 de septiembre de 2019

Etiopía, Egipto y Sudán han acordado aplazar hasta los últimos días de febrero, como muy tarde, la firma del acuerdo para establecer los detalles al completo del funcionamiento de la denominada Gran Presa del Renacimiento Etíope (GERD, por sus siglas en inglés) tras las conversaciones llevadas a cabo en Washington, donde Estados Unidos ha ejercido de mediador.

Representantes del Tesoro estadounidense y del Banco Mundial estuvieron presentes en los encuentros producidos en territorio norteamericano, que han protagonizado los ministros de Agua de Etiopía, Seleshi Bekele, de Egipto, Mohammed Abdel Aty, y de Sudán, Yasser Abbas, y auspiciadas por Steven Mnuchin, secretario del Tesoro de Estados Unidos. 

En esta cumbre de Washington se llegó a un pacto preliminar sobre aspectos clave, incluido el calendario para llenar de agua embalsada la construcción, que se convertirá en la mayor represa hidroeléctrica de África. Un procedimiento de relleno que se llevará a cabo de forma gradual. También se pudo convenir el espinoso asunto de la liberación del caudal acuático en épocas de sequía. 

"Los ministros pidieron a los equipos técnicos y jurídicos que preparen el acuerdo definitivo" para una rúbrica por parte de los "tres países de aquí a finales de febrero", según se señaló en una nota oficial. Anteriormente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, había manifestado su confianza sobre la posibilidad de que se sellara pronto el pacto. 

La presa se sitúa en el río Nilo Azul, afluente del Nilo que desciende hasta Sudán desde territorio etíope. Tiene una longitud de 1,8 kilómetros y una altura de 145 metros y comenzó a edificarse en 2011. 
La infraestructura preocupa mucho a Egipto, situado río abajo, ya que su suministro de agua procede en un 97% del Nilo y hay temores sobre que el caudal de este disminuya mucho. 

Etiopía afirma, por su parte, que necesita esa electricidad para su desarrollo. El Ejecutivo de Addis Abeba decidió poner en marcha este proyecto, que será la presa más grande de todo el continente africano y la séptima de todo el mundo. A pleno funcionamiento, sus turbinas generarían un volumen de electricidad equivalente al que producirían seis centrales nucleares. Esto permitirá abastecer a millones de ciudadanos de todo el país etíope que, actualmente, no tienen acceso a la energía.

El asunto referente a rellenar de agua la presa era uno de los asuntos que causaban más fricción entre los Gobiernos de Egipto y de Etiopía, ya que El Cairo solicitó que se hiciera en varios años para limitar el impacto sobre el caudal del río Nilo, mientras que Etiopía espera hacerlo en un periodo más corto.

Los tres países implicados acordaron mecanismos para rellenar y operar la presa en épocas de sequía, sequía prolongada y escasez de lluvia, según el comunicado oficial difundido.
La presa, que se encuentra al 70% de su construcción, entrará en funcionamiento el próximo año 2021.
 

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