La Comisión Europea ha decidido que sancionará a las personas o entidades involucradas “en actividades de perforación no autorizadas”

Europa amplía las sanciones contra Turquía por la crisis del Mediterráneo

PHOTO/DARIO PIGNATELLI - El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el ministro de Asuntos Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu

El tema tabú que nadie quería tocar en la Comisión Europea ha terminado cayendo por su propio peso. Después de posponer las conversaciones, el Consejo de la Unión Europea (UE) ha adoptado este viernes una prórroga por un año del marco existente para imponer sanciones, que ya afectan a dos personas, en respuesta a las prospecciones de hidrocarburos "no autorizadas" que lleva a cabo Turquía en el Mediterráneo oriental, en aguas cercanas a Chipre y Grecia.

De este modo, "la Unión Europea mantendrá su capacidad para imponer medidas restrictivas específicas a las personas o entidades responsables o involucradas en actividades de perforación no autorizadas de hidrocarburos en el Mediterráneo oriental", subrayó en un comunicado el Consejo de la UE.

Las medidas punitivas seguirán al menos hasta noviembre de 2021. Este plan afecta desde febrero principalmente a dos empresarios petroleros turcos por su relación con actividades no autorizadas de perforación frente a las costas chipriotas, en el Mediterráneo oriental.

En concreto los individuos sancionados son dos dirigentes de la petrolera turca TPAO. Se trata del vicepresidente de la empresa, Mehmet Akalin, y el subdirector del departamento de Exploraciones, Ali Coscun Namoglu. 

Las sanciones impuestas por el club comunitario consisten en la prohibición de viajar al territorio de la UE y en la inmovilización de bienes, tanto para las personas, como para las entidades. Además, las personas o entidades de la Unión tienen prohibido poner fondos a disposición de todas aquellas personas que figuren en la lista de sancionados.

En noviembre de 2019, la Unión dio luz verde al marco jurídico para adoptar medidas restrictivas para responder a estas actividades y en julio del mismo año decidió suspender las negociaciones con Turquía sobre un acuerdo de aviación, cancelar las reuniones políticas de alto nivel, reducir los fondos destinados al país como Estado candidato a entrar en la UE y restringir los créditos del Banco Europeo de Inversiones.

Oruc Reis
Turquía ha hecho oídos sordos a las advertencias de la Unión Europea

El juego de “tira y afloja” que ha llevado Turquía en el Mediterráneo oriental ha tensado mucho las relaciones con la Unión Europea. Turquía envió en octubre de 2018 un primer buque perforador para buscar gas natural en aguas cercanas a la isla de Chipre, a pesar de las tensiones con Grecia y el club comunitario causadas por otras prospecciones previas.

No contentos con esto, Turquía mandó un segundo buque en junio de 2019. Con la excusa de que el Gobierno de Acuerdo Nacional libio (GNA) le había cedido el espacio marítimo para sus actividades, el país anatolio empezó a explorar dentro de las zonas de exclusividad económica (ZEE) de Chipre y Grecia.

Las actividades de prospección y exploración gasística en aguas en disputa con Grecia y Chipre ha sido uno de los temas que más han tensado la relación entre Turquía y el bloque europeo y está recurrentemente encima de la mesa de los Consejos Europeos que reúnen a los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión. Francia, además, ha intervenido militarmente en el Mediterráneo dando apoyo a Grecia y presionando sobre el terreno para evitar que Turquía continuase con las actividades.

Durante el mes de octubre, el director de la Alianza Atlántica (OTAN), Jens Stoltenberg, intentó apaciguar las aguas abriendo una línea de comunicación directa entre Turquía y Grecia. En este momento Turquía retiró sus buques y parecía que la tensión fuera a desaparecer. La idea de que dos países miembros de la Alianza se enfrenten de esta manera inquieta a Stoltenberg que ve tambalearse la solidez de la OTAN.
Pero no pasó ni una semana hasta que el buque de prospección ‘Oruc Reis’ volviera a sus actividades, junto a otros dos buques de rastreo, dejando atónitos a todos los comisarios europeos que están evitando llevar a cabo sanciones duras contra Turquía. 

Grecia y Francia
La Unión Europea tendrá que debatir más sanciones en diciembre

Siguiendo una iniciativa diplomática liderada por Alemania, la Unión se ha comprometido a revisar la relación con Turquía en diciembre, a la espera de que Ankara cese en sus acciones beligerantes en la región. En caso contrario, los líderes europeos estudiarán sanciones directamente contra el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan.

Es importante recordar que Turquía controla actualmente el grifo migratorio que va hacia Europa y, también, mantiene y controla los gaseoductos y oleoductos que proporcionan calefacción a los países del norte de la Unión.

La nueva cumbre que se celebrará en diciembre apunta hacia un paquete de medidas duras para Turquía. Antes Chipre y Grecia eran las únicas defensoras de las sanciones al país otomano, pero ahora parece que también se va a sumar Francia. "Promoveremos fuertes medidas europeas de reacción, cuya última herramienta son las sanciones", indicó en el Senado el secretario francés de Estado de Asuntos Europeos, Clément Beaune.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, destacó que “la cumbre de diciembre serviría para hacer balance de la situación”, declaraciones ante las que primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, pidió indirectamente “un embargo de venta de armas a ese país”.

A nivel internacional todo el mundo tiene los ojos puestos en Erdogan, ya que se encuentra presente en la mayoría de focos de tensión del nuevo orden mundial, desde Libia hasta el mar Egeo, Siria, Irak y ahora también en Nagorno- Karabaj.

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