La ministra de Defensa, Florence Parly, llevó a cabo una operación militar en el Mediterráneo oriental con 500 soldados

Francia realiza un ejercicio militar en el Mediterráneo para enviar un "mensaje" a Turquía

AP/LOUISA GOULIAMAKI - La ministra de Defensa francesa, Florence Parly, hace una declaración tras la firma del acuerdo de aviones de combate Rafale en Atenas

Durante los últimos meses, la región del Mediterráneo oriental se ha convertido en un foco de tensión no sólo con los países europeos que allí se encuentran, como Grecia y Chipre, con los que los desencuentros son más habituales, sino con otros con los que no lo son tanto, como Francia. La injerencia turca en el conflicto libio, sobre el que hay una misión europea para velar por el cumplimento del embargo de armas, ha ocasionado varios encontronazos entre la Armada turca y la francesa. La retórica desde entonces entre el mandatario turco y el presidente francés ha ido en ascenso, provocando un problema de calado en el seno de la OTAN y, en menor medida, en la Unión Europea. 

Las tensiones entre Ankara y París llevan meses aumentando al chocar sus intereses geopolíticos en Libia, Siria y en el Mediterráneo oriental. De momento, habrá que esperar más declaraciones internacionales, pero Turquía y Francia ya han puesto sus cartas encima de la mesa mediante un enfrentamiento internacional mediático y judicial. Ahora tendrán que verse las caras dentro de la OTAN mientras Francia lucha porque la Unión Europea siga sancionando a Erdogan.  

El presidente francés Emmanuel Macron y el presidente turco Recep Tayyip Erdogan  AFP/ LUDOVIC MARIN

La relación entre los presidentes de Francia y Turquía, Emmanuel Macron y Recep Tayyip Erdogan, nunca ha sido buena. Su dinámica política abarca insultos, rivalidades dialécticas y amenazas que suelen quedar en saco roto.

Sin embargo, la tensión entre Grecia y Turquía también han ido creciendo durante el pasado 2020, debido a los intereses turcos de acceder a zonas en las que hay acumulación de hidrocarburos, pero que se encuentran en aguas que Grecia y Chipre consideran propias y que Turquía pone en disputa. Por lo que tanto Grecia como Francia encabezaron en el pasado EUCO de diciembre, la necesidad de aplicar sanciones sobre el régimen de Erdogan.

, un avión de combate francés Rafale se acerca al portaaviones francés Charles de Gaulle, frente a la costa oriental de Chipre en el mar Mediterráneo AFP/MARIO GOLDMAN

De la misma forma, Turquía es un socio importante de la OTAN, no sólo por el tamaño de sus Fuerzas Armadas, sino por si posición geoestratégica. Sin embargo, los roces con aquí sí, sus aliados –Grecia y Francia principalmente–, ha provocado que la OTAN haya tenido que investigar los encontronazos en el Mediterráneo, sin que esto, a pesar de la queja francesa, implicase alguna sanción a Turquía. No obstante, el encontronazo sí supuso la salida de los buques franceses de la operación Sea Guardian que se desarrolla en el Mediterráneo, por lo que la actitud turca sí está afectando a la OTAN.

Desoyendo las advertencias de Europa, Turquía ha organizado en los últimos meses varias misiones de exploración de gas en el Mediterráneo oriental, en aguas que Atenas considera de su soberanía, lo que ha provocado una crisis diplomática entre ambos países. Grecia ha recibido un fuerte apoyo de Francia. 

Un soldado francés maneja una ametralladora en la puerta de un Airbus Helicopters H225M Caracal PHOTO/REUTERS

Ante un contexto geopolítico y económico tenso, la ministra de las Fuerzas Armadas, Florence Parly quiso mandar un mensaje a Turquía, con él envió de cerca de 500 soldados franceses realizando el sábado un "ejercicio antiterrorista" frente a las costas de Creta simulando una "situación de rehenes en un barco comercial", con "terroristas tomando el control de un barco y convirtiéndolo en una base de fuego en el agua", detalló Florence Parly durante una audiencia ante la comisión de Defensa del Senado. "Con este ejercicio, estamos enviando un mensaje: bajo nuestra vigilancia francesa y europea, este mensaje es que el Mediterráneo nunca será una zona sin ley", dijo Parly.

El buque turco de investigación sísmica Oruc Reis PHOTO/REUTERS

"Francia está decidida a participar en la preservación de la seguridad y la estabilidad de la cuenca mediterránea junto a sus aliados. Al proyectar sus medios de intervención a grandes distancias y utilizar sus excepcionales conocimientos técnicos, Francia demuestra que tiene los medios para defenderse con sus aliados", subrayó. 

Por lo tanto, podemos ver cómo la mala relación entre Turquía y Francia sigue aumentando en los últimos años en el tablero geopolítico, donde ambas partes han apoyado a lados opuestos en Libia, Siria y el Mediterráneo oriental. Como resultado, la relación entre ambas partes está en un punto muy bajo, del que probablemente no saldrá durante muchos años.

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