Ambas delegaciones discutieron cómo Jartum avanzaría en el proceso de paz árabe-israelí y se eliminaría el nombre del país de una lista estadounidense de Estados que patrocinan el terrorismo

Fructífera reunión entre Estados Unidos y Sudán sobre el futuro del país africano

photo_camera PHOTO/AFP - Mike Pompeo, secretario de Estado de los EEUU, junto con Abdalla Hamdok, primer ministro sudanés

Reunidos en Emiratos Árabes Unidos, una delegación sudanesa, encabezada por el teniente general Abdel Fattah al-Burhan, presidente del Consejo de Soberanía, y funcionarios de la Casa Blanca han mantenido una ronda de conversaciones sobre cómo Jartum avanzaría en el proceso de paz árabe-israelí y, a cambio, Estados Unidos eliminaría a Sudán de su lista negra de países que patrocinan el terrorismo.

Según un comunicado publicado por las autoridades sudanesas y recogido por la agencia de noticias Reuters, ambas delegaciones hablaron sobre cómo la paz podría estabilizar la región y asegurar una solución de dos Estados a la cuestión israelí-palestina, dijo el consejo soberano gobernante.

En una carta envidada al líder de la mayoría del Senado estadounidense, Mitch McConnell, este miércoles, Pompeo instó a que se aprobará la Ley de Inmunidades Soberanas, normativa que allana el camino para que Sudán sea retirada de la lista de países que patrocinan el terrorismo y que está lastrando económicamente al país africano.

Mike Pompeo, secretario de Estado de los Estados Unidos durante su gira por los países árabes

A finales de agosto, el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, realizaba la primera visita de un alto funcionario estadounidense al país africano. El viaje, de apenas unas horas, no tuvo el resultado que ambas partes pretendían pues el objetivo de Washington era llevarse un nuevo aliado en Oriente Medio para Israel, pero Jartum mostró su negativa a normalizar las relaciones con el país judío.

“El Gobierno de transición no tiene autorización (…) para decidir la normalización con Israel, y este asunto se decidirá una vez se complete las instituciones del poder transitorio”, dijo en su momento el portavoz del Gobierno sudanés, Faisal Saleh.

La rueda de prensa que se tenía prevista tras el viaje de Pompeo, junto con el primer ministro sudanés, Abdalla Hamdok, fue suspendida tras conocerse que la reunión entre las dos delegaciones no había conseguido sus objetivos: que Jartum estableciera relaciones con Israel y que Washington eliminara a Sudán de la lista de países patrocinadores del terrorismo. El país africano figura en esta lista desde que en la década de los 90 Osama Bin Laden, líder de Al-Qaeda, viviera como invitado del Gobierno del expresidente Omar al-Bashir.

Pero esta vez parece que se han logrado ciertos avances. El equipo de Al-Burhan voló hacia EAU donde mantuvieron “conversaciones serias y francas” sobre el futuro de la paz árabe-israelí, que conduciría a “la estabilidad en la región y preservaría el derecho del pueblo palestino a establecer su Estado de acuerdo con la visión de una solución de dos Estados”, dijo en un comunicado del Consejo sudanés tras el regreso de la delegación, según Reuters.

Desde que Al-Bashir fuera derrocado, las relaciones con Washington han mejorado considerablemente, y las relaciones con Israel, siempre un tema delicado con el país árabe también ha ido encontrando una normalización. En febrero, Al-Burhan se reunió con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en Uganda. Este encuentro fue condenado por la gran parte de los sudaneses en sendas manifestaciones, y suscitó algunas dudas sobre la normalización de los vínculos, aunque los aviones israelíes comenzaron a sobrevolar Sudán.

Hamdok recordó en el viaje de Pompeo, que la fase de transición por la que se encuentra Sudán “está liderado por una amplia coalición con una agenda específica para completar el proceso de transición, lograr la paz y la estabilidad en el país, hasta la celebración de elecciones libres”. 

Estados Unidos se comprometió con Sudán a que, si compensaba a las víctimas y cooperaba en la lucha antiterrorista, sacaría al país de la lista negra. 

En la carta de Pompeo a la Cámara Alta aseguraba que “Estados Unidos tiene una oportunidad única para garantizar que finalmente se proporcione compensación a las víctimas de los ataques terroristas respaldados por Al-Qaeda en 1998 en las Embajadas de Estados Unidos en Kenia y Tanzania, incluidas las victimas nacionales de EEUU que durante mucho tiempo han abogado por acuerdo de sus reclamaciones”.

El secretario de Estado declaró en la carta que Sudán posee de los fondos necesarios para pagar la compensación acordada a las víctimas de los atentados de Kenia y Tanzania, los ataques de 2000 al USS Cole y el asesinato del empelado de USAID, John Granville. 

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