Militares afines a Abdul Hamid Dbeibé ocuparon la capital de Libia para oponerse al nuevo primer ministro nombrado por el Parlamento de Tobruk

Grupos armados entran en Trípoli para evitar la toma de poder de Bashagha

AFP/MAHMUD TURKIA - Milicias en la Plaza de los Mártires en el centro de Trípoli, Libia

Cientos de vehículos con hombres armados penetraron en Trípoli para oponerse al ascenso al poder de Fathi Bashagha, el nuevo primer ministro de Libia designado por el Parlamento de Tobruk, y con el objetivo de defender los intereses del primer ministro saliente Abdul Hamid Dbeibé. 

Dbeibé es el líder del Gobierno de Unidad Nacional que salió elegido de manera interina para llevar a cabo la transición democrática en el país después de la cruenta guerra civil que ha enfrentado durante los últimos años al Gobierno de Acuerdo Nacional liderado por el anterior primer ministro Fayez al-Sarraj, que estaba radicado en Trípoli y apoyado por la Organización de Naciones Unidas (ONU), Turquía e Italia, y el Ejército Nacional de Libia dirigido por el mariscal Jalifa Haftar, que ha estado recibiendo el soporte de otras naciones como Rusia, Egipto o Francia y que ha estado aliado con el otro Gobierno oriental de Tobruk. 

Abdul Hamid Dbeibé

La guerra civil libia se desató en 2014 entre los bandos que optaban a hacerse con el poder tras el derrocamiento y muerte de Muamar el Gadafi y se intensificó a lo largo de los últimos años convirtiéndose en un conflicto internacionalizado con la participación de diferentes países interesados en la situación geoestratégica del país norteafricano y en sus recursos, principalmente el petróleo. 

Abdul Hamid Dbeibé fue designado primer ministro en funciones en 2021 tras el acuerdo alcanzado por las partes enfrentadas para llevar a cabo una transición democrática orientada a la celebración de elecciones a finales de ese año, pero estas se suspendieron porque no se daban las condiciones necesarias y tras el paso de los meses llegó el 10 de febrero la decisión del Parlamento de Tobruk de nombrar a Fathi Bashagha como nuevo primer ministro, a lo que las fuerzas leales a Dbeibé se han opuesto. Cabe destacar que la Administración de Tobruk, ligada a Haftar, ha venido recibiendo el apoyo de Rusia, entre otras naciones, y Dbeibé es una persona muy ligada a Turquía ya que ha tenido bastante relación empresarial con el país euroasiático. El Parlamento de Tobruk, vinculado al mariscal Haftar, consideró que el mandato de Abdul Hamid Dbeibé había terminado porque se habían suspendido las elecciones previstas para el mes de diciembre pasado y de esta forma se acabó nombrando a Fathi Bashagha, exministro del Interior, como nuevo primer ministro. 

Fathi Bashagha, fue nombrado primer ministro por el Parlamento de Tobruk

Este movimiento en Trípoli de grupos afines a Dbeibé llegó tras la movilización dirigida por el comandante Osama al-Juwaili, leal a Fathi Bashagha, quien anunció que su intención era tomar el poder de forma pacífica, como informó la agencia DW. La entrada de grupos armados en la capital se produjo también después de que se filtrase que Bashagha estaba desde el viernes en Trípoli, como señaló el medio Al-Arab. 

Según información publicada por DW, las fuerzas que apoyan a Bashaga están formadas por parte de las Brigadas Al-Nawasi, afiliadas a Mustafa Kaddour y hasta ahora ligadas a Trípoli, además de grupos de Al-Zawiya, en el noroeste, y de Warshafana.

Los movimientos se producen al tiempo que la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) patrocina en El Cairo las negociaciones entre Alto Consejo del Estado -que mostró su apoyo a Dbeibé- y del Parlamento para acordar una base constitucional que serviría para dirigir un proceso electoral, sin fecha prevista por la nueva división institucional entre las partes enfrentadas. 

Cámara de Representantes, en la ciudad oriental de Tobruk

Ahora se teme por un posible choque militar entre las fuerzas leales a Dbeibé y los grupos afines a Fathi Bashagha, lo que provocaría nuevo sufrimiento en Trípoli y, por extensión, en Libia, que llegó a convertirse en un Estado fallido donde no se ha llevado a cabo todavía un proceso democrático para celebrar elecciones e instaurar un poder elegido democráticamente de cara a sacar al país norteafricano de la difícil situación en la que está tras ocho años de guerra civil y de injerencia externa de algunos países que, según diversas informaciones de medios de comunicación y diferentes analistas, llegaron a enviar mercenarios a sueldo para luchar sobre el terreno, como los casos de milicias provenientes de Siria mandadas por Turquía o miembros de la compañía militar Wagner, asociada a Rusia. 

Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato