El expresidente del Gobierno de España José Luis Rodríguez Zapatero y el eurodiputado Juan Fernando López Aguilar respaldan la representatividad del Movimiento Saharauis por la Paz

Hach Ahmed ofrece un marco de negociación concreto entre Marruecos y el pueblo saharaui

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El Movimiento Saharauis por la Paz (MSP) ha sentado este viernes las bases para impulsar una negociación política que ponga fin al dilatado contencioso del Sáhara Occidental, que dura ya 47 años. Desde Las Palmas de Gran Canaria, tierra de enorme simbolismo para el pueblo saharaui, el primer secretario de la organización, Hach Ahmed Bericalla, ha esbozado un marco político concreto para “hacer converger los derechos del pueblo saharaui con los intereses de Marruecos” ante la atenta escucha del expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, el eurodiputado Juan Fernando López Aguilar y decenas de ciudadanos saharauis.

Personalidades reconocidas de la sociedad civil, chiujs (jefes tribales), políticos y académicos han acudido este viernes a la segunda y definitiva jornada de la ‘I Conferencia Internacional sobre la Paz y la Seguridad’, acogida en el centro cultural CICCA. Desde este emplazamiento, el MSP ha lanzado un manifiesto político, el denominado Manifiesto de Canarias, con propuestas “pragmáticas” para relanzar el proceso de paz y encontrar una solución mutuamente aceptable sobre el dosier del Sáhara. El documento, avanzan desde la organización, “será remitido a la ONU, así como a las diferentes instancias internacionales”. También Marruecos y el Frente Polisario lo tendrán a su disposición.

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“El Movimiento Saharauis por la Paz es el nuevo despertar. Se trata de la respuesta espontánea a un proceso supuestamente liberador y descolonizador que no ha traído más que desgracias al pueblo saharaui”, indicó Hach, que quiso enviar un mensaje de esperanza “a todos los saharauis allá donde estén, en la posición en la que estén”. El primer secretario y fundador del MSP, surgido de las cenizas de la Iniciativa de Saharauis por el Cambio, persigue desde 2020 una solución “realista” al conflicto.

Hach, exdirigente del Frente Polisario, definió al grupo como “la peor tragedia para el pueblo saharaui”. “Ha sido un viaje permanente hacia ninguna parte, repleto de desgracias y penalidades. Al final, los saharauis han sido masacrados por el capricho de proyectos fallidos”, trasladó el primer secretario del MSP, que abandonó la organización tras una serie de discrepancias internas, ante un auditorio repleto de antiguos altos mandos del Frente Polisario.

El fundador del MSP acusó al grupo de haber provocado el fracaso de la resolución del conflicto: “Se han sucedido no menos de 10 enviados especiales y tres secretarios generales de Naciones Unidas, todo esto desemboca en una pérdida de confianza”. “Hemos estado persiguiendo espejismos en virtud de una ideología destructiva”, remató para denunciar la falta de voces críticas, de democracia interna.

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Liderado por Hach y respaldado por notables líderes tribales, el MSP pretende disputar el liderazgo y la representatividad del pueblo saharaui que se ha arrogado desde hace décadas el Frente Polisario, una representatividad contemplada además en las sucesivas resoluciones de la ONU. Desde el movimiento denuncian, sin embargo, la falta de pluralidad en el seno del Frente Polisario, y apuestan por una vía alternativa que tienda puentes y sea constructiva. Una vía que, de acuerdo con Hach, “permita a los saharauis volver a su tierra y no depender de la caridad”.

En materia exterior, el primer secretario del MSP valoró como positiva la designación del nuevo enviado especial de la ONU, Staffan De Mistura. “Debe hacer respetar el alto el fuego, y nosotros aprovechar el interés que aún muestra la comunidad internacional en el conflicto”. También celebró la postura adoptada sobre el diferendo por Estados Unidos, Francia, Alemania “y especialmente España”. “La propuesta seria y creíble debe ser puesta a prueba”, añadió Hach.

Acabó el bloque con dos mensajes. Uno, dirigido al pueblo saharaui: “Hemos invitado a los representantes del Polisario, pero la oferta fue declinada”. Otro, a los que denominó como “amigos del Polisario en España”: “No entorpezcáis el debate, animad a la convivencia y no a los radicalismos”.

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Hach desgranó el contenido de la propuesta política del Movimiento Saharauis por la Paz, una propuesta que se traduce en la conquista de una amplia autonomía equiparable a la de los Estados libres asociados, Estados federales o, más concretamente, al de las autonomías en España. Este modelo, defendió el primer secretario general del MSP, dotaría al pueblo saharaui de un marco legal de autogobierno prácticamente inédito.

Los saharauis gozarían de instancias judiciales, representación política y servicios sociales propios. Incluso policía autonómica, formada y preparada para la protección del Sáhara y la defensa de zonas calientes como el Sahel, marcada en los últimos años por la creciente presencia de grupos yihadistas que amenazan la estabilidad de la región del Magreb. En este caso, bajo el Estado marroquí. Hach describió esta posibilidad como una prueba de fuego para testar la monarquía parlamentaria moderna de Marruecos.

Zapatero: “Los procesos históricos basan en el reconocimiento, no en la negación del otro”

El expresidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, protagonizó la segunda jornada de la ‘I Conferencia Internacional sobre la Paz y la Seguridad’. Un día después de que lo hiciera el exministro de Defensa, José Bono, Zapatero cerró filas con el MSP y con su fundador, en un acto en el que también estuvo presente el socialista Juan Fernando López Aguilar, presidente de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia e Interior en el Parlamento Europeo.

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El expresidente del Gobierno pidió el reconocimiento de las partes para involucrar al MSP en el diálogo. “El diálogo ya es un fin en sí mismo”, declaró un Zapatero que cree posible “un gran autogobierno para el Sáhara, en el que se reconozca su lengua y su identidad”. La llave para conseguirlo es la política, insistió, es el diálogo: “El diálogo no solo lleva al respeto, sino al reconocimiento del otro. Es la garantía de poder construir algo”.

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A su llegada a la conferencia, el expresidente del Gobierno quiso mandar un mensaje a la ONU: “Quien tiene que mover ficha es Naciones Unidas”. “Mi experiencia política me ha enseñado que el plan B siempre es mejor que el plan A”, indicó Zapatero en referencia al plan de autonomía bajo soberanía marroquí presentado por Rabat. “Yo en 2007 apoyé la autonomía, ahí tienen la hemeroteca, y mi Gobierno fue el que más ayuda económica en cooperación aportó al pueblo saharaui”, concluyó.

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López Aguilar habló del “dolor cronificado” por el conflicto, que, a su juicio, no debería durar otros 50 años. “Cualquier conversación en este asunto es una conversación en la que vale la pena participar –añadió–, y cualquier solución mutuamente aceptable será mejor que esto dure otros 50 años. Es un paso en la dirección correcta”.

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