El LNA de Libia y Egipto planean la estrategia conjunta ante los movimientos de Turquía y Qatar en favor del rival GNA

Haftar se reúne con el director de la inteligencia militar de Egipto en el cuartel general del Ejército Nacional libio

Khalifa Haftar, Libyan LNA Marshal, and Khaled Megawer, Director of Egypt's Department of Military Intelligence

El mariscal del Ejército Nacional de Libia (LNA, por sus siglas en inglés), Jalifa Haftar, recibió al director del Departamento de Inteligencia Militar de Egipto, el general de división Khaled Megawer, en su cuartel general.

Según la Oficina de Medios del LNA, en este encuentro Haftar recibió un relevante mensaje del presidente de Egipto, Abdel Fattah al-Sisi, a través del director de la inteligencia militar egipcia, que puede estar en sintonía para desarrollar una estrategia conjunta ante la dinámica que están tomando Turquía y Qatar en favor del Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA, por sus siglas en inglés) del primer ministro Fayez Sarraj. 

La guerra civil de Libia, que se desarrolla desde 2014, enfrenta al LNA, asociado al otro Ejecutivo oriental de Tobruk y apoyado externamente por Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Francia y Rusia, contra el GNA, que tiene el citado sustento de Qatar y Turquía, además del de Italia y la Organización de Naciones Unidas (ONU) desde 2016.

Este enfrentamiento estaba siendo dominado por las huestes de Jalifa Haftar desde la última operación militar lanzada en abril de 2019 sobre la capital de Trípoli, sede del GNA; pero la intervención militar de Turquía, que ha destinado mercenarios a sueldo procedentes de Siria (adscritos a grupos ligados en el pasado a entidades terroristas como Daesh y Al-Qaeda, como han señalado diversas fuentes), ha provocado un giro de los acontecimientos a favor de las milicias afines a Sarraj, las cuales tomaron núcleos importantes como Sorman Sabratha o la base aérea de Al-Watiya. Un apoyo de la nación euroasiática que cuenta con el soporte del músculo financiero de Qatar. 

Jalifa Haftar, mariscal del LNA libio, y Khaled Megawer, director del Departamento de Inteligencia Militar de Egipto

El eje formado por el GNA, Turquía y Qatar podría estar planeando tomar los enclaves libios de Sirte y Jufra, considerados como una línea roja que no se debe traspasar por parte del vecino Egipto. De hecho, El Cairo amenazó con utilizar su Ejército si se lanzaba una operación contra estos objetivos. 

También, hay informaciones sobre la zona de Misurata. En este sentido, una fuente egipcia anunció el martes, según el medio Al-Arabiya, que los rumores de un pacto entre la monarquía del Golfo y la nación otomana para convertir el puerto de Misurata en un nodo al servicio de Ankara es una infracción y una amenaza para la región. La opción de que Misurata sea una base militar turca, con la que se especula tras la reciente visita de los ministros de Defensa turco y qatarí a Trípoli, está generando bastante preocupación. 

Todo esto se produce cuando diversas fuentes indicaron a Al-Arabiya TV que Turquía, Qatar y el GNA habían acordado otorgar pasaportes libios a los mercenarios enviados por Ankara y Doha para apoyar a las fuerzas militares afines al Gobierno tripolitano. El pacto turco-qatarí con Fayez Sarraj decidió integrar a estos mercenarios en las fuerzas del Gobierno de Acuerdo Nacional, bajo la supervisión de Turquía. El acuerdo que selló a finales del año pasado Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, con el primer ministro Fayez Sarraj aseguró precisamente este apoyo militar y también el reparto de zonas económicas atractivas para los intereses otomanos, muy centrados en la posición geoestratégica del norte de África y en las explotaciones de gas y petróleo. 

A estos mercenarios sirios, somalíes y tunecinos, según fuentes de Al-Arabiya, se les asignarán diversas tareas como proteger Trípoli, la sede del GNA.

Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato