Huntelaar vuelve a por Casillas

Muchas historias preceden al partido entre España y Holanda aunque la más reciente y la más antigua es la de Iker Casillas y Klas Jaan Huntelaar. El portero y el delantero compartieron vestuario en el Real Madrid y su reencuentro hace unos meses sirvió para acabar con la imbatibilidad del meta madrileño. Era diciembre de 2008 cuando el Real Madrid fichó a Huntelaar y a Diarra en el mercado de invierno. Los 20 millones invertidos en el delantero no tardaron en convertirse en goles, hasta 8 tantos en 20 partidos con la camiseta blanca.  La inoperancia de la directiva de Ramón Calderón en su etapa como presidente blanco llevó al club a un ridículo más. Sólo uno de los fichajes podría ser inscrito en la Liga de Campeones para jugar lo que restaba de temporada. Schuster decidió quedarse con el mediocentro defensivo para intentar tapar los agujeros que tenía el equipo. 

 

Se cuenta que la decisión no gustó a Casillas, que prefería que fuera el holandés el que jugará la Champions. No le faltaba gol y el Real Madrid venía de una buena experiencia con Van Nistelrooy en esa posición.  Causas extradeportivas dieron con Huntelaar en el Milan. Un fichaje de Ramón Calderón que no quería Florentino y un delantero en el que no creyó nunca Pellegrini. Este cúmulo de despropósitos dio con el último delantero centro puro que ha pasado por el Bernabeu en la calle. Luego llegarían los Kaká, Benzema, Cristiano, Bale… y a nadie, excepto a Casillas, le dio tiempo para acordarse de aquel rubio de mirada perdida que tenía un olfato de gol digno de los grandes delanteros de Europa. El reencuentro llegó en febrero de 2014. El Real Madrid caminaba rumbo a la Décima cuando el Schalke 04 se cruzó en su camino de octavos de final. Allí no estaba Raúl pero el equipo estaba configurado en torno a Huntelaar. Un delantero que se había destapado en la Bundesliga con 48 goles en una sola temporada. 

No hubo rival y el Real Madrid se impuso 1-6 en Gelsenkirchen pero el tanto alemán lo marcó el holandés errante que volvía a ver a uno de sus pocos defensores en la casa blanca. Es más, aquel gol 952 minutos después rompía uno de los tantos récord de imbatibilidad que ha superado Casillas la temporada que menos partidos ha jugado desde que llegó al primer equipo del Real Madrid. Un gol testimonial de un tipo cuyo paso fugaz por el Real Madrid pudo haber sido mucho más importante de no haber estado rodeado de decisiones de despacho. Entra dentro de los indemostrable que diría Del Bosque. Lo que puede verse sobre el césped de Salvador de Bahía es un duelo más entre dos amigos que lo fueron y que el destino separó. Casillas y Huntelaar, años después con Brasil de fondo.