Según el informe del Consejo de Empresarios Iberoamericanos ya se han tomado medidas de contingencia y de protección social para los parados, pymes, mipymes y colectivos vulnerables

Iberoamérica hace frente a la crisis económica consecuencia de la COVID 19

AFP/PEDRO PARDO - América Latina y el Caribe, la región del mundo con mayor número de infecciones, registró 400.000 muertes relacionadas con el virus el 30 de octubre de 2020, según el recuento de AFP

La pandemia ha provocado un fuerte impacto a nivel económico en Iberoamérica inmersa, ya de por si, en una serie de carencias como un menor espacio fiscal, mayor polarización social, sistemas de protección social fragmentados y sin cobertura universal, una fuerza laboral con mucha informalidad, el crecimiento más bajo en los últimos siete años, mayores tasas de endeudamiento y nuevas clases medias que todavía muestran signos de vulnerabilidad.

A lo largo del Informe “Más iberoamérica, una apuesta decidida por la región”, donde se recogen las actividades desarrolladas desde el Consejo de Empresarios Iberoamericanos-CEIB, la Secretaría General Iberoamericana-SEGIB y la Federación Iberoamericana de Jóvenes Empresarios-FIJE, se ofrecen las claves sobre las diferentes medidas implementadas por las organizaciones empresariales ante la COVID 19 en esta región.

Según previsiones del Banco Mundial, la Región decrecerá un 7,2% este año; y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) prevé que en este período podría haber 30 millones más de personas en situación de pobreza, de las que 16 millones se encontrarían en una situación extrema.

Por su parte, el banco Interamericano de Desarrollo (BID), a su vez, estima que se perderán en torno a 12 millones de empleos en el sector formal y que el informal se incrementará del 54% al 62%

Ya se han adoptado medidas de contingencia y de protección social para los parados, pymes, mipymes y colectivos vulnerables; pero, en opinión de los líderes empresariales, son paquetes de medidas todavía insuficientes, especialmente a la hora de ampliar los servicios esenciales y proteger a la población y al tejido empresarial. Se necesitan, por tanto, respuestas nacionales más contundentes e internacionales más decididas.

Ahora, más que nunca, se necesita una acción firme de los organismos financieros internacionales y de los bancos de desarrollo. Es cierto que se han emprendido numerosas iniciativas conjuntas desde los gobiernos, las empresas y la sociedad civil, cimentando así una gran plataforma de colaboración durante los últimos años.

Los países de Iberoamérica han implementado los instrumentos de apoyo para superar la crisis actual traducidos en medidas concretas, principalmente económicas, con el objetivo de ayudar a las empresas, trabajadores y población en general. Sin ellas no sería posible lograr la recuperación del tejido productivo, de los empleos y del conjunto de sectores, que contribuyen al crecimiento y al desarrollo de los países.

Atalayar_ America Latina efectos Covid 19

Por su parte, desde las organizaciones empresariales iberoamericanas se han sugerido y demandado una serie de propuestas concretas urgentes que garanticen el bienestar de la sociedad y un apoyo decidido al tejido productivo.

En la mayoría de países se han adoptado una serie de iniciativas económicas, fiscales o sociolaborales, tales como la moratoria en el pago de impuestos y a la Seguridad Social para dar flexibilidad a las empresas; la suspensión temporal de los contratos de trabajo, la reducción de las jornadas laborales para evitar despidos; bonos o subsidios temporales del Estado para las personas que se queden sin ingresos. Asimismo, en muchos países se han establecido períodos de gracia en el pago de créditos sin penalizaciones o fondos para capital de trabajo.

En el ámbito empresarial, destacan medidas como los fondos de garantía o los créditos blandos, para que no falte liquidez a las empresas y no haya un problema de solvencia.

Los expertos en estas materias llaman la atención en el hecho de que estos paquetes de medidas sean suficientes en todas las zonas de igual manera. En los países desarrollados estas medidas representan el 20% del PIB, mientras que en los países en desarrollo tan sólo representan un 4%, por lo que consideran indispensable hacer un llamamiento al Fondo Monetario Internacional y a las instituciones financieras de la Región en ayuda a los países más vulnerables. Una crisis global como ésta, requiere una respuesta global.

Por otro lado, se han puesto en marcha medidas de acompañamiento a las empresas en materia de comercio electrónico, facilitando las alianzas entre instituciones, gobiernos y plataformas ecommerce, en claro apoyo a las pymes, ayudándolas también a adquirir las habilidades y capacidades necesarias para dar el salto definitivo a la digitalización y, fomentar así, mayores posibilidades para la comercialización. Además, se han tenido muy en cuenta los colectivos más vulnerables y a los sectores más afectados, especialmente en el ámbito de los servicios, como puede ser el caso del turismo. 

Debemos tener en cuenta que cuando salgamos de la crisis, la oferta seguirá existiendo, pero la demanda quedará muy deteriorada. Por esta razón desde las organizaciones empresariales se considera fundamental articular no sólo marcos nacionales, sino también en el espacio iberoamericano, para lograr la integración de las distintas políticas y recuerdan que puede haber una recuperación muy rápida en función de lo que hagamos ahora. Se trata de salvar vidas, economía, empleo, empresas y cuidar a los trabajadores; dependerá de todos estos factores que tengamos que hacer frente a una crisis temporal y no estructural.

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