Imputado el jefe de gabinete de la exministra de Exteriores González Laya por la entrada de Brahim Ghali en España
Rafael Lasala, titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza, ha imputado a Camilo Villarino, jefe del gabinete de la anterior ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, por la entrada en España de Brahim Ghali, dirigente del Frente Polisario, y le tomará declaración el 1 de septiembre a petición de Antonio Urdiales, abogado de la acusación particular.
Brahim Ghali entró en territorio español el 18 de abril en un avión argelino que llegó a la Base Aérea de Zaragoza sin someterse a controles de frontera ni de revisión de documentación, como informaron diferentes medios. De ahí fue trasladado en ambulancia al Hospital San Pedro de Logroño para ser tratado de una importante afección respiratoria y, según diferentes informaciones, fue hospitalizado bajo otra identidad, a nombre de Mohamed Benbatouche.
Al conocerse la presencia de Ghali en España se desató una crisis diplomática con Marruecos, que pidió explicaciones a través de su Ministerio de Asuntos Exteriores denunciando la falta de colaboración y la ausencia de información por parte de un país vecino y considerado aliado como el español. La ya exministra de Asuntos Exteriores Arancha González Laya alegó motivos humanitarios para permitir la entrada del líder del Frente Polisario, pero esa razón no contentó al reino alauí.
A partir de ahí se fueron sucediendo episodios que tensaron la situación entre España y Marruecos, como la entrada de miles de inmigrantes de manera irregular a través de la frontera de Ceuta o la exclusión de España de la Operación Paso del Estrecho que facilita la vuelta de marroquíes a su territorio para pasar la temporada estival. Todo ello dio muestra de la mala situación de la relación hispano-marroquí.
Tras todo esto subyace el asunto importante del Sáhara Occidental, cuestión de gran relevancia para Marruecos, que entiende que España no ofrece al apoyo suficiente a su postulado basado en una amplia autonomía para la región saharaui bajo soberanía marroquí. Una propuesta del Reino que ha recibido importantes apoyos en el plano internacional, incluido el del pasado Gobierno de Estados Unidos de Donald Trump y el del actual Ejecutivo estadounidense de Joe Biden. El reino alauí también recibió signos positivos para su propuesta como la apertura de diversos Consulados de países relevantes como el gigante norteamericano o Emiratos Árabes Unidos en enclaves estratégicos como Dajla o El Aaiún.
Por el contrario, la iniciativa del Frente Polisario que defiende la celebración de un referéndum de independencia saharaui no tiene prácticamente apoyos internacionalmente, destacando en este caso el de Argelia.
Ante el conocimiento de la presencia de Ghali en España, la Audiencia Nacional citó a declarar al jefe del Frente Polisario, sobre el que existían un par de querellas por presuntos delitos de terrorismo y genocidio interpuestas por la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (ASADEDH) y por el activista saharaui Fadel Breica. Ghali declaró telemáticamente el 1 de junio, pero no se le impusieron medidas cautelares y pudo salir de España el 2 de junio, desde Pamplona, para viajar a Argelia, donde fue hospitalizado y recibió la visita del presidente argelino Abdelmadjid Tebboune y del jefe del Ejército Said Chengriha. Precisamente, una de esas querellas fue archivada recientemente.
El abogado Antonio Urdiales pretende ahora que se explique la entrada y salida de Ghali de España y si ha habido un posible delito de encubrimiento o prevaricación. Urdiales indicó a la agencia de noticias Europa Press que el dirigente del Frente Polisario, según un informe del coronel jefe de la Guardia Civil de Navarra, a su salida de España pasó presuntamente por la sala de autoridades del Aeropuerto de Noain, recibiendo así un trato especial sin controles que no le correspondía.
En una providencia del juez Lasala, de fecha 9 de agosto, el mismo 1 de septiembre se cita también como testigo al teniente general y segundo jefe de Estado Mayor del Aire, Francisco Javier Fernández Sánchez. No se le llama como investigado porque, según indica el titular del Juzgado de Instrucción número 7, "no constan indicios de que supiera que la persona que llegaba a España tuviera o no pasaporte diplomático o estuviera exento por cualquier causa del control de pasaporte y de aduana".
El jefe de la oficina de la presidenta de La Rioja, Eliseo Sastre, también comparecerá como testigo, a falta de confirmación de fecha. La acusación ha pedido también que asista a declarar el secretario general técnico en el Ministerio de Asuntos Exteriores, José María Muriel Palomino, como informaba el diario El Mundo.
Desde España se buscó recientemente un giro político para reconducir la relación diplomática con Marruecos y por eso se sustituyó a Arancha González Laya para poner al frente del Ministerio de Asuntos Exteriores a José Manuel Albares, antiguo embajador en París que ya dio muestras de considerar al reino alauí como un país vecino y amigo con el que hay que cooperar estrechamente.
Mientras, Brahim Ghali no ha recibido el alta hospitalaria en Argelia dos meses después de abandonar España. El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz espera cerrar los últimos flecos de la querella que queda contra el dirigente del Frente Polisario en septiembre, mientras el otro magistrado de Zaragoza lleva a cabo la citada investigación respecto a la actuación del Ministerio de Exteriores español por su entrada en el país.
Ghali continúa ingresado en el Hospital Central del Ejército de Ain El Naaja, en Argelia, más de dos meses después de salir de España. Allí conoció el sobreseimiento de una de las querellas que el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional mantenía abiertas. Fuentes de su entorno aseguraron a el medio El Confidencial Digital que “está tranquilo” y que espera que lo mismo suceda en septiembre con la causa que todavía se mantiene viva. El jefe del Frente Polisario, de 72 años, pretende regresar al Sáhara Occidental, tal y como informó Confidencial Digital.
