Inauguración en Dajla del Centro Internacional de Investigación sobre la Prevención de los Niños Soldado
Este jueves día 31 de marzo, fue inaugurado en Dajla el Centro Internacional de Investigación sobre la Prevención de los Niños Soldados. Al acto acudieron el ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero, Nasser Bourita, el Wali de la región de Dakhla Oued-Eddahab, Lamine Benomar, y el presidente del centro, Abdelkader Filali, así como varios expertos e investigadores de países como Estados Unidos, Francia, Mali y Camerún. Según se informó, el objetivo de este centro es proporcionar datos precisos para formular una acción coordinada e informar, desde la comunidad académica y su labor de investigación, sobre este complicado asunto de los niños soldado.
Esta positiva noticia sin duda contrasta con el bochornoso espectáculo vivido recientemente durante la visita a los campamentos de Tinduf del nuevo enviado especial de Naciones Unidas para el Sáhara, Staffan de Mistura. En ella, tal y como recogieron diversos medios y se denunció públicamente, se programó dentro de los actos de agasajo al invitado de honor nada menos que un desfile militar infantil ante los ojos del propio De Mistura. Sin duda una lamentable forma de empezar las relaciones con una de las partes en liza en este diferendo que va camino del medio siglo.
De paso, una curiosa forma de tirarte piedras contra tu propio tejado. Flaco favor le hizo a los suyos el iluminado que ideó un despropósito de semejantes características, además de por su inmoralidad, por la imagen dada en términos estratégicos ante una autoridad a la que pretendes seducir con argumentos más sólidos que un desfile militar de niños como demostración de fuerza, obviando simultáneamente todo tipo de disposiciones internacionales en materia de derechos humanos que prohíben taxativamente el reclutamiento forzoso de menores y el uso de armas por parte de estos.
Sabíamos que el Polisario era capaz de algo así, son ya muchas las veces que ha presumido de esta ignominiosa iniciativa y así lo denunciamos en su momento, pero no esperábamos que llegasen al culmen del descaro de consumarlo nada menos que delante del nuevo enviado especial de Naciones Unidas para el Sáhara, vulnerando el derecho internacional humanitario, que prohíbe categóricamente reclutarlos, alistarlos y que participen directamente en cualquier tipo de hostilidad conforme al Protocolo Facultativo a la Convención de los Derechos del Niño.
En contraposición a esto, desde el Sáhara marroquí se ha dado un paso diametralmente opuesto con la apertura de este centro. En la conferencia de inauguración, el propio Bourita afirmó que "la elección de Dajla como anfitrión del Centro Internacional de Investigación sobre la Prevención de los Niños Soldados es un reconocimiento al papel de Marruecos como proveedor de paz, seguridad y estabilidad". Y recalcó que hoy más de 460 millones de niños viven en una zona de conflicto y más del 15% de los niños soldados son niñas, subrayando que este fenómeno no es exclusivo de África. "Niño soldado debe ser un oxímoron. ‘Niño’ y ‘soldado’ no pueden ni deben ir nunca de la mano. El lugar de los niños está en la escuela y no entre los grupos armados y las milicias". En ese sentido, recordó la implicación del Polisario antes referida al aseverar con rotundidad que "el adoctrinamiento y el enrolamiento de niños por parte de las milicias armadas del Polisario constituyen un crimen inhumano, y una negación de los derechos elementales de los niños reclutados. El alistamiento de niños es forzado por el Polisario y alentado por Argelia, en los campamentos de Tinduf, alimentando la inestabilidad en el norte de África y en el Sahel".
El papel de Marruecos en este ámbito también es notable en cuanto a su compromiso con la legalidad internacional, ya que el Reino ratificó el 22 de mayo de 2002 el protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño, relativo a los niños soldados. Así, el Gobierno marroquí se comprometió en el acto de apertura de dicho centro a implementar las disposiciones de la Convención y las del Protocolo Facultativo y garantizar la armonización de la legislación marroquí con sus principios.
Además, existen mecanismos e instrumentos para la protección de los niños contra todas las formas de abuso, explotación, violencia y delincuencia organizada, como el Observatorio Nacional de los Derechos del Niño, creado en 1995, y donde Marruecos adoptó en 2020 los principios de Vancouver sobre el mantenimiento de la paz y la prevención del reclutamiento y uso de niños soldados.
