Irán blinda militarmente la frontera con Azerbaiyán y Armenia
La República islámica de Irán está sufriendo daños colaterales debido a los enfrentamientos en Nagorno-Karabaj. Por ello, el Ejército iraní anunció el viernes el despliegue de más unidades blindadas en la región noroeste fronteriza con Azerbaiyán y Armenia con el objetivo de proteger el territorio iraní.
Las fuerzas de seguridad iranís temen que las tropas de ambos bandos enfrentados crucen la frontera más allá de los límites. Ya hace un mes que vienen denunciando la caída de cohetes extraviados dentro de la región.
Los enfrentamientos entre Azerbaiyán y Armenia han dado lugar a que varios cohetes y misiles extraviados caigan en aldeas y zonas adyacentes a la frontera entre los dos países con Irán, así lo informó la agencia local iraní de noticias Mehr. En estos ataques a principios de octubre varias casas fueron dañadas y un niño de 6 años resultó herido.
A lo largo de las últimas semanas Irán ha ido mandando efectivos militares a la frontera con intención de proteger la misma en caso de que los ejércitos enfrentados de Armenia y Azerbaiyán se pasen de la raya. "Ningún poder puede intentar cambiar la geografía de la región, no lo toleraremos", aseguró Heidarí en la televisión estatal.
El comandante de la Fuerza Terrestre, el general de brigada Kiumars Heidarí, aseveró hoy que el Ejército hará "todo lo posible para mantener la seguridad y la paz en las zonas fronterizas". En esta ocasión, se han enviado los efectivos militares desde el cuartel general del Ejército ubicado en la ciudad de Urmia.
Esta región fronteriza fue ayer visitada por el comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria iraní, Hosein Salamí, quien advirtió que las Fuerzas Armadas darán una "respuesta decisiva a cualquier acto de agresión”.
El comandante jefe, refiriéndose al conflicto de Nagorno-Karabaj, aprovechó para instar a ambas partes a respetar las fronteras internacionales y a resolver sus problemas mediante el diálogo. "Nuestra línea roja es garantizar la seguridad, la paz y la estabilidad de la población", agregó.
La guerra en Nagorno-Karabaj, que estalló el pasado 26 de septiembre, se concentra ahora en la capital de la región, Stepanakert, donde murieron tres civiles ayer. El Ejército azerí también está concentrando su ofensiva en la segunda ciudad más importante del enclave de Artsaj, Shushi.
"Azerbaiyán mantiene bajo intenso fuego de artillería Stepanakert y Shushi. Varias casas ardieron en Shushi. Hay destrucciones en Stepanakert. Según datos preliminares, murieron tres civiles", escribió en Twitter el defensor del Pueblo de Artsaj, Artak Beglarián.
Según el Ministerio de Defensa de la autoproclamada república de Nagorno-Karabaj, el Ejército local repelió numerosos ataques de las fuerzas azerbaiyanas contra Shushi, situada a solo unos 15 kilómetros al suroeste de Stepanakert.
Irán está intentando mediar entre las partes en conflicto y ha elaborado una iniciativa de paz que fue presentada la semana pasada por el viceministro de Exteriores, Abas Araqchí, en un viaje a Bakú, Moscú, Ereván y Ankara.
Pero por el momento parece que no habrá diálogos entre Armenia y Azerbaiyán. El presidente de Azerbaiyán, Ilham Alíev, considera que no tiene ningún sentido sentarse a negociar en estos momentos con el primer ministro armenio, Nikol Pashinián.
En una entrevista concedida a EFE por videoconferencia desde Bakú, el jefe de Estado azerbaiyano afirma que se ha reunido en muchas ocasiones con Pashinián, en el poder desde 2018, “pero prácticamente todos los encuentros fueron inútiles", afirma el presidente.
"No tiene absolutamente ningún sentido. He tenido muchas reuniones con él en los últimos dos años, pero todas fueron absolutamente inútiles y sin sentido, salvo los primeros, en los que me prometió que, si Azerbaiyán le daba tiempo después de la llamada revolución, él reforzaría su posición política en Armenia y trabajaría de manera constructiva para implementar los principios básicos" del arreglo al conflicto, señaló Alíev.
Estos principios elaborados en Madrid en 2009 auspiciados por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) establecen, entre otros elementos, la retirada por parte de las tropas armenias de los territorios ocupados.
Los Acuerdos de Madrid fueron un intento de avivar la resolución del conflicto por parte del Grupo de Minsk, un órgano creado en 1992 para resolver este conflicto territorial. Los copresidentes del grupo de Minsk son Rusia, Francia y Estados Unidos. Además, el grupo está integrado por Bielorrusia, Alemania, Italia, Suecia, Finlandia y Turquía, así como por Azerbaiyán y Armenia.
Durante el encuentro en 2009 se propusieron tres líneas para relajar las tensiones: primero, los habitantes de Artsaj podrían decidir si ser de Armenia o de Azerbaiyán. El segundo punto instaba al Ejército armenio a retirarse de la región ocupada al sureste de Nagorno-Karabaj. Y, por último, Azerbaiyán garantizaría un corredor humanitario para todos los que quieran salir de Artsaj hacia Armenia.
Estas conversaciones quedaron en saco roto ya que ninguno de los dos países estaba dispuesto a renunciar al territorio de Nagorno-Karabaj. Pero Aliev afirma que Pashinián sí que parecía haber cambiado de opinión en sus primero encuentros. "Eso es lo que me dijo en los primeros meses de su liderazgo al frente de Armenia. Pero un año después ha empezado a decir cosas totalmente diferentes", indicó el presidente azerbaiyano.
Así es como ambos presidentes han dejado en manos de sus ministros de Exteriores las distintas disputas que pueda haber mientras se desencadena la guerra. Los ministros Zohrab Mnatsakanián (Armenia) y Jeihun Bayrámov (Azerbaiyán) se han reunido en Ginebra, Moscú y Washington. Desde que se ha reactivado el conflicto han intentado acordar varios alto el fuego que no han sido respetados por ninguna de las partes.
En la entrevista el jefe de Estado de Azerbaiyán desde 2003 asegura que no quiere la guerra y que la parará inmediatamente si Pashinián le presenta un calendario específico y declara la retirada de sus tropas de la parte del distrito de Agdam que aún está bajo ocupación.
