La Guardia Revolucionaria enseña músculo en medio de las tensiones con Estados Unidos

Irán revela un depósito de misiles en la costa del Golfo

photo_camera AFP/HO/IRAN PRESS - Una imagen tomada de las imágenes obtenidas de la agencia de noticias estatal Iran Press el 9 de febrero de 2020 muestra el lanzamiento del nuevo misil Raad-500

Un vídeo emitido a través de los medios de comunicación iraníes muestra al mayor general de la Guardia Revolucionaria Islámica, Hossein Salami, recorriendo un túnel de varios kilómetros de longitud plagado de material militar junto al resto de líderes del cuerpo de élite.

Las autoridades persas han desvelado, de esta forma, la existencia de un depósito subterráneo para albergar una gran cantidad de misiles balísticos y camiones con lanzadores situado al sur de la provincia de Hormozgán, en la costa del Golfo. Impresas en el suelo del complejo, las banderas de Estados Unidos e Israel eran pisadas por la plana mayor de la Guardia Revolucionaria en la entrada. 

“Lo que ves hoy es una de las varias instalaciones de misiles estratégicos navales de la Guardia Revolucionaria”, manifestó Salami en unas declaraciones recogidas por la agencia de noticias estatal MEHR. El comandante en jefe señaló, además, que “los misiles tienen un alcance de cientos de kilómetros, su precisión ha mejorado y tienen un alto poder destructivo”.

Las declaraciones eran una advertencia directa a Estados Unidos, quien, horas antes de la inauguración de la base, había desplegado cuatro pares de bombarderos B-52 de largo alcance con capacidad nuclear, un portaaviones y un submarino de misiles guiados en la región.

El objetivo del despliegue era disuadir las amenazas de los funcionarios iraníes y de sus aliados regionales emitidas tras los asesinatos del general Qassem Soleimani hace justo un año, y del científico Mohsen Fajrizadeh el pasado mes de noviembre.

Amenaza nuclear constante

Días después de incrementar sus operaciones para hacerlo al 20, Teherán aseguró ser capaz de enriquecer uranio hasta el 60%. Este movimiento supone una violación del acuerdo nuclear firmado en 2015 y, según las autoridades persas, se produce como respuesta a la decisión de Donald Trump de abandonar el acuerdo de forma unilateral en 2018. 

Behrouz Kamalvandi, portavoz de la Organización de la Energía Atómica de Irán (OEAI), reveló que Irán tiene en estos momentos cuatro toneladas de uranio enriquecido al 4% y que la OEAI está preparada para producir hasta diez millones de toneladas de uranio al año. La revelación coincide, además, con el primer simulacro con drones de fabricación propia llevado a cabo en la provincia norteña de Semnán.

Joe Biden se ha comprometido a restablecer el acuerdo en cuanto asuma el cargo. En un artículo del pasado mes de noviembre, el presidente electo aseguraba que ofrecería a Teherán “un camino creíble de regreso a la diplomacia”. El demócrata prometía que “si Irán regresa a un estricto cumplimiento del acuerdo nuclear, Estados Unidos volvería a unirse al acuerdo como punto de partida para las negociaciones de seguimiento”.

Imagen de misiles iraníes

No obstante, el ayatolá Alí Jamenei, líder supremo de Irán, aseguró el pasado viernes que su país “no tenía prisa” por unirse al acuerdo nuclear y defendió un levantamiento de las sanciones contra Teherán independientemente de si Estados Unidos se reincorpora al pacto. Muchos líderes políticos iraníes han asegurado que “la capacidad de defensa y misiles de Irán no es negociable”.

Teherán anunció el pasado sábado que expulsará a los inspectores de vigilancia nuclear de las Naciones Unidas a menos que se levanten las sanciones de Estados Unidos antes de la fecha límite del 21 de febrero. El Parlamento aprobó una ley que obliga a detener las inspecciones de la Agencia Internacional de Energía Atómica y a aumentar el enriquecimiento de uranio más allá del límite establecido en el acuerdo nuclear de Teherán de 2015, en caso del no levantamiento de las sanciones.

Desconfianza mutua

En la perenne espiral de acusaciones, el ayatolá Jamenei transmitió su desconfianza en las vacunas contra la COVID-19 producidas por Occidente y prohibió su ingreso al país. “No debemos importar la vacuna de EEUU, Reino Unido o incluso Francia. No confío en ellos”, dijo Jamenei en un discurso dirigido a la nación través de la televisión estatal.

Estas provocaciones se suman a la retención de un petrolero químico surcoreano y de su tripulación llevado a cabo por las autoridades persas cuando atravesaba sus aguas. Abbas Araghchi, viceministro de Asuntos Exteriores iraní, aseguró que la incautación no está relacionada con la congelación de divisas y bienes iraníes en el país asiático, sino por una cuestión medioambiental, ya que el buque estaba vertiendo crudo en las costas del golfo Pérsico.

El Departamento de Estado de Estados Unidos condenó ambas acciones en lo que ya es la disputa más caldeada de la región. 

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