Irán y la OIEA alcanzan un acuerdo para retomar las negociaciones y evitar la crisis del JCPOA
A pesar de meses de negociaciones en Viena a principios de este 2021 para restaurar el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés), los resultados fueron escasos, por no decir inexistentes. Las conversaciones estaban marcadas por continuos reproches y ninguna voluntad de dar el brazo a torcer por parte de nadie. Ni Estados Unidos estaba dispuesto a levantar las sanciones impuestas a Irán, ni los iraníes querían volver a un acuerdo que limita el enriquecimiento de iranio a un 3,67%, mientras ahora mismo lo enriquecen y almacenan al 60%.
La llegada del nuevo Gobierno a Teherán abría la puerta a un nuevo comienzo de las negociaciones, algo que el presidente Ebrahim Raisí descartó, al menos en los primeros meses. Sin embargo, ahora, el viaje de Rafel Grossi, jefe del organismo de control nuclear de las Naciones Unidas, a la capital iraní, ha hecho cambiar el rumbo de unas negociaciones que parecían destinadas a seguir estancadas. Tras un encuentro con Mohammad Eslami, el recién nombrado jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán, catalogado por ambas partes como “muy productivo”, se ha llegado a un acuerdo para retomar las conversaciones en Viena en búsqueda, una vez más, de la vuelta al JCPOA.
Desde la salida de forma unilateral por parte de Estados Unidos en el año 2018 bajo la presidencia de Donald Trump, la situación no ha hecho otra cosa que empeorar. Irán no ha respetado ninguna de las cláusulas del acuerdo y ha amenazado en numerosas ocasiones con aumentar aún más el enriquecimiento de uranio. Por el momento, han alcanzado el 60% de pureza, lo que preocupa seriamente a la OIEA que ve cada vez más cerca la posibilidad de desarrollo de armas nucleares iraníes, para lo que se necesita uranio enriquecido más o menos al 90%.
Uno de los aspectos que se abordó en la reunión entre Grossi y Eslami fue el de la vigilancia de las centrales nucleares iraníes. La suspensión de la aplicación del protocolo adicional del Tratado de No Proliferación Nuclear fue un duro golpe para la confianza entre la OIEA e Irán. Gracias a ese protocolo, los inspectores internacionales tenían la capacidad de realizar controles sin previo aviso en las instalaciones nucleares de cualquier país. En referencia a ello, Grossi dijo en su momento que “la confianza del Organismo de que puede mantener un conocimiento continuado (de las actividades nucleares de Irán) se está deteriorando con el tiempo y ahora ha empeorado aún más”.
Existe un acuerdo firmado hace tres meses – en principio preparado para durar sólo un mes – y que se mantiene aún en vigor, por el que Irán permitía un acceso a los inspectores de la OIEA a los equipos de vigilancia. Aunque el acceso era muy limitado y el alcance mínimo, desde la organización liderada por Grossi quieren extender ese acuerdo. Por eso, en la reunión entre Rafael Grossi y Mohammad Eslami, se acordó un nuevo viaje del jefe de la OIEA en las próximas fechas para reemplazar las tarjetas de memoria de las cámaras y los sistemas de seguridad de las centrales.
Desde Irán aseguran que sus intenciones son mejorar los lazos que unen a su país con Naciones Unidas y, en particular, con el Organismo Internacional de Energía Atómica. “Lo que nos importa, y en lo que la agencia también enfatiza, es generar confianza”, dijo Eslami tras la reunión. Aunque lo cierto es que, si esa era su intención, han hecho todo lo contrario durante los últimos meses. Irán lleva un tiempo mostrando diferentes caras en todo lo que respecta al JCPOA. Mientras ahora muestran su faceta más conciliadora, hace apenas una semana se conocía que habían aumentado sus reservas de uranio altamente enriquecido.
Hay que tener en cuenta que desde la llegada de Raisí a la presidencia, todo lo que rodea al acuerdo nuclear ha estado apartado debido a las numerosas polémicas y conflictos en los que está sumido Irán, por méritos propios, eso sí. Rafael Grossi cree que en su organismo “necesitan sentarse con la nueva administración y lograr que se comprometan”, algo que parece altamente improbable ya que Raisí ha rechazado estar presente “por el bien de la negociación”, una muestra más de que las conversaciones con sus representantes no serán para nada sencillas.
