Estados Unidos e Israel atribuyen el ataque con drones a la República Islámica y lo describen como “una provocación” en la región ante el comienzo del Mundial de Qatar

Irán ataca a un petrolero en la costa de Omán

photo_camera PHOTO/BOB ADMAS - Petrolero Pacific Zircon con bandera de Liberia afiliado a Israel frente a la costa de Omán

Irán suma otro ataque desestabilizador en Oriente Medio. Un dron autodestructivo iraní atacó al petrolero Pacific Zircon con bandera de Liberia afiliado a Israel frente a la costa de Omán, uno de los pasos más importantes en el transporte del crudo, y lo hizo con un avión no tripulado HESA Shahed 136, el mismo tipo de dron que envía la República Islámica a Rusia para el conflicto en Ucrania.

En esa información se han basado las investigaciones de Israel y Estados Unidos para atribuir este ataque a Irán, a quien acusan de desestabilizar una vez más la región. “No es un ataque contra Israel, es lo mismo que suelen hacer en el Golfo, tratando de alterar la estabilidad e influir principalmente en los eventos de la Copa del Mundo”, afirmaba un funcionario israelí. “Este ataque demuestra, una vez más, la naturaleza desestabilizadora en la actividad maligna iraní en la región”, publicaba el Comando Central de Estados Unidos en un comunicado.

La Armada Real británica fue la primera en acudir a asistir al petrolero tras el ataque, tal y como reconocía el asesor de Seguridad Nacional de EEUU, Jake Sullivan. “Las acciones de Teherán amenazan aún más con la libertad de navegación por esta vía fluvial crucial, el transporte marítimo y el comercio internacional, y la vida de las personas en los barcos involucrados”, reconocía Sullivan.

El ataque no causó víctimas ni se desprendió el gasóleo que transportaba, pero los daños han sido suficientes para que los representantes del comercio marítimo de Estados Unidos y Reino Unido abran una investigación para esclarecer los hechos e imponer sanciones en caso necesario.

Y es que, si bien el régimen de los ayatolás ha tendido en los últimos años a protagonizar acciones desestabilizadoras en el exterior, en las últimas semanas parece ser una práctica común como un intento de desviar la atención sobre su situación interna, que amenaza con acabar con la teocracia islamista que gobierna el país. Las protestas por la muerte de Mahsa Amini continúan y se saldan ya con 325 muertos, más de 2000 detenidos y polémicas amenazas de muerte a los manifestantes.

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En todo caso, no es la primera vez que Irán arremete contra un petrolero en el Golfo de Omán. El pasado 30 de julio de 2021 un dron armado atacó al buque israelí Mercer Street y mató a dos personas, con el mismo objetivo de desestabilizar la región.

Sin embargo, ninguno de estos ataques ha sido reconocido por la República Islámica. La agencia de noticias iraní Nournews ha culpado a Israel de estar detrás de este último ataque como una medida tomada por el “eje hebreo-árabe”, refiriéndose a los países de la región que firmaron los Acuerdos de Abraham, Israel y Emiratos Árabes Unidos, para reforzar la seguridad frente a las ambiciones de Irán.

Y no sólo estos países presencian tensan relaciones con el país persa. Grecia también ha sufrido la captura de dos barqueros con su bandera por parte de Irán, que liberaron paralelamente al ataque del Pacific Zircon después de retomar las relaciones bilaterales entre Teherán y Atenas con un acuerdo para reforzar la seguridad marítima.

Con todo, la tensión sigue en aumento en uno de los pasos más importantes para el transporte del crudo, un factor que influye determinantemente en la estabilidad de su mercado. Con el ataque a Pacific Zircon, el referente europeo barril de Brent caía en un 1,4% mientras que el barril WestTexas lo hacía en un 2%. Unos datos que preocupan cada vez más ante el aumento de las tensiones geopolíticas en esta ruta marítima del Golfo de Omán en la búsqueda de alternativas a las energías rusas.

Coordinador de América: José Antonio Sierra. 

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