Moscú consolida sus vínculos estratégicos con Teherán con la puesta en órbita de la primera plataforma de reconocimiento iraní

Irán refuerza sus capacidades estratégicas con su primer satélite espía fabricado en Rusia

photo_camera PHOTO/Kremlin - El presidente Vladimir Putin se reunió el 19 de julio en Teherán con el ayatolá Ali Jamenei (en imagen) y con el presidente Ebrahim Raisi para reforzar la cooperación bilateral y ampliar la colaboración espacial

La Republica Islámica de Irán acaba de enviar una clara señal a Estados Unidos, a Israel, a la Unión Europea y a sus vecinos de Oriente Medio de que continúa comprometida en su firme empeño de ser considerada como una potencia regional hegemónica que debe ser tenida muy en cuenta en el escenario internacional.

Su forma de hacerlo patente ha consistido en posicionar en órbita un satélite espía, una potente plataforma de reconocimiento que, para las Fuerzas Armadas de Irán, supone un salto de gigante en sus capacidades de observación y adquisición de inteligencia frente a sus enemigos declarados. 

Ha ocurrido a la mañana del martes, 9 de agosto, en torno a las 06:52 hora peninsular española. Un lanzador Soyuz-2 ha despegado desde la República de Kazajistán, donde está ubicado el cosmódromo ruso de Baikonur ‒que el Kremlin tiene alquilado desde hace décadas‒ y ha posicionado la plataforma espacial a menos de 500 kilómetros de altura. Para el ministro iraní de Comunicaciones, Eissa Zarepour, el lanzamiento del satélite Khayyam “es el comienzo de la cooperación estratégica entre Irán y Rusia en el campo espacial”.

PHOTO/Roscosmos - Perteneciente a la familia de plataformas rusas Kanopus-V fabricadas por el Instituto de Investigación Científica de Electromecánica (VNIIEM), el satélite Omar Khayyam va a estar posicionado a menos de 500 kilómetros de altura

El ingenio lleva el nombre de Omar Khayyam, un gran matemático, astrónomo, filósofo y poeta persa de la Edad Media (1048-1131), al que el líder supremo de la República, el ayatolá Alí Jamenei ‒de 83 años y en el cargo desde hace 33 años‒, y el presidente Ebrahim Raisi ‒de 62 y en el poder hace ahora un año‒ han querido rendir homenaje.

El satélite espía electro-óptico pesa alrededor de 473 kilos y cuenta con tres potentes cámaras en los espectros visible e infrarrojo, una de ellas con una alta resolución, del orden de 1,2 metros, según se ha averiguado. El Omar Khayyam pertenece a la familia de satélites rusos Kanopus-V, fabricados por el Instituto de Investigación Científica de Electromecánica de Rusia, conocido en el sector espacial como VNIIEM. 

PHOTO/Roscosmos - El lanzamiento del satélite iraní ha estado precedido por varias reuniones en Baikonur entre el recién nombrado director general de Roscomos, Yuri Borisov (derecha), y el embajador de Irán en Moscú, Kazem Jalali
El Khayyam será seguido por un segundo satélite 

El VNIIEM es un veterano organismo estatal de investigación y producción especializado en ingeniería espacial, que ha hecho realidad las gamas de satélites de observación Kanopus y Resours y los meteorológicos Meteor. En el proyecto también ha intervenido la compañía rusa NPK Barl y la iraní Bonyan Danesh Shargh, responsables de aportar la tecnología del segmento terreno y entrenar a los técnicos espaciales iraníes. 

Los datos oficiales difundidos por los Gobiernos de Teherán y Moscú son que la finalidad del satélite es obtener imágenes pancromáticas (en blanco y negro) multiespectrales (en color) e infrarrojas de extenso territorio de Irán ‒más de tres veces la extensión de España‒ para mejorar la productividad de la agricultura y los recursos hídricos del país, supervisar los progresos de la deforestación, velar por la conservación del sector petrolífero y vigilar las fronteras de Irán.

Pero el Ministerio de Defensa que encabeza desde agosto de 2021 el general Mohamed-Reza Gharaei Ashtiani está estrechamente implicado en el proyecto. Rusia ha facilitado todo un sistema de reconocimiento espacial para Irán, que será completado dentro de poco tiempo con la puesta en órbita de un segundo satélite espía. Personal militar está adscrito al centro de control que se han levantado en Karaj y un grupo selecto de oficiales y suboficiales son los analistas de las imágenes con interés militar.

PHOTO/Roscosmos - La puesta en órbita de Khayyam ha tenido lugar en la mañana del 9 de agosto mediante un lanzador ruso Soyuz-2, que ha despegado desde el cosmódromo de Baikonur, en la República de Kazajistán

La Casa Blanca ha puesto el grito en el cielo por el lanzamiento, a pesar de que las muchas decenas de satélites espía norteamericanos en órbita superan con creces las prestaciones que se espera que brinde el Khayyam. A través del Washington Post, la Administración Biden ha acusado a Irán de que las primeras imágenes captadas por el satélite espía responden a demandas de Rusia. Según el diario, Moscú utilizará el nuevo satélite durante los primeros meses “para rastrear a las fuerzas ucranianas en busca de posibles objetivos de misiles”. 

Para la Agencia de Inteligencia de la Defensa de Estados Unidos (DIA), que desde octubre de 2020 dirige el teniente general Scott Berrier, el satélite supone un factor de desequilibrio para Oriente Medio y también para el escenario del conflicto. Lo que pretendería el Kremlin sería obtener información de las posiciones y movimientos de las tropas ucranianas, de los lugares en que están resguardados los lanzacohetes norteamericanos de guiado terminal M142 Himars y así poder identificar nuevos objetivos para sus misiles hipersónicos y de crucero.

PHOTO/Mehr - Rusia ha facilitado todo un sistema de reconocimiento espacial a la Agencia Espacial de Irán y a su Ministerio de Defensa que encabeza el general Mohamed-Reza Gharaei Ashtiani, en imagen
Relaciones privilegiadas entre Moscú y Teherán

Por el contrario, un comunicado fechado el 7 de agosto de la Agencia Espacial de Irán (ISA) ‒creada en febrero de 2004‒ asegura que todas las órdenes relacionadas con el control y operación del Khayyam se llevarán a cabo “desde el primer día e inmediatamente después del lanzamiento por parte de expertos iraníes basados en las bases espaciales de Irán”. Sea como fuere, las imágenes no serán operativas hasta dentro de un par de meses, al menos, una vez que las cámaras y parámetros del satélite hayan sido calibrados.

Tampoco Rusia necesita las imágenes del nuevo satélite. Sus Fuerzas Estratégicas disponen de satélites espía de mayor resolución, junto con toda una flota en órbita de seis Kanopus-V. La semana del 1 al 7 de agosto tuvieron lugar varias reuniones en Baikonur entre una delegación de Roscosmos presidida por su recién nombrado director general, Yuri Borisov, y el embajador de Irán en Moscú, Kazem Jalali. Además de pasar revista al proyecto Khayyam, ambas partes trataron sobre “nuevas vías para fortalecer los lazos tecnológicos” y “ampliar el número de proyectos conjuntos”.

PHOTO/Roscosmos - Un segundo satélite Kanopus-V semejante al Khayyam deberá ser puesto en órbita por Rusia dentro de pocos meses para completar el sistema satelital de Irán y así poder observar de forma reiterada a sus países vecinos

Los técnicos rusos completaron el 4 de agosto en el Edificio de Integración y Pruebas número 40 del cosmódromo las operaciones finales de ajuste del satélite iraní y otros 16 pequeños ingenios que le acompañan al interior de la parte alta del cohete Soyuz-2. Al día siguiente por la mañana, el Soyuz-2 fue trasladado por ferrocarril hasta la rampa de despegue, donde se puso en posición vertical y se practicaron las revisiones finales previas a su lanzamiento.

El 19 de julio, en su segundo viaje al exterior tras la invasión de Ucrania por las fuerzas rusas, el presidente Vladimir Putin se reunió en Teherán con el ayatolá Ali Jamenei y con el presidente Ebrahim Raisi para reforzar la cooperación que ambos regímenes prestar a Siria, estrechar las buenas relaciones bilaterales comerciales y económicas y ampliar la colaboración espacial.

PHOTO/Mehr – El Ministerio de Defensa ha adscrito personal militar al centro de control que se han levantado en Karaj, donde un grupo selecto de oficiales y suboficiales son los analistas de las imágenes con interés militar.

Las inversiones de Rusia en Irán son del orden de los 4.000 millones dólares, pero durante la visita de Putin, el gigante energético ruso Gazprom, y la Compañía Nacional de Petróleo de Irán (NIOC) firmaron acuerdos de intenciones por un valor cercano a los 40.000 millones de dólares para introducir nueva tecnología y explotar dos ricos yacimientos de gas y otros seis de petróleo. 

Irán alberga las segundas mayores reservas de gas natural del mundo después de Rusia, pero sus infraestructuras están muy deterioradas a causa de los efectos de las sanciones, que han impedido las inversiones extranjeras. Ahora, en las actuales negociaciones en Viena, Teherán pretende eliminar las restricciones y Rusia quiere reforzar su papel ante el Gobierno del nuevo presidente Ebrahim Raisi.

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