El incremento en los casos positivos por COVID-19 ha hecho que Benjamín Netanyahu anuncie el cierre de escuelas, hoteles y centro comerciales

Israel decreta el confinamiento por una segunda ola de contagios

photo_camera AFP/YOAV DUDKEVITCH - El Primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu

Este domingo por la noche el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu anunció el confinamiento obligatorio en todas las zonas del país a partir del viernes para contener el brote de coronavirus, tras un aumento considerable en el número de casos. El país se encamina a un bloqueo casi total de tres semanas, en víspera del Rosh Hashaná, el Año Nuevo judío. El cierre entrará en vigor a las 2pm del viernes y durará hasta el 9 de octubre. En estos días también se celebran el Yom Kipur (Día del Perdón) y el Sucot (los Tabernáculos).

Manifestantes israelíes sostienen carteles durante una manifestación contra el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu frente a la residencia del primer ministro en Jerusalén

El Ejecutivo israelí llevaba semanas advirtiendo de que si no se cumplían las normas de distanciamiento social y los casos positivos iban en aumento, se verían obligados a decretar, como así ha sucedido el cierre total. Tras superarse la semana pasada los 4.000 contagios en 24 horas y con los hospitales cerca de la saturación, las autoridades sanitarias vieron necesario decretar el confinamiento. 

“Hay regulaciones detalladas que el Gobierno aprobará en los próximos dos días”, dijo Netanyahu durante la rueda de prensa después de la reunión del ejecutivo. En esta reunión de más de siete horas, según medios locales, se llegaron a ciertas tensiones que incluyeron gritos y acusaciones y que termino con la renuncia del ministro de Construcción y Vivienda, el ultraortodoxo Yaakov Litzman.
El titular de Salud, Yuli Edelstein habló tras la intervención de Netanyhau: “Obviamente debería estar feliz como alguien cuya oferta fue aceptada, pero ese no es el caso. Durante tres meses, traté de hacer todo lo posible para permitirnos vivir la vida junto al coronavirus y mantener el número de pacientes enfermos a niveles con los que el sistema de salud podría vivir”. “Dadas las circunstancias, no teníamos otra opción”, sentenció Edelstein.

División en el Gobierno

La división del Gobierno entre los partidarios de un confinamiento exhaustivo y uno más laxo tiene a la económica como centro del debate. Amir Peretz, ministro de Economías advirtió de que “la crisis económica no es menos grave que la sanitaria” y propuso reemplazar el confinamiento por un toque de queda nocturno que permita a los comercios seguir operando durante el día. Peretz, según el diario The Jerusalem Post, pidió un cierre reducido: “Apoyo un cierre nocturno en el que aproximadamente el 80% de la economía permanezca abierta”. “Cientos de miles de empleados y autónomos están con ansiedad existencial. La pandemia económica del coronavirus no es menos grave que la pandemia de salud”.

Esta semana Israel impuso nuevas restricciones en partes del país para hacer frente a un resurgimiento de las infecciones de Covid-19

También el ministro de Ciencia y Tecnología, Izhar Shay (de Azul y Blanco), se mostró reticente al cierre severo del país, al igual que el titular de Cooperación Regional, Ophir Akunis (Likud), el ministro de Bienestar, Itzik Shmuli (Partido Laborista) y el de Turismo, Asaf Zamir, quien aseguró que “un cierre total de todo el país durante las vacaciones es un paso demasiado extremo y tiene implicaciones económicas de las que industrias enteras no se recuperarán”.
La votación sobre el cierre se produjo tras la reunión del gabinete sobre el coronavirus del jueves pasado, en la que los jefes de hospitales de todo el país dijeron que la situación en sus unidades de coronavirus y entre su personal se estaba volviendo insostenible, según The Jerusalem Post.

Según un informe publicado el domingo por el Centro Nacional de Información y Conocimiento del Coronavirus, “la red de seguridad de los hospitales se ha reducido significativamente, lo que crea un peligro para la estabilidad del sistema de salud”. Además, los miembros del Gobierno más ortodoxos no han acogido de buena manera que este cierre del país conocida con las festividades más importantes para los judíos.

ifestantes israelíes participan en una manifestación antigubernamental frente al aeropuerto Ben Gurion
Cierres de escuela, y no moverse más allá de 500m

Entre las medidas adoptadas para frenar esta segunda ola de coronavirus, se permitirá que el sector privado continúe trabajando, siempre que las empresas mantengan las normas sanitarias. Durante este periodo, los israelíes no podrán desplazarse más de 500 metros de su domicilio, excepto para actividades deportivas individuales, y las escuelas, hoteles y centros comerciales permanecerán cerrados.

Las reuniones también se verán limitadas, con un máximo de diez personas en espacios cerrados y de 20 al aire libre. Los supermercados y farmacias podrán seguir funcionando, pero el resto de los comercios solo podrán realizar envíos a domicilio. Por su parte, el sector público disminuirá sus trabajadores al mínimo y el privado podrá seguir trabajando con normalidad, pero no estará permitido recibir clientes. Los aeropuertos, como el de Ben Guiron permanecerán abiertos, aunque con limitaciones según el origen de los vuelos.

 Mercado principal de Jerusalén el 11 de septiembre de 2020

Hasta ahora, Israel, con nueve millones de habitantes ha registrado 153.759 casos positivos, de los que casi 40.000 están activos y más de 500 en estado grave.
 

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