Israel utiliza el espionaje para controlar los casos de coronavirus
El primer ministro en funciones de Israel, Benjamin Netanyahu, ha autorizado el uso de métodos de vigilancia electrónica masiva, generalmente reservada para la lucha contra el terrorismo, para detener la propagación de la epidemia del COVID-19. Ello equivale a aplicar métodos de vigilancia en Israel comparables a los utilizados en los territorios palestinos ocupados de Cisjordania y Gaza.
“Israel es una democracia y tenemos que mantener el equilibrio entre los derechos civiles y las exigencias del Estado”, aseguró tras la aprobación del decreto Netanyahu este lunes. “Estos medios nos ayudarán mucho a la hora de localizar a los pacientes y por tanto frenar la propagación del virus”.
En la práctica, la medida anunciada por el Gobierno autoriza al servicio de inteligencia y seguridad interior, el Shin Bet, a rastrear, sin autorización previa de los tribunales y durante treinta días, los datos de ubicación de los teléfonos móviles de las personas infectadas, al igual que la de aquellos que estuvieron cerca de ellos en los catorce días antes de que se les diagnosticara la infección. Se enviará un análisis de estos datos al Ministerio de Salud, que tendrá que advertir por SMS a aquellos que puedan estar infectados para pedirles que se pongan en cuarentena en sus hogares.
Esta medida requerirá la aprobación final del Subcomité de Servicios Clandestinos del Parlamento israelí antes de que pueda ser puesta en práctica. Según el gabinete del todavía primer ministro, el Shin Bet estará limitado en cuanto a los datos que podrá reunir y también se restringirá al Gobierno el acceso a aquellos.
Esta medida ha sido criticada por expertos en derechos humanos y privacidad, ya que significa que cualquier persona puede estar bajo el control del Shin Bet. Por ejemplo, la ONG Asociación de Derechos Civiles israelí calificó esta decisión de “peligrosa”, aunque el Gobierno asegura que los datos personales tomados de los móviles de los usuarios solo serán utilizados para afrontar la crisis sanitaria y que después de 30 días serán eliminados. Con todo, el Ministerio de Sanidad podrá seguir utilizándolos para “análisis internos” durante otros 60 días.
“La aprobación en plena madrugada, al amparo del oportunismo de la vía de urgencia, no deja opción a que el Parlamento delibere sobre la medida”, ha denunciado Gabi Ashnekazi, diputado de Azul y Blanco -el partido de Benny Gantz-, en su cuenta de Twitter. “No es adecuado que medidas como esta sean aprobadas sin supervisión parlamentaria”, ha subrayado.
El líder de Azul y Blanco, el citado Benny Gantz, también se ha pronunciado en un mensaje en Twitter: “Nos encontramos en un periodo excepcional que, desgraciadamente, requiere adoptar medidas excepcionales para salvar vidas. Sin embargo, está prohibido hacerlo como golpe de poder y sin supervisión”.
En un comunicado, el director del Shin Bet, Nadav Argaman, ha explicado que el Gobierno tomó esta decisión de utilizar esta tecnología tras llegar a la conclusión de que otras autoridades carecían de la capacidad para frenar los contagios. Hasta ahora, en Israel se han contabilizado algo más de 300 casos de coronavirus, sin ningún fallecimiento. Todos los desplazamientos que no tengan una necesidad imperante han sido restringidos por el ministerio de Sanidad y quien incumpla esta orden será multado con 5.000 shequels (1.200 euros).
En las últimas semanas, las autoridades de Taiwán y Singapur, entre otras, han estado utilizando los datos de los teléfonos móviles de sus ciudadanos para asegurarse de que los ciudadanos cumplen las órdenes de cuarentena requeridas. Corea del Sur también está usando una aplicación ideada para controlar a personas que vengan de lugares con altos números de infección.