El proyecto unirá el campo de gas natural israelí de Leviatán con las terminales de gas licuado egipcias y facilitaría su exportación a Europa 

Israel y Egipto acuerdan la construcción de un nuevo gasoducto 

PHOTO/REUTERS  - Campo de gas natural Leviathan, en el Mar Mediterráneo, frente a la costa de Haifa, Israel 

El ministro de Energía de Israel, Yuval Steinitz, mantuvo una reunión con su homólogo egipcio, Tarek El-Molla, el pasado domingo en Jerusalén. Durante la visita, ambos mandatarios acordaron la construcción de un gasoducto para conectar el campo de gas natural israelí de Leviatán con terminales de gas natural licuado en el norte de Egipto. 

La consecución del acuerdo significaría una oportunidad para Israel de exportar gas licuado a Europa a través de las plantas de Egipto y satisfacer, de esta forma, la creciente demanda del continente europeo. La UE, que busca reducir su dependencia del gas ruso, ha alentado la formación de nuevas rutas de distribución, incluso a través del Mediterráneo oriental. 

Tarek El Molla, ministro de Petróleo y Recursos Minerales de Egipto  PHOTO/REUTERS 

“Estoy emocionado de recibir a miembros del ministro de Energía de Egipto, Tarek El-Molla. Su visita es una continuación directa de la maravillosa relación entre nosotros y la exitosa cooperación en temas de energía y gas natural”, declaró el ministro israelí tras la reunión. Es la primera vez que un ministro egipcio que no ejerce como titular de Exteriores visita el país hebreo, así como el primer viaje oficial de un miembro del Ejecutivo de Egipto a Israel desde 2016, según han apuntado medios locales.  

A la reunión asistieron el jefe del Consejo de Seguridad Nacional, Meir Ben-Shabbat, el presidente de la compañía de gas egipcia, Magdi Galal, la embajadora de Israel en Egipto, Amira Oron, y el embajador de Egipto en Israel, Khaled Azmi. Más tarde, El-Molla también se reunió con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y con el ministro de Asuntos Exteriores, Gabi Ashkenazi.  

Este último declaró que Egipto es un socio estratégico de Israel y tiene un papel clave que desempeñar para mantener la paz y la estabilidad en Oriente Medio. Netanyahu, por su parte, admitió al ministro egipcio que el descubrimiento de gas en el Mediterráneo es una “oportunidad increíble” para la cooperación entre Israel, Egipto y otros países, tanto en materia energética como en otros asuntos, según informó la radio pública Kan. 

En la reunión estuvo presente, además, el asesor del presidente palestino para Asuntos Económicos, Muhammad Mustafa. Y es que el acuerdo forma parte de un amplio proyecto que comprende la participación de otros Estados. La reunión se celebró en el marco del Foro del Gas del Este Mediterráneo (EMGF). Egipto, Chipre, Grecia, Israel, Jordania e Italia firmaron la carta de fundación de la organización en enero de 2020, a la que posteriormente se ha asociado EAU.  

El ministro de Energía de Israel, Yuval Steinitz  AP/AMIR NABIL 

La creación de este foro se produjo en un contexto de tensión en el Mediterráneo oriental por las exploraciones en busca de gas realizadas por Turquía en aguas que se disputa con Chipre y con Grecia, y que aún se mantienen a día de hoy. El acuerdo contó, además, con el respaldo tanto de la Unión Europea como de Estados Unidos y el Banco Mundial. 

El desarrollo de los recursos de gas natural ha sido una bendición para la posición diplomática de Israel, especialmente en aguas del Mediterráneo. El campo de gas de Leviatán, ubicado a 130 km de la costa de Haifa en el norte de Israel, abastece al mercado interno israelí y exporta gas a Jordania y Egipto. Entre sus accionistas se incluyen la petrolera estadounidense Chevron y su homóloga israelí Delek Drilling.  

Descubierto en 2010, el campo de Leviatán contiene recursos explotables estimados en alrededor de 605 mil millones de metros cúbicos de gas natural, según las estimaciones realizadas por el consorcio israelí-estadounidense. Sin embargo, la ampliación del proyecto se produce al mismo tiempo que uno de los peores desastres ecológicos del país, y en mitad de las críticas de los activistas por sus prácticas contra el medioambiente. 

Israel cerró ayer todas sus playas hasta nuevo aviso, una semana después de que se produjera un derrame de petróleo en alta mar que depositó toneladas de alquitrán en más de 160 kilómetros de costa. Miles de voluntarios se trasladaron a las playas para ayudar en las labores de limpieza y varios fueron hospitalizados después de inhalar gases tóxicos.  

Central eléctrica privada de Israel, que funciona con gas del yacimiento de Tamar  PHOTO/REUTERS 
Acuerdo fallido con Turquía 

La fructificación de este acuerdo contrasta con el resultado de las negociaciones iniciadas en diciembre de 2019 entre Israel y Turquía. Los funcionarios israelíes dieron pie a una serie de conversaciones con Ankara para construir un gasoducto que uniera los campos de Israel con las plantas turcas para facilitar la exportación a Europa.  

No obstante, las negociaciones no llegaron a buen término e Israel acabó rubricando un acuerdo con Egipto a razón de 12.000 millones de euros el año pasado para proporcionarle, aproximadamente, unos 66,000 millones de litros de gas durante la próxima década. Un movimiento que agravó la rivalidad entre Ankara y El Cairo iniciada tras el apoyo de Erdogan a los Hermanos Musulmanes después de ser expulsados del poder en Egipto. 

Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato