El envío se produce después de que Tokio anunciara la retirada a su vecino surcoreano el estatus de socio comercial preferente

Japón aprueba las primeras exportaciones de materiales a Corea del Sur desde su imposición de restricciones comerciales

KYODO. - El primer ministro japonés, Shinzo Abe, y el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, en una reunión en Nueva York.

El Gobierno de Japón ha autorizado este jueves el primer envío de materiales a Corea del Sur desde que el pasado mes de julio anunciara las restricciones a las exportaciones de productos químicos a su país vecino. Además, el pasado viernes, el Gobierno nipón anunció la revocación del estatus como socio comercial preferente a Corea del Sur. Los materiales, claves para la industria tecnológica surcoreana, se exportarán en este marco de estrictas restricciones impuestas desde que aumentara recientemente las tensiones entre los dos países.

Según ha explicado el ministro de Economía, Comercio e Industria japonés en una rueda de prensa, la autorización se ha concedido después de que el Gobierno examinara “rigurosamente” la petición y determinara que los materiales enviados no tendrán uso militar y, por tanto, “no suponen un riesgo para la seguridad” del país. “Inicialmente no anunciamos casos individuales de permisos de exportación, pero estoy haciendo este anuncio excepcional porque el Gobierno de Corea del Sur ha formulado críticas injustas, según las cuales nuestra iniciativa es como un embargo a las exportaciones”, añadía el ministro japonés.

El hecho de retirar a Corea del Sur de la llamada lista blanca implica que las exportaciones japonesas a su país vecino tienen que pasar por la evaluación y la autorización del Gobierno. En este caso, se ha aplicado a la exportación de materiales como el fluoruro de hidrógeno o de fotoprotección, que la industria coreana utiliza para la conducción de pantallas o elaboración de chips de memoria. El Ejecutivo nipón reafirma que la medida se ha tomado para cerciorarse que los materiales no van a ser utilizados en equipos militares. Sin embargo, Seúl asegura que el embargo a estos productos es una respuesta del Gobierno japonés al litigio largo que ambos países llevan arrastrando por las compensaciones a trabajadores surcoreanos que fueron esclavizados durante la colonización japonesa de Corea. 

Las tensiones entre Corea del Sur y Japón se intensifican desde que el Gobierno nipón estableciera nuevas restricciones.

Las relaciones entre los dos países viven sus momentos más bajos de las últimas décadas. Corea de Sur era el único país asiático dentro de la lista blanca. Su salida ha acrecentado el conflicto bilateral, ya que ahora comercia con el país del sol naciente en la misma posición que otros territorios como Taiwán, como así lo explicó el ministro de Asuntos Exteriores japonés Yoshihide Suga, que se reafirmaba en que no se trataba de “una prohibición comercial”. Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Sur, Kang Kyung-wha, manifestaba en un comunicado que la decisión del Gobierno de Tokio era lamentable y exigió que se “se cancelen inmediatamente las injustas medidas de restricción a las exportaciones”. 

Corea del Sur se constituye como el tercer socio comercial de Japón e importa productos japoneses por un valor de en torno a 54 mil millones de dólares, según una herramienta de seguimiento de datos comerciales parte del Instituto de Tecnología de Massachusets recogida por la cadena CNN. La guerra comercial entre los dos países comenzó el pasado mes cuando el Gobierno nipón anunció que las preferencias comerciales con el vecino surcoreano se acabarían a partir del 28 de agosto e impuso estos controles a los productos químicos. Productos muy relevantes para la industria surcoreana, no solo para tecnológica.

Por ello, se prevén consecuencias en la industria del automóvil o la petroquímica, y los economistas vislumbran, además, sus efectos globales. Corea del Sur es el segundo fabricante de productos semiconductores y empresas coreanas como Samsung y LG Elctronics controlan más del 90% del mercado global de pantallas de luces OLED. Asimismo, las nuevas restricciones anunciadas por el Gobierno nipón tuvieron un impacto en las bolsas de Seúl y Tokio, especialmente las empresas tecnológicas sufrieron fuertes caídas. 

La empresa Samsung supone un quinto del PIB surcoreano.

Los dos Estados asiáticos suelen utilizar el comercio como armas en sus batallas diplomáticas, en un conflicto que tiene 50 años de antigüedad y se remonta al dominio colonial japonés sobre la península coreana (1910-1945) hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial y la consecuente derrota de Japón.

El pasado año, tribunales surcoreanos emitieron unos fallos por los que ordenaban a empresas japonesas a compensar monetariamente a trabajadores surcoreanos forzados a trabajar durante la guerra. Estas sentencias fueron rechazadas por Tokio, que apeló a 1965, cuando el conflicto se resolvió y se normalizaron las relaciones entre los dos Estados. Algunas empresas japonesas han visto la incautación de sus activos en Corea del Sur u otras de las compañías involucradas como Mitsubishi Heavy, ha anunciaron su negación a cumplir la sentencia judicial.

Es por esto que analistas como Robert Dujarric, director del Instituto de Estudios Asiáticos Contemporáneos de la Universidad de Temple, relacionan este conflicto con las recientes restricciones a las exportaciones japonesas. Según cuenta a la cadena BBC: “No creo que haya nadie que crea que la decisión japonesa sobre las exportaciones no esté relacionada con el deseo de 'castigar' o 'presionar' a Corea del Sur para que se ocupe de los fallos judiciales”

Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato