Joe Biden se convierte, formalmente, en el candidato presidencial demócrata
Joe Biden ya es, formalmente, el candidato demócrata a presidente de los Estados Unidos, después de la segunda jornada de la histórica Convención Demócrata que finalizará este jueves.
En una votación virtual, donde se ha podido ver la diversidad cultural y el gran abanico generacional de activistas y cargos políticos, el partido premió a Biden con la nominación que ha perseguido de forma intermitente desde 1988. De esta manera, Biden se convierte en el azote contra el presidente Donald Trump, al que espera derrotar en las elecciones de noviembre.
Estaba previsto que la convención se celebrase en Milwaukee, pero la pandemia del coronavirus ha hecho que los dignatarios demócratas y activistas emitieran sus votos desde diversos lugares en los 50 estados. Educadores, funcionarios electos, miembros de sindicatos, trabajadores y proveedores de atención medica participaron en el momento de la celebración, a veces desde lugares exóticos, playas y lugares emblemáticos de sus estados.
A los 77 años, Biden por fin ha logrado convertirse en el candidato demócrata a la Casa Blanca después de dos intentos frustrados: el primero en 1988, cuando un escándalo de plagio le aparto de la nominación, y en 2008 cuando fue eclipsado por las potentes candidaturas de Hillary Clinton y el expresidente Barak Obama. En 2016, la no postulación de Biden se vio como la renuncia a llegar a la Oficina Oval. Pero la victoria tan esperada de Biden es un triunfo a la resistencia personal y política de un hombre que con 30 años ingresó en el Senado.
En la segunda jornada e la convención participaron rostros importantes de la historia del Partido Demócrata como los expresidentes Bill Clinton, Jimmy Carter, el exsecretario de Estado John Kerry y Caroline Kenney.
La participación de Clinton en la convención estaba en el aire hasta el último momento. El expresidente, relegado a un segundo e incluso tercer plano desde hace tiempo para los demócratas, habló menos de cinco minutos y se centró en criticar a Trump por el manejo de la crisis, pero recordando sus habilidades políticas y dialécticas, que lo convirtieron por partida doble en residente de la Casa Blanca: “Donald Trump dice que estamos liderando el mundo. Bueno, somos la única economía industrial importante que ha triplicado su tasa de desempleo”, y describió a Biden como un líder responsable, “un tipo con los pues en la tierra que hace su trabajo. Nuestra elección es Joe Biden”.
Si la primera jornada estuvo marcada por los ataques a la Administración Trump y su incompetencia para controlar la pandemia de la COVID-19, la segunda jornada, más allá de la crisis del coronavirus, los demócratas conversaron sobre el costo de la atención medica, la importancia de enfrentar la violencia armada y el cambio climático.
Estas medidas han sido defendidas por muchos jóvenes activistas progresistas del partido, más cercanos al ala más izquierdista de Bernie Sanders, como Alexandria Ocasio-Cortez, que, desde la retirada del congresista de Vermont, se ha convertido en estandarte del movimiento progresista y su breve intervención, de apenas de 90 segundos, ha servido para mostrar que ella y los suyos apoyarán a Biden, pero que la izquierda sigue siendo una fuerza con la que Biden deberá contar.
Una estrella inesperada fue Jill Biden, esposa del candidato demócrata, quien busco un tono optimista para un clima político capitalizado por la polarización. “Hay quienes quieren decirnos que nuestro país está desesperadamente dividido, que nuestras diferencias son irreconocibles”, dijo la ex segunda dama. “Hemos demostrado que el corazón de eta nación aún late con bondad y coraje. Esa es el alma de Estados Unidos por la que Joe Biden está luchando ahora”.
En su discurso por los pasillos y aulas vacías de un colegio donde ha ejercido como profesora de inglés, Jill Biden pareció entender mejor que cualquier político la preocupación de los estadounidenses: la vuelta a las aulas, la crisis sanitaria y la pérdida de millones de puestos de trabajo, y señaló a su marido como el único capaz de restaurar el caos y “curar a un país dividido”.
El malestar y hartazgo de los cuatro años de Administración Trump por parte de muchos republicanos también se pudo ver durante la Convención Demócrata. La noche contó con un video sobre la amistad entre Biden y el difunto senador John McCain, narrado por la viuda del republicano, Cindy McCain. Ambos, a pesar de ser rivales políticos eran grandes amigos y el exvicepresinete pronunció un emotivo discurso durante le funeral de McCain en 2018. Otro republicano, el exsecretario de Estado Colin Powell, también ofreció un testimonio en video sobre el candidato demócrata.
En las últimas encuestas, el candidato demócrata sigue a la cabeza y los expertos apuestas por la victoria de Biden, pero aún quedan varios meses hasta las elecciones y, aunque parece que el margen es considerable entre Trump y Biden, no es definitivo, y mucho menos en un año tan inaudito como está siendo este 2020.
