La FICRT coincide en sus objetivos con el Documento sobre la Fraternidad Humana rubricado en 2019 en Abu Dabi

Jumaa AlKaabi: “Creemos en la cultura como medio para difundir los valores de la paz, la fraternidad humana y la justicia social”

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En unos momentos especialmente críticos para la paz internacional, es necesario poner el foco en las organizaciones que trabajan por el diálogo, la coexistencia pacífica y el entendimiento entre las naciones. Es el caso de la Fundación for Islamic Culture and Religious Tolerance (FICRT), una organización española cuyos objetivos coinciden con los establecidos en el Documento sobre la Fraternidad Humana, firmado en 2019 en Abu Dabi por las máximas autoridades religiosas musulmana y católica. Hablamos con su presidente, Jumaa AlKaabi. 

La Fundación FICRT nace hace cinco años. ¿Con qué fines se planteó su puesta en marcha? 

La Fundación se constituyó como tal en abril de 2017 y tiene como objetivos difundir la cultura de la paz y la tolerancia; incentivar el entendimiento entre los diversos ámbitos culturales y religiosos; y fomentar los valores de la fraternidad humana. Son unos objetivos universales y, sin duda, ambiciosos, a los que nos estamos acercando con pasos pequeños pero decididos, por medio de actuaciones tanto académicas (foros, congresos, jornadas, publicaciones…) como sociales. No podemos olvidar que formamos parte de la sociedad civil y trabajamos desde este ámbito. 

El nombre de la Fundación hace referencia tanto a la tolerancia, como a la religión y la cultura. Son ámbitos diferentes, pero con un objetivo común. 

Cierto: la cultura sirve para unir a los pueblos, impregna nuestras vidas. Todos tenemos en casa alguna imagen, algún recuerdo, alguna figura de otras culturas, que hemos recibido como regalo o hemos traído de algún viaje. O disfrutamos de la gastronomía de otros países en restaurantes chinos, mexicanos, italianos, árabes, indonesios… Por no hablar de la decoración, la pintura, el arte en general o la música. Todos ellos son medios que sirven para unir a los pueblos, para acercar a las personas y permitir que se conozcan, se relacionen y se comprendan mejor. 

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Durante los dos últimos años hemos pasado por un periodo muy complicado, debido a la pandemia, en el que se ha detenido la actividad pública. Ahora que parece superado, ¿cómo han retomado sus actividades? ¿Qué eventos tienen en agenda? 

Ha sido un periodo complicado para las relaciones personales. Hemos aprendido nuevas normas de comportamiento social, con distancia, mascarillas. Afortunadamente, estamos regresando a la normalidad. En nuestro caso, la actividad anual de la Fundación se basa en cuatro grandes pilares básicos: el Día Internacional de la Fraternidad Humana (4 de febrero); el Foro sobre diálogo islamo-cristiano y familia abrahámica; el Día Internacional de la Tolerancia (16 de noviembre); y el Día Mundial de la Lengua Árabe (18 de diciembre). Estos cuatro pilares coinciden con los cuatro principales eventos que celebramos, pero no nos limitamos a ello. Existen muchas otras actividades a lo largo del año, como el programa de intercambio cultural con los Emiratos Árabes Unidos, iniciativas solidarias, actividades culturales, traducciones de libros, publicaciones… 

El mundo está viviendo un periodo de recrudecimiento de los enfrentamientos bélicos, desencuentros diplomáticos, crisis de refugiados… En un entorno como el actual, ¿qué papel deben desempeñar la sociedad civil y las religiones a la hora de tender puentes y fomentar el diálogo? 

Un papel ciertamente destacado: las sociedades son viveros de diferentes culturas y religiones, por lo que deben encontrar vías para fomentar la convivencia, la comprensión y el respeto a los demás. Desde nuestra Fundación creemos en el papel de la cultura como medio para difundir los valores de la paz, la fraternidad humana y la justicia social. La diplomacia cultural, en este sentido, a veces resulta más efectiva que la política. 

jumaa-alkaabi-ficrtDesde la FICRT han subrayado la importancia de un acto tan cargado de simbolismo como la firma del Documento sobre la Fraternidad Humana, entre el papa Francisco y el Gran Imam de Al Azhar, Ahmad Al-Tayyeb, el 4 de febrero de 2019. ¿Cuál es la importancia real de este documento? 

El Documento sobre la Fraternidad Humana es fundamental, es un punto de inflexión para el diálogo interreligioso y una declaración de intenciones firmada por dos líderes religiosos como el papa Francisco y el Gran Imam de Al Azhar. Su vocación es servir de guía para la formación de las nuevas generaciones como portadoras del bien y la paz, y concienciar a los jóvenes de su misión en defensa de los oprimidos y desfavorecidos. De ahí que, precisamente, uno de nuestros cuatro pilares anuales en cuanto a actividades de la Fundación sea la celebración del Día Internacional de la Fraternidad Humana, que conmemora la firma de este importante documento en Abu Dabi, el 4 de febrero de 2019. 

El pasado mes de mayo, FICRT organizó el Foro de Córdoba, sobre el diálogo interreligioso. ¿Qué conclusiones se extrajeron de aquel encuentro? 

Este foro tiene como objetivo recoger el testigo del diálogo islamo-cristiano que se inició en Córdoba en los años 70 y ampliarlo a la familia abrahámica y a otras religiones. El Foro de Córdoba concluyó con la presentación de un Manifiesto, que recoge la herencia cultural y espiritual de Abraham, basado en cinco puntos: invocar la responsabilidad personal y colectiva a favor de la vida, la paz y la justicia; reconocer la guerra como la mayor amenaza a la vida humana y poner los medios para evitarla; promover un nuevo orden internacional con leyes justas; instar a las religiones a transmitir un mensaje de respeto a la vida y la paz; y propiciar el diálogo entre los diferentes pueblos, culturas  religiones. Personalmente, estoy muy satisfecho con el resultado y ya estamos trabajando en la edición del año que viene. 

La construcción de un espacio de convivencia entre las tres grandes religiones abrahámicas (islam, cristianismo y judaísmo) no es solo una aspiración teórica, sino un proyecto real que se está desarrollando en Abu Dabi. ¿Qué nos puede decir sobre ello? 

En Córdoba pudimos conocer de primera mano la experiencia de la Casa de la Familia Abrahámica en Abu Dabi, un proyecto que reúne en un mismo espacio a una mezquita, una sinagoga, una iglesia y un espacio común cultural y educativo. Es un espacio físico, real, donde se dan las condiciones idóneas para que se desarrolle el diálogo interreligioso, el entendimiento y la convivencia, y la prueba de que estas iniciativas no solo se quedan en buenas intenciones o proyectos teóricos, sino que se pueden llevar a la práctica. 

Este tipo de iniciativas destinadas a fomentar la convivencia y el entendimiento mutuo proceden de los Emiratos Árabes Unidos. ¿Qué tiene este país, cuál es su fórmula para ser el pionero en este ámbito? 

A pesar de ser un país joven, los Emiratos Árabes Unidos tienen una larga tradición de siglos como refugio de todas las religiones, que han podido practicarse con libertad, tolerancia y hospitalidad desde hace miles de años. A día de hoy, es un país moderno, con más de un 80% de expatriados, de 192 nacionalidades. No es sorprendente que en un entorno como este surjan proyectos como el de la Casa de la Familia Abrahámica, gracias también al apoyo del Gobierno emiratí. Por ejemplo, los Emiratos Árabes Unidos son uno de los primeros países del mundo en contar con un Ministerio de Tolerancia. 

Precisamente, la Fundación que usted preside organiza un intercambio cultural que permite que investigadores y estudiantes emiratíes visiten España y conozcan su cultura y su historia, y que universitarios españoles profundicen en el conocimiento de los Emiratos Árabes Unidos. 

Desde la Fundación FICRT creemos que la mejor forma de fomentar el diálogo y la comprensión mutua es poniendo las condiciones necesarias para que los jóvenes, los estudiantes, los investigadores, los universitarios, tanto de España como de los Emiratos, amplíen sus conocimientos. Por ello, hemos puesto en marcha este programa de intercambio cultural, donde tienen la oportunidad de conocer in situ otra cultura y profundizar en la historia, el arte y la sociedad del otro país. Precisamente en este mes de octubre recibiremos a una serie de invitados procedentes de los Emiratos, que visitarán varias ciudades españolas como parte de este programa. 

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Hablando de solidaridad, una cuestión que desde el año 2020 se está haciendo más necesaria que nunca: la Fundación colabora en proyectos solidarios que también unen a las distintas confesiones religiosas. 

Este proyecto solidario de reparto de alimentos surgió durante la pandemia, como respuesta a una necesidad acuciante por parte del sector más desfavorecido de la sociedad. En él vamos de la mano y colaboramos con la Mezquita Sheikh Zayed bin Soltan de Granada, que es a quien corresponde la iniciativa. Los destinatarios de estas cajas de alimentos son organizaciones no gubernamentales, instituciones de caridad, mezquitas y parroquias, en diversas ciudades españolas. Además, como hemos observado que las necesidades de muchas familias no han desaparecido, hemos extendido este programa y lo hemos convertido en un proyecto anual, siempre de la mano de la mezquita. 

Por último, en el ámbito cultural, ¿cuáles son los proyectos en los que trabaja actualmente la Fundación FICRT? 

Como ya he dicho, la cultura es un medio muy importante para acercar a los pueblos y fomentar el entendimiento mutuo. Por eso estamos volcados en la organización de diversas actividades culturales, como ya hicimos en el pasado con la Noche de los Libros o Poetas por la Fraternidad. Queremos crear en nuestra sede un espacio permanente dedicado a la cultura, al arte, al diálogo, tertulias, lectura, con obras de arte y diversas actividades abiertas al público. Todo ello, en línea con uno de nuestros lemas: desde la sociedad para la sociedad. 

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