Justicia y equidad como garantes de la paz internacional
En un momento en que parece que las divisiones sociales, políticas y religiosas provocan, cada vez más, sociedades polarizadas que son incapaces de aunar sus esfuerzos y progresar. Sumidos en una realidad internacional que día tras día nos bombardea con cientos de noticias de conflictos, tragedias y desencuentros. En definitiva, haciendo frente a una atmósfera en la que, casi incesablemente, las tensiones entre unas naciones y otras, entre unos ciudadanos y otros, no dejan de crecer. Justo ahora. Justo en este escenario, la Comunidad Musulmana Ahmadí española ha retomado la celebración de sus conferencias mensuales a través de un primer seminario web, “La crisis mundial y la urgente necesidad de una verdadera justicia”.
El encuentro virtual, que ha tenido lugar el jueves 24 de marzo, ha estado dirigido y moderado por el portavoz de la Comunidad Musulmana Ahmadía en España, Qamar Fazal, y en él han participado los misioneros ahmadíes Qaiser Mahmood Malik y Zafar Rasheed. Sin embargo, y en palabras del propio Fazal, tanto este como los sucesivos espacios de reunión servirán también como punto de encuentro y de intercambio de ideas, por lo que las intervenciones del resto de los participantes se convertirán también en un eje fundamental de los seminarios.
La Comunidad Ahmadía es una rama del islam distanciada del chiísmo, de tendencia sunnita, que afirma que su líder musulmán, Mirza Ghulam Ahmad de Qadián, es aquel "Mahdi" y "Mesías" que aún siguen esperando los musulmanes. Aboga por el pacifismo y la tolerancia del credo islámico y de la diversidad.
De hecho, en poco más de 130 años de existencia, la Comunidad Ahmadía cuenta con decenas de millones de fieles a lo largo y ancho del mundo, extendiéndose ya por más de 200 países.
El seminario arrancó con la lectura de algunos versículos del Corán por parte del misionero Qaiser Mahmood Malik, seguido de la intervención del portavoz de la Comunidad, Qamar Fazal. “Desde hace más de una década, nuestro líder espiritual, Hazrat Mirza Masrur Ahmad Sahib, ha venido advirtiendo a los jefes de Estado, diplomáticos y otros representantes de todo el mundo sobre el aumento de las tensiones y la posibilidad de una guerra nuclear”, fueron las primeras palabras de Fazal.
A través de varias citas de Hazrat Mirza Masrur Ahmad Sahib, el portavoz de la Comunidad Musulmana Ahmadía ha desarrollado una ponencia que ha tenido como eje central la defensa de una paz efectiva que se cimiente sobre la justicia y la estabilidad, y que garantice el freno de las tensiones internacionales y la prevención de futuras guerras como la provocada por la ofensiva de las tropas rusas en Ucrania.
“La paz y la justicia son inseparables. No es posible conseguir la una sin la otra”, sostenía Fazal utilizando las palabras del líder espiritual ahmadí, y es que, a pesar de la fuerte carga política de las peticiones realizadas por el portavoz de la Comunidad, el encuentro no ha esquivado las cuestiones espirituales y religiosas que conducen sus valores pacíficos.
“Sin embargo, estamos viendo cómo en muchas partes del mundo impera el desorden y la ausencia de paz. Este desorden, tanto dentro de los países, como en términos de relaciones entre distintas naciones, tiene lugar a pesar de que todos los gobiernos reivindican que sus políticas están basadas en la justicia, y que el establecimiento de la paz es su objetivo prioritario”, condenaba Qamar Fazal, que enumeraba, entre los motivos de los crecientes conflictos, la pobreza, los intereses y las injusticias económicas.
“Es necesario que hagamos un esfuerzo concertado para salvar las diferencias económicas entre las gentes y los países”, decía Fazal. Y, en esta línea, el portavoz citó a Hazrat Mirza Masrur Ahmad Sahib subrayando la necesidad de “avanzar todos juntos con un espíritu de respeto mutuo. Debemos unirnos a la carrera por salvar y proteger la humanidad”.
Así, y como símbolo de la disposición al entendimiento, durante el seminario se hizo referencia a la misiva que el líder espiritual ahmadí hizo llegar al papa Francisco hace escasas semanas: “Como líder mundial de la Iglesia Católica Romana (…), le pido sinceramente que utilice todos sus medios para guiar a los líderes y a las personas del mundo hacia la necesidad urgente de cumplir con los derechos de nuestros semejantes, para que la humanidad se libre de los efectos dañinos de esta pandemia y de la devastación y destrucción que indudablemente desencadenaría una Tercera Guerra Mundial”.
De hecho, la posibilidad de un aumento de las tensiones hasta el estallido de una Tercera Guerra Mundial ha sido otra de las cuestiones centrales del encuentro. “Esta guerra tiene potencial de escalar aún más, pero aún hay tiempo de alejarnos del borde de la catástrofe”, afirmaba Fazal, instando a Rusia, Ucrania, la OTAN y todas las potencias mundiales a trabajar por el fin de la guerra. “El uso de armamento nuclear nos dejaría ante un futuro incierto y triste, para nosotros y varias generaciones futuras”.
“Ahora tenemos una gran responsabilidad. No debemos mirar hacia otro lado”, concluía el misionero ahmadí, Zafar Rasheed tras la invitación a visitar la Mezquita de Basharat, –sede de la Comunidad de Musulmanes Ahmadíes en España –, en la localidad cordobesa de Pedro Abad. “Todos nosotros tenemos que unirnos y formar una gran comunidad”.
