Las nuevas medidas provocarán grandes pérdidas económicas

La alerta roja por COVID-19 vuelve a Ciudad de México y causa crisis navideña

AP/REBECCA BLACKWELL - La gente espera para hacerse las pruebas rápidas de COVID-19 en un puesto de salud instalado por la Secretaría de Salud de la ciudad en la estación de autobuses TAPO en el barrio Venustiano Carranza de la Ciudad de México

La alerta roja por COVID-19 se reencendió este sábado en Ciudad de México, que afronta su peor momento de la pandemia y una crisis navideña porque los comercios no esenciales cerrarán desde ahora hasta el 10 de enero.

“Si esto se hubiera hecho desde hace un mes, hace dos meses… desgraciadamente ahorita con la época navideña, decembrina, pues todos buscamos el pan de cada día o las cosas más baratas", lamentó Beatriz Heredia, jubilada que llegó al centro histórico para comprar medicamentos.

Las nuevas medidas de emergencia causarán pérdidas de 48.554 millones de pesos (2.427 millones de dólares) en ventas, advirtió la Cámara Nacional de Comercio (Canaco).

También podría dejar en quiebra a ocho de cada diez restaurantes, según la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac).

Pero el color rojo del semáforo epidemiológico (máximo nivel de riesgo) se enciende porque Ciudad de México tiene una saturación hospitalaria de casi el 85% en sus camas generales, más que en ningún otro momento de la pandemia.

De los 57 hospitales públicos para atender COVID-19, hay 12 completamente llenos, una cifra que asciende a 27 al considerar aquellos con 90% o más de ocupación, de acuerdo con el Sistema de Información de la Red de Infección Respiratoria Aguda Grave (IRAG).

"El Gobierno indicó lo que teníamos que hacer, nosotros no obedecimos, entonces ahorita estamos pagando las consecuencias todos, tanto personas que no estamos en el ámbito comercial, como las personas que viven de ello", expresó Heredia.

Familiares en cementerio en Ciudad de México
Decisión impostergable

Los comercios del centro histórico de Ciudad de México, llenos un día antes por las compras navideñas, ahora están con sus cierres bajados, pese al persistente flujo de transeúntes y vendedores ambulantes.

“Aquí hay muchos vendedores informales y son los que traen todo eso, traen ropa, los cubrebocas, las caretas, o sea, muchas cosas que no son esenciales", opinó Ana Bejarano, una trabajadora de un negocio de comida de la zona.

El semáforo rojo, anunciado por Ciudad de México y su vecino estado de México, solo permite operar al sector de alimentos, restaurantes con comida para llevar, energía, telecomunicaciones, medicamentos, talleres de refacciones, y obras y servicios públicos.

Comerciantes reaccionaron con solidaridad, pero cuestionaron la estrategia del Gobierno de la capital y de la federación por resistirse a declarar la emergencia sanitaria desde hace semanas, cuando ya era evidente el alza de contagios.

Aun así, también reconocieron la responsabilidad de los ciudadanos, quienes aún esta mañana abarrotaban el área pese a la presencia de elementos de seguridad.

"Aquí la gente no hace caso, la verdad, esa es la verdad, la gente no hace caso, vienen con familias completas, traen bebés, traen niños sin cubrebocas, sin ninguna protección", manifestó Bejarano.

Trabajadores del cementerio que usan equipo de protección entierran a una víctima no reclamada del coronavirus COVID-19, en el Cementerio Municipal No. 13 en Tijuana, estado de Baja California, México
Una nueva crisis

El Gobierno de México ha reconocido que el país experimenta su segundo pico de la pandemia, con más de 117.000 muertes y 1,3 millones de casos, con incrementos diarios que superan los 10.000 contagios. De estas cifras, Ciudad de México concentra más de 282.000 casos y casi 20.000 fallecidos.

"Hoy lo más importante es la salud y la vida. Sé que son momentos difíciles, pero urge bajar la curva de contagios. Recuerden que cada una de nuestras acciones impacta en la reducción o aumento de contagios", pidió este sábado Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de Ciudad de México.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien había insistido en que no habría saturación hospitalaria en Ciudad de México, reconoció este día la situación de la capital del país.

"Ha sido terrible enfrentarse a esta pandemia, pero vamos saliendo, ahora se tuvo que decidir por los médicos declarar en semáforo rojo la Ciudad de México por el número de contagios y para evitar que nos rebasara la pandemia", admitió en un evento público en Yucatán, estado del sureste.

Pero López Obrador afirmó que "afortunadamente esto no es lo que está pasando en todo el país", al precisar que solo ocho de los 32 estados presentan un incremento de contagios.

El mandatario, quien ha cuestionado el uso obligatorio de las mascarillas y las medidas "autoritarias" para frenar la pandemia, defendió una respuesta "equilibrada" entre la salud y la economía. "Se tiene que equilibrar la acción en lo sanitario, es decir, el enfrentar la pandemia como se ha venido haciendo y también reactivar nuestra economía, no podemos solo dedicarnos a atender la pandemia, a cerrar la actividad económica por completo en el país porque sería muy grave", comentó.

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