Un diplomático de la ONU advierte a AP que los envíos armamentísticos iraníes a Rusia podrían tener “implicaciones masivas para la seguridad de la región”

La alianza militar entre Rusia e Irán pone en alerta a Occidente

SPUTNIK/SERGEI SAVOSTYANOV via REUTERS - El presidente ruso Vladimir Putin y el presidente iraní Ebrahim Raisi

La cooperación militar entre Rusia e Irán en medio de la guerra en Ucrania sigue despertando preocupación entre los diplomáticos occidentales. Desde que el pasado septiembre se descubriesen por primera vez drones iraníes en Ucrania, el régimen de Teherán ha seguido suministrando vehículos aéreos no tripulados al Ejército ruso mientras se prepara para enviar otro tipo de armas, como misiles balísticos, según advirtieron oficiales militares occidentales a principios de noviembre.

Por el momento, Rusia no ha recibido esos misiles, tal y como señaló el asesor presidencial ucraniano, Mykhailo Podolyak, a The Guardian. Podolyak aseguró al periódico británico que “la gran presión diplomática y las protestas han aumentado la presión sobre el Gobierno iraní”. Asimismo, el asesor presidencial destaca que, debido a los problemas internos, Teherán “no tiene tiempo para tratar con Rusia”.

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No obstante, aunque el régimen iraní se esté enfrentando a una oleada de protestas histórica y a una fuerte presión internacional, Occidente continúa mirando con recelo el papel de Teherán en la guerra en Ucrania. Recientemente, el portavoz de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, aseguró que Rusia e Irán están desarrollando una cooperación militar “a gran escala”.

Según explicó Kirby durante una rueda de prensa, el nivel de asociación entre Moscú y Teherán ha llegado a “un nivel sin precedentes de apoyo militar y técnico que está transformando su relación en una asociación de defensa de pleno derecho”. Las advertencias de Estados Unidos se suman a las de Reino Unido, donde consideran a Irán “el principal patrocinador militar de Rusia”.

A finales de noviembre, Londres también señaló que Rusia “probablemente había agotado sus existencias” de drones iraníes, pero que seguramente buscaría nuevos suministros, particularmente “cientos de misiles balísticos”. De acuerdo con el Reino Unido, el apoyo bélico de Irán a las tropas rusas aumentará, mientras que el Kremlin ofrecerá a Teherán respaldo militar y técnico “sin precedentes”.

Los dos países se benefician de esta asociación militar. Por un lado, Rusia trata de adquirir nuevo armamento, incluidos sistemas de defensa, helicópteros y aviones de combate, de acuerdo con fuentes diplomáticas citadas por AP. Mientras, esta cooperación fortalece las capacidades militares de las fuerzas iraníes en medio de las protestas desencadenadas tras el asesinato de la joven kurda de 22 años Mahsa Amini el pasado mes de septiembre. Asimismo, Rusia estaría entrenando a pilotos iraníes para tripular cazas Sukhoi Su-35. “Estos aviones de combate fortalecerán significativamente la fuerza aérea de Irán en relación con sus vecinos regionales”, apuntó Kirby.

Tal y como reveló un alto funcionario del Consejo de Seguridad Nacional a la agencia de noticias, a Washington le preocupa cada vez más la posibilidad de que Rusia intente adquirir más armas convencionales avanzadas de Irán, especialmente misiles. Por su parte, un diplomático de las Naciones Unidas indicó a AP que Irán planea vender a Rusia “cientos de misiles y aviones no tripulados”, algo que violaría la resolución del Consejo de Seguridad de 2015 que respaldó el acuerdo nuclear.

Kirby también ha denunciado que estos intercambios militares no respetan las resoluciones adoptadas por el organismo de la ONU. Por ello, desde Washington están “utilizando las herramientas necesarias para interrumpir estas actividades”.

Por otro lado, el diplomático de la ONU se pregunta qué le dará Rusia a Irán a cambio de los drones y misiles. El paquete armamentístico que prepara Irán -que todavía no ha sido enviado- podría tener “implicaciones masivas para la seguridad de la región”, de acuerdo con la fuente.

Mientras el Kremlin trata de obtener más armamento iraní la población ucraniana sigue sufriendo las consecuencias de los brutales ataques rusos. En medio del invierno, Moscú ha fijado como objetivos principales las infraestructuras energéticas del país, dejando a varias ciudades ucranianas a oscuras y sin calefacción. Odesa ha sido una de las últimas urbes del país en sufrir cortes de electricidad debido a los bombardeos rusos. De acuerdo con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, más de 1,5 millones de personas de Odesa y alrededores se han quedado sin electricidad. 

Coordinador de América: José Antonio Sierra. 

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