La bioquímica Margarita Salas, galardonada en los Premios al Inventor Europeo

Atalayar

Pie de foto: Margarita Salas, profesora honoraria del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, ha obtenido dos premios concedidos por la Oficina Europea de Patentes. 

La bioquímica española Margarita Salas ha sido distinguida con el Premio Inventor Europeo 2019 al conjunto de su carrera por la Oficina Europea de Patentes, por su papel pionero en la investigación genética. La experta en biología molecular ha ganado en la categoría de 'Logros de toda una vida' y también ha recibido el premio 'Popular', elegido por el público entre los 15 finalistas. Es la primera española en lograr el Premio Inventor, unos galadornes que fueron entregados el día 20 en Viena, la capital austriaca.

Su gran descubrimiento fue una técnica capaz de multiplicar de forma sencilla y fiable el ADN a partir de escasos restos orgánicos. Este avance revolucionó la genética y expandió las pruebas de ADN a un sinfín de campos, como la medicina forense, la oncología o la arqueología. Pese a los avances que se han producido en los distintos campos en los que trabaja, muchos de ellos gracias a sus descubrimientos, siempre ha tenido una cosa clara: "España todavía no se toma en serio que hay que investigar", como dijo en una reciente entrevista con Efe. En años anteriores se ha mostrado tan contundente con 'perlas' como "necesitamos triplicar el presupuesto en ciencia" o "la ciencia no depende de una legislatura, no se resuelve en cuatro años", según recoge El Mundo

Sus décadas de estudio la llevaron a descubrir la ADN polimerasa Phi29, una enzima muy importante por su capacidad para producir copias genéticas de forma precisa partiendo de rastros diminutos, como por ejemplo, una simple gota de sangre. El descubrimiento, patentado en 1989, es el que más regalías ha aportado al CSIC, con más de seis millones de euros en los seis años que estuvo activa, de 2003 a 2009. 

Salas, nacida en Asturias en 1938, ha sido la primera en presidir el Instituto de España, la primera española en ingresar en la Academia de las Ciencias de Estados Unidos y la primera científica en entrar en la Real Academia Española de la Lengua (con el sillón i), por citar solo algunos de sus logros. Tomó posesión el 4 de junio de 2003 con el discurso titulado 'Genética y Lenguaje'. Es doctora honoris causa por doce universidades españolas —la última, la Carlos III de Madrid, en septiembre de 2018—. En octubre de ese mismo año la Universidad Pontificia de Salamanca aprobó concederle el mismo galardón. También es miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

"Las patentes fueron realmente importantes, no solo para el Consejo Nacional para Investigaciones Científicas (CSIC) que era el propietario de la patente, sino también para los inventores, nuestro equipo y nuestro laboratorio. Todos nos beneficiamos de las patentes", aseguró Salas a la Oficina Europea de Patentes. El premio carece de dotación económica, pero es prestigioso debido a que lo otorga un jurado internacional procedente del mundo de la ciencia, la empresa, la investigación y la propiedad intelectual. En total quince finalistas de una docena de países optaron al premio en las categorías de "Industria", "Investigación", "Países no miembros de la Oficina Europea de Patentes", "Pyme" y "Logros de toda una vida".

"Margarita Salas es una pionera en el campo de la genética molecular y una referente para todas las mujeres en la ciencia", dijo en la entrega del premio el presidente de la Oficina Europea de Patentes, António Campinos. Una abanderada de la mujer, la otra de sus grandes reivindicaciones, en un acto reciente Margarita Salas animó a las niñas a “vencer los complejos” y a perseguir sus sueños profesionales. "Cuando yo empecé, todo el mundo pensaba que las mujeres no podíamos, pero la mujer puede”, remarcó en el acto.

Aquí puede verse una entrevista con ella en el programa 'Pienso, luego existo' de La2, en la que habla entre otros aspectos, de la importancia de la investigación científica básica, las dotes del buen investigador, las dificultades que encontró en sus inicios por ser mujer y el papel central que tuvo en su vida y en su carrera el encuentro con Severo Ochoa.

Margarita lleva abogando por un Pacto de Estado por la Ciencia desde hace años. En 2004 presentó, junto a investigadores vinculados a la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular, una iniciativa a la que los distintos gobiernos han hecho oídos sordos. El actual ministro de Ciencia, Innovación y Universidades en funciones, Pedro Duque, insistió hace unos meses en que "para lograr un futuro más sostenible e inclusivo" es necesario que la inversión en I+D+i sea del 2 % del Producto Interior Bruto (PIB), una cifra de la que todavía estamos "muy lejos". 

Actualmente es Profesora Ad Honorem del Centro de Biología Molecular "Severo Ochoa" (CBMSO), un centro de investigación mixto del CSIC y de la Universidad Autónoma de Madrid, institución de la que ha sido directora (1992-1993) y profesora de investigación (1974-2008). "Me parece un disparate prejubilar a gente con cincuenta y tantos o sesenta. Soy contraria a la jubilación en ciertas profesiones, como la investigación. A mí me jubilaron a los 70 años. Afortunadamente, pertenezco al CSIC y existe la figura del profesor ad honorem que me permite trabajar", aseguró en la entrevista con EFE, que se puede leer aquí

A la pregunta sobre si nunca se había planteado colgar la bata responde con rotundidad: "mi modelo es Rita Levi-Montalcini, que se murió en 2012 con 103 años y cuando cumplió cien años vino a Madrid por un doctorado honoris causa en la Complutense. Y decía que con cien años iba todos los días al laboratorio. Y que lo importante no era tener arrugas en la cara sino no tener arrugas en el cerebro. Y en broma digo: cuando sea mayor quiero ser como Rita Levi-Montalcini".

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