El acceso de la mujer al ámbito académico y la lucha contra el tráfico de medicamentos son las dos grandes batallas que lleva dando Sawadogo desde hace muchos años

La científica marfileña Duni Sawadogo recibe el Premio Harambee a la Promoción e Igualdad de la Mujer Africana

Ivorian scientist, Duni Sawadogo

Este viernes ha tenido lugar la entrega del XII Premio Harambee a la Promoción e Igualdad de la Mujer Africana, patrocinado por los Laboratorios René Furterer. En esta ocasión la galardonada ha sido la científica de Costa de Marfil, Duni Sawadogo, por su lucha por la promoción de las mujeres en la universidad y contra el tráfico de medicamentos falsos que tanto daño producen a las personas más vulnerables cada año en África. 

En el evento, que se ha celebrado virtualmente debido a la pandemia, ha participado el presidente de la Fundación Harambee, Antonio Hernández Deus, que ha destacado el compromiso de Sawadogo facilitando a que otras mujeres puedan perseguir su vocación científica. También ha valorado la fuerza con la que la roto “techos de acero, más que de cristal, que impiden el progreso de la mujer en la ciencia”. 

A continuación, Nicolás Zombré, director general del Grupo Pierre Fabre en España, ha destacado que el ejemplo de Sawadogo “es el camino a seguir”. El Grupo Pierre Fabre promociona acceso a salud en países poco desarrollados. Desde hace 20 años promueve acciones en colaboración con asociaciones para alcanzar dicho objetivo, pero también luchar contra el tráfico de medicamentos y la formación de profesionales sanitarios.

Duni Sawadogo

Mary Carmen Muiños, directora de Marketing en Pierre Fabre, también ha querido trasladar su agradecimiento a la labor realizada por la científica y ha apuntado la importancia del acceso a la educación y alfabetización. 

Duni Sawadogo es una mujer costamarfileña de 59 años, doctora en Farmacia por la Universidad de Abidjan, en Biología Celular y Hematología por la Universidad de Navarra, y catedrática de Hematología Biológica en la Universidad Felix Houphouet Boigny. 

Nacida en una familia de madre católica y padre musulmán, ambos intelectuales, no tuvo dificultad para estudiar. Su intervención en el evento ha girado en torno a los dos grandes temas que dirigen su actividad profesional: la mujer y ciencia y el tráfico de medicinas. 

Duni Sawadogo

Sawadogo ha contado como durante su infancia viajando por las carreteras veía a chicas vendiendo frutas y se preguntaba por qué no estaba con ellas. La diferencia, tal y como ha recalcado, es que ella tuvo la oportunidad de ser escolarizada, “un simple hecho que cambió mi vida”. 

También ha relatado cómo empezó a dar sus primeros pasos. “Necesitaba ser yo misma. Me presenté a un concurso internacional que reúne a casi todos los países de África con un tribunal de expertos africanos y europeos”, un premio que fue fundamental en su desarrollo profesional. 

“Un día llegó una chica musulmana con el velo, ya había empezado la clase y no sé por qué le pregunté por qué llegaba tarde y tenía varias ausencias. Me contestó que era porque se había casado. En ese momento me di cuenta de que tenía dos posibilidades: una, decirle que el futuro profesional era más importante, pero le habría dejado mal. Así que elegí la otra opción, pedí a la clase que la aplaudiera porque el matrimonio es importante, y a partir de entonces se animó a venir más”, una anécdota que Sawadogo ha contado en relación con la importancia de que la mujer aumente su presencia en la universidad. 

Duni Sawadogo

Al ser preguntada por los cambios que se han de hacer para que el acceso a la universidad no sea un privilegio, Sawadogo ha afirmado que lo más importante es crear escuelas secundarias cerca de los pueblos, ya que al estar alejadas muchos padres temen que sus hijas corran peligro si tienen que mudarse a grandes ciudades. Según la científica, esto explicaría por qué hay muchas menos chicas en secundaria y, por lo tanto, menos aún en la universidad. También ha señalado a la pobreza como uno de los mayores impedimentos y además cada vez hay menos becas, según ha informado. 

Por otro lado, el tráfico de medicinas es un negocio tan lucrativo que, por ejemplo, genera 20 veces más dinero que la heroína, ocasiona numerosas muertes al año en todo el mundo, especialmente entre las personas más vulnerables. La OMS estima que cada año 300.000 niños de menos de cinco años mueren en África por complicaciones generadas por este tipo de medicinas falsas o de baja calidad. 

Duni Sawadogo

Ha defendido una mayor colaboración entre países para luchar contra esta lacra, aunque también ve necesario potenciar la industria farmacéutica en África ya que solo el 2% de las medicinas utilizadas están fabricadas allí, lo que supone una puerta abierta al tráfico de medicamentos.

La científica costamarfileña ha agradecido al Grupo Pierre Fabre la labor que hacen al respecto, y también el hecho de prestar esa ayuda de buena fe sin publicitarse. 

Duni Sawadogo

“Sueño con un continente africano donde haya paz y prosperidad, sueño con que un día ningún africano tenga que cruzar el mediterráneo para ir a Europa a buscar trabajo, sueño que un día pueda trabajar en un laboratorio como los que vi en el norte (…) No sé si yo lo veré, pero espero que se haga realidad para las generaciones futuras. Mientras tanto ayudando a las personas y mujeres de mi entorno estoy poniendo mi granito de arena”. “Este premio se lo dedico a todas las mujeres del mundo y especialmente a las de África (…) La mujer da vida a la humanidad y da humanidad a la vida”, se despedía la galardonada.

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