La compañía china Evergrande se convierte de nuevo en objetivo de protestas
Un centenar de personas se han congregado frente a la sede de la empresa Evergrande en la ciudad de Guangzhou en forma de protesta. Los manifestantes piden a la marca que les devuelva el dinero invertido, algo que la empresa todavía no ha sido capaz de solucionar y los inversos están temiendo lo que pueda pasar. Los medios oficiales del país asiático fueron testigos de la huelga en la que escucharon a personas gritar que se les devolviera su dinero. El diario digital Reuters ha tenido acceso a los testimonios de los inversores, en los que una de ellas decía que “tememos que nos sacrifiquen”.
Estos están empezando a temer las consecuencias que les puede traer haber invertido en la empresa. La marca, por su parte, anunció que a comienzos de este año iban a empezar a realizar rembolsos mensuales de 8.000 yuanes, pero los inversores no confían en las palabras y piensan que su dinero va a ser utilizado por la empresa para pagar la deuda que tiene. Aunque están intentando amortizar los pagos, también cabe destacar que están pidiendo un retraso de seis meses ya que se están encontrado con dificultades para devolver los más de 300.000 millones de dólares que deben.
El gigante inmobiliario, endeudado desde hace bastante tiempo, reanudó ligeramente su actividad en la Bolsa de Hong Kong en la que consiguió que sus acciones subieran un 10% tras su cancelación de su actividad el lunes. Según los datos ofrecidos por MarketWatch y a los que el diario RT ha tenido acceso, la cotización situó a la marca china en los 1,75%, aunque luego bajaron a los 1,61 dólares. Ese día, las autoridades de la provincia de Hainan dieron la orden de demoler en 10 días unos 39 edificios construidos por la marca de forma irregular y con permisos ilegales. Aun así, Evergrande pidió volver a entrar en cotización, asegurando que la noticia no afectaría al resto de sus proyectos, como por ejemplo el que están llevando a cabo en una isla china llamado Ocean Flower Island.
“Respecto a la situación actual de liquidez, la empresa continuará manteniendo activamente la comunicación con sus acreedores, esforzándose en solucionar los riesgos y en proteger los derechos e intereses legítimos de todas las partes”, afirmó la inmobiliaria en un comunicado. Evergrande, además, recalcó que en 2021 sus ventas recaudaron 433.000 millones de yuanes, lo que significa una caída del 39% en comparación con 2020.
Evergrande es una empresa china fundada en 1996 por el empresario Xu Jiayin y que forma parte de Global 500, ranking en el que entran las marcas con más ingresos del mundo. Además de todo el sector inmobiliario, la firma va mucho más allá y también opera en el sector de la alimentación, el de vehículos, seguros de vida, recursos audiovisuales, parques temáticos, tecnología y entretenimiento,
Es el segundo promotor inmobiliario más grande de China, y sus acciones suponen el 2% del PIB de la nación. Pero ahora se encuentra atravesando un grave problema de liquidez, que hace que la marca tenga deudas millonarias con sus acreedores e inversores. Sus deudas se han ido acumulando a lo largo de su recorrido y los problemas con los inversores han ido creciendo ya que no recauda dinero de manera más rápida.
Desde que la noticia de sus inconvenientes se hizo conocida, muchos de sus trabajadores y personas que apostaron firmemente por la empresa están temiendo su quiebra total. A esto se le añade que si fuera posible una caída en picado de su sistema expertos aseguran que podrían ir detrás muchas más marcas debido a la importancia que tiene Evergrande en el país en términos económicos.
Temiendo “un efecto dominó”, que afectaría a todo el país, los analistas y expertos confían en la intervención del Gobierno chino en el asunto, aunque también aseguran que la empresa se encuentra en un proceso de restructuración y la directiva de la nación china, en todo caso de intervenir, lo haría para mostrar su determinación en respecto a la nueva regulación del sector inmobiliario que se está llevando a cabo, ya que la deuda que sostiene Evergrande tampoco es lo suficientemente grande.
