La competición por el Orden Internacional y la ausencia de Europa en el tablero estratégico
Los esfuerzos por hacerse con el control del mayor espacio posible se han acelerado en los últimos tiempos. Los proyectos e iniciativas como la reciente AUKUS evidencian la importancia de tomar cartas en el asunto y actuar en un contexto cada día más complejo. Mientras China, Rusia y Estados Unidos – de la mano de ingleses y australianos – se disputan el control del Orden Internacional, Europa se mantiene al margen de la carrera quedando en un segundo plano y evidenciando las carencias que sigue sin corregir el Viejo Continente.
Si aún no ha estallado un conflicto bélico entre las grandes potencias es porque hay diversos factores que frenan un enfrentamiento cuyo inicio podría dejar de ser fruto de la imaginación. No lo cree así el coronel José Luis Calvo Albero, director de la División de Coordinación y Estudios de Seguridad y Defensa (SEGENPOL). La interconexión económica existente entre muchos de los países más importantes del mundo evita que se abra la veda de la violencia, cree Calvo Albero. El coronel ha expresado su parecer en el evento coordinado por el presidente de la Asociación Ideas y Debate, Miguel Ángel Benedicto bajo el nombre “El mundo que viene: Reordenamiento del nuevo orden internacional y geopolítica tecnológica global”.
Las armas nucleares es el otro aspecto fundamental que cree José Luis Calvo Albero evita el desencadenamiento de una guerra dado que en provocaría un conflicto en el que “no hay ganadores ni perdedores, sólo víctimas”. El coronel, junto con Javier Fernández Arribas, director de la revista Atalayar, fueron los encargados de presentar la jornada organizada por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Fernández Arribas también destacó algunas de las claves que pueden marcar el futuro del tablero geopolítico dando pie a la primera de las partes que tendría la conferencia, “La nueva relación transatlántica tras la llegada de Biden”.
José María Peredo, catedrático de Comunicación y Política Internacional, y David García Cantalapiedra, profesor de RRII en la UCM, fueron los encargados de arrojar algo de luz en este complejo asunto. Peredo destacaba el objetivo clave que tiene ahora la Administración Biden que es el de frenar el avance de China con iniciativas como AUKUS o “Build Back Better World”. Quieren una convergencia de las teorías existentes, reorganizar el Orden Internacional a través de un nuevo bloque del que Europa, fruto de su inactividad, se aleja cada vez más. Así lo veía también Cantalapiedra que aseguraba que “hace tiempo que Europa no está en el juego del Orden Internacional donde discuten China, Rusia y Estados Unidos”.
Si hay algo que parece estar claro es que no estamos a las puertas de un proceso o una competición, estamos ya en ella, es algo que ya ha comenzado, y Europa, como de costumbre, va tarde. Los norteamericanos se acercan cada vez más Asia porque conocen la importancia que tiene – y aún más que va a tener – en el plano internacional. Este movimiento debería ser seguido por la Unión Europea que, dice el profesor de la Complutense, “o nos alineamos (Europa) o ya se encargarán las grandes potencias de alinearnos”. El Indopacífico es una de las claves de cara al futuro, y los europeos no tienen una estrategia allí.
La del Indopacífico no es la única región clave ignorada por el Viejo Continente. David García Cantalapiedra explicaba que “África es vital para Europa y más aún para España, y estamos a verlas venir”. La tendencia actual no invita al optimismo europeo. Mientras tanto, Estados Unidos, Reino Unido y Australia mueven ficha para el descontento francés y la preocupación china y rusa, que ven un actor fuerte en posiciones importantes. En esto precisamente consistía otra de las etapas del encuentro organizado por la Universidad Complutense, moderada por Esteban Hernández, jefe de opinión de El Confidencial, bajo el nombre de “El papel de china en el nuevo Orden Mundial”.
Gracia Abad, profesora RRIUI de la Universidad Antonio de Nebrija y Georgina Higueras, directora de Foro Asia, explicaron la forma en la que China está consiguiendo moverse en este contexto. La segunda mayor potencia económica del mundo – primera según el Fondo Monetario Internacional – conoce la importancia de contar con otros actores que te apoyen y sirvan de pie para convertir tus objetivos en realidades, como es el de lograr cambiar el Orden Internacional ya que consideran que el actual no les es favorable. Y para ello, la existencia o no del Partido Comunista chino, decía Higueras, no es esencial, ya que es una meta que va más allá, viene de las élites de China.
Ese fin, se podría decir intrínseco de China, está cerca de ser materializarse gracias a los esfuerzos que llevan años realizando desde Pekín, a pesar de que “muchos niegan el ascenso de China porque quieren evitar su regreso a la cima del Orden Internacional”, decía Yao Fei, ministro consejero de la Embajada de China en España. Juan Luis Manfredi, cátedra Príncipe de Asturias, fue otros de los principales intervinientes en la jornada, y coincidía en que los esfuerzos deben estar centrados en la región del Pacífico ya que de esta va a depender en gran medida el futuro de las relaciones internacionales.
“Estamos en el siglo del Pacífico”, afirmaba con rotundidad Manfredi. Europa debe moverse y buscar su hueco en el tablero ya que, de lo contario, su relevancia se seguirá diluyendo como lo lleva haciendo los últimos tiempos. Será importante el papel que desempeñe y la forma en la que se alinee – ya sea por voluntad propia o no, como explicaba el profesor Cantalapiedra – Europa para el futuro del un proyecto como la Unión que cada vez despierta más dudas y cuya razón de ser está más en entredicho que nunca.
