La construcción de la mezquita Basharat en el municipio cordobés de Pedro Abad representa una conquista histórica para el legado musulmán en España

La Comunidad Musulmana Ahmadía y España, un modelo de convivencia interreligiosa

PHOTO - Mezquita de Córdoba

En una época de profunda división política y social, marcada por la polarización y el sectarismo, entra de nuevo en escena la confrontación religiosa. Un embate bautizado por Samuel P. Huntington como “Choque de civilizaciones”. El eterno retorno del fundamentalismo islámico con la llegada al poder de los talibanes en Afganistán parece haber reabierto viejas heridas y aumentado en nivel de amenaza. Este contexto, en absoluto proclive para el acercamiento entre culturas, no ha impedido a la Comunidad Musulmana Ahmadía organizar un evento de concordia y entendimiento, clave para comprender el papel del islam en la historia de España.

“Al Ándalus en la memoria: pasado y presente” es el título de un seminario emprendido por la Comunidad Ahmadía en colaboración con la Alcaldía del municipio cordobés de Pedro Abad y la Cátedra UNESCO de Resolución de Conflictos de la Universidad de Córdoba que constará de nueve sesiones, una cada jueves, entre las 19.30 y las 21 horas.

Comunidad Ahmadía Manuel Fraga

La conferencia virtual ha contado con la participación de la alcaldesa de Pedro Abad, Magdalena Luque, y su predecesor en el cargo, Miguel García. El director de la Cátedra de la UNESCO sobre la Resolución de Conflictos de la Universidad de Córdoba, Manuel Torres, y el máximo representante de la Comunidad Musulmana Ahmadía, Abdul Razak, han completado el elenco de invitados. En última instancia, el portavoz de la Comunidad islámica, Qamal Fazal ha sido el encargado de introducir y moderar la conferencia.

Fazal ha arrancado el seminario narrando la vertiginosa propagación del islam desde su nacimiento en el siglo VII de la mano del profeta Mahoma hasta su llegada a la península Ibérica en el año 711 para dar paso al también rápido surgimiento de la comunidad ahmadía, una rama distanciada del chiísmo y el sunismo, las corrientes mayoritarias del islam. Fundada por Hazrat Mirza Ghulam Ahmad, esta se ha extendido por más de 200 países y amasa decenas de millones de seguidores en todo el mundo en apenas 132 años de existencia.

Comunidad Ahmadía prensa de España

“Creemos en un renacimiento del islam basado en la conquista racional”, ha expresado Fazal. Los esfuerzos de la comunidad se dirigen en ese sentido, se trata de una organización autofinanciada, cimentada sobre los “diezmos” de los fieles, y no reciben “nada de ninguna administración”, matizó el portavoz ahmadí.

Karam Ilahi Zafar. Ese es el nombre del primer misionero ahmadí que estableció su base de operaciones en España, concretamente en Madrid, y fundó la matriz de la Comunidad Musulmana Ahmadí en la Península. Lo hizo en 1946, proveniente de la aldea de Qadián en la que nació el fundador de la rama islámica. Zafar fue el precursor de la comunidad en el país, una comunidad que ha crecido exponencialmente en las últimas décadas.

Comunidad Ahmadía alcaldesa de Pedro Abad

Vínculos históricos

Fazal realizó un repaso a lo largo de la historia reciente de España. Entre los puntos más interesantes de su alocución destacan los vínculos creados durante los años de dictadura entre la Comunidad Ahmadí y el régimen. Entonces “no se permitía la divulgación salvo a puerta cerrada”, destacó Fazal. Es preciso recordar que el franquismo se construía en torno al nacionalcatolicismo. No existía la libertad religiosa. Un factor que no impidió a los líderes de la Comunidad Musulmana Ahmadí permanecer en el país. 

De hecho, la relación entre la clase política y la Comunidad fue, en parte, próxima. El propio Franco y uno de sus ministros, Fraga, permitieron el desarrollo parcial de la organización. Sin embargo, la relación fue mucho más fluida a partir del aperturismo democrático. El propio portavoz mostró la correspondencia entre los representantes de la comunidad y una serie de políticos españoles que protagonizaron la Transición, como Fraga o Felipe González. Y también posteriores, como José Luis Rodríguez Zapatero.

Comunidad Ahmadía Miguel García

La alcaldesa de Pedro Abad, Magdalena Luque, cogió el testigo y narró los vínculos entre la localidad cordobesa y la Comunidad Ahmadí, con especial énfasis en los prolegómenos de la construcción de la mezquita Basharat en el municipio. En 1980, el Califa IV ahmadí, Mirza Tahir Ahmad, “un señor de tez oscura, con turbante y túnica, acompañado de su mujer”, según las descripciones, vio cumplido su deseo y el de sus compañeros con la colocación de la primera piedra del histórico lugar de culto.

Uno de los máximos responsables de aquella conquista fue Miguel García, entonces al frente de la Alcaldía de Pedro Abad. Llegó a ser alcalde con 26 años después de las primeras elecciones municipales tras cuatro décadas de dictadura. García formaba parte del Partido Comunista de España (PCE) y accedió al poder como segunda fuerza del municipio pactando con el PSOE. “La democracia estaba dando en España sus primeros pasos. Eran tiempos de ilusión y esperanza, pero también de precaución y convulsión”, recordó.

Comunidad Ahmadía Manuel Torres

Eso no le achantó para aceptar su parte de responsabilidad en la construcción de la mezquita. Lo encomendó al pleno municipal, a pesar de que la decisión “creaba una situación bastante desagradable para ciertos sectores de la localidad”. Contra todo pronóstico, la asamblea aprobó por unanimidad la medida. “De esta forma se cumplía el artículo 16 de la Constitución”, concluye García.

“Pedro Abad demostró ser un pueblo abierto, respetuoso y acogedor”, destacó el exalcalde. “Todo perfecto para un hermanamiento para ambas comunidades. Además, el pueblo acudió en masa a la inauguración de la mezquita”, recordó con nostalgia. Sin embargo, para el catedrático Manuel Torres no sería posible reeditar en el presente aquel acontecimiento. “Hoy ningún pleno aprobaría por unanimidad una propuesta de esas características”.

Comunidad Ahmadía Abdul Razak

Torres lamentó el estado de las cosas. “Cuestiones que se creían superadas parecen haberse echado a perder. Una completa involución”, sentenció. Pedro Abad constituyó un modelo para el diálogo interreligioso y la convivencia. Unos principios que el emir Abdul Razak puso en valor: “Nuestro objetivo es construir un puente entre la Andalucía del pasado y la del futuro, en el que solo pasen los aspectos positivos”, remató.

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