La corrupción y la crisis económica que azota el país de los cedros han desatado la ira pública

La explosión de Beirut pone en jaque al Gobierno de Líbano

PHOTO/AP - Protestas contra las élites políticas y el gobierno después de la explosión mortal de esta semana en el puerto de Beirut que devastó grandes partes de la capital y mató a más de 150 personas, en Beirut, Líbano

La sociedad libanesa continúa exigiendo respuestas. La indignación con la clase política se ha cobrado sus primeras víctimas en el Ejecutivo libanés, los ministros de Información, Medio Ambiente y Justicia, mientras continúan las manifestaciones en la capital, en protesta por la explosión que el martes devastó una parte de Beirut, provocando la muerte de más de 150 personas e hiriendo a al menos 6.000, según los últimos datos oficiales. 

La corrupción y la crisis económica que azota Líbano han desatado la ira pública. La historia del país de los cedros cambió por completo el pasado 17 de octubre, cuando el Gobierno anunció nuevas medidas fiscales. Este anuncio llevó a miles de personas de distintas religiones y clases sociales del país a protestar exigiendo reformas económicas y sociales y cambios en la esfera política, a la que acusaban de corrupción. Nueve meses más tarde, la inestabilidad política ha llevado a miles de personas a exigir cambios aumentando la presión sobre el Ejecutivo. 

La ministra de Información, Manal Abdel Samad

La ministra de Información de Líbano dimitió este domingo, tras las protestas producidas en el país, que provocaron la muerte de un Policía y en la cual más de 250 personas resultaron heridas. Manal Abdel Samad, anunció su salida “pidiendo disculpas al pueblo libanés por no cumplir con sus aspiraciones”. “El cambio siguió siendo difícil de alcanzar. Dado que la realidad no se correspondía con las aspiraciones, y tras el horror del desastre de Beirut, presento mi renuncia al Gobierno”, aseveró en un comunicado recogido por el periódico Arab News. La culpabilidad ha llevado al titular de la cartera de Medio Ambiente, Damianos Kattar, a presentar su dimisión. “Los amigos de mis hijos murieron durante la explosión de Beirut y no puedo seguir desempeñando estas responsabilidades en el ministerio”, aseguró durante una reunión ministerial con el primer ministro Hassan Diab.  

La ministra de Justicia, Marie-Claude Najm, y una serie de diputados acaban de presentar su renuncia por escrito al jefe de Gobierno. Najm no ha esperado a la reunión del gabinete programada para esta tarde en el palacio presidencial en Baabda y en la que se abordará esta crisis. 

El ministro de Desarrollo Administrativo y Medio Ambiente Damianos Kattar llega a la reunión inaugural del gabinete en el palacio presidencial en Baabda al este de la capital Beirut el 22 de enero de 2020

Estas dimisiones en cadena se han producido después de que los diputados del partido Kataeb, una pequeña formación política con tres escaños en el Parlamento, anunciasen su renuncia con el fin de “pasar al frente con todos los libaneses honestos por el bien del Líbano, soberano e independiente”. No obstante, la crisis política que sufre Líbano había llevado al ministro de Exteriores a presentar su dimisión, incluso antes de que tuviera lugar esta tragedia, lamentando “no haber logrado gestionar la crisis y aplicar las medidas necesarias para salvar el país”. 

El presidente del Parlamento libanés Nabih Berri, ha convocado este domingo una sesión de control al Gobierno para que éste responda el sobre las posibles negligencias ocurridas en la tragedia ocurrida el pasado martes. La sesión tendrá lugar el próximo jueves al mediodía y en ella discutirán con el Gobierno “el crimen que ha afligido a la capital y al pueblo”. “Nos enfrentamos a un gran problema. Un crimen ha tenido lugar por negligencia, y hay una enorme tragedia humanitaria que requiere una investigación internacional para averiguar quién es el responsable de este crimen”, ha explicado Berri al digital Arab News. 

PHOTO/AP - Una bandera libanesa colocada por los ciudadanos ondea frente al lugar de la explosión del martes que golpeó el puerto marítimo de Beirut, Líbano, el domingo 9 de agosto de 2020

Tras ocurrir este desastre, el primer ministro de Líbano, Hasan Diab consideró que la mejor forma de salir esta crisis era a través de elecciones anticipadas y anunció que estaba dispuesto a liderar un gabinete durante dos meses para celebrar estos comicios. Llamo a los partidos a que acuerden el siguiente paso (...) Propondré el lunes en (la reunión de) el gabinete llamar a elecciones anticipadas”, aseguró.

Mientras continúan las labores de rescate en el país, el presidente de Líbano, Michel Aoun, rechazó una investigación internacional sobre esta catastrófica explosión, aumentando aún más la ira en la población. El líder del partido Fuerzas Libanesas, Samir Geagea, ha utilizado la red social Twitter para anunciar que están “haciendo las llamadas necesarias […] para reunir suficientes renuncias y celebrar elecciones parlamentarias anticipadas cuanto antes”.  Sin embargo, Aoun se mantiene firme en su teoría de que “la demanda de una investigación internacional tiene como objetivo engañar a la verdad. La sentencia carecerá de sentido si tarda demasiado en emitirse. El poder judicial debe ser rápido porque la justicia demorada no es justa. Debe ser inmediato y sin prisas para determinar quién es un criminal y quién es inocente”, aseveró. 

“Los equipos militares que trabajaban en el lugar de la explosión utilizaron sensores precisos para averiguar si había materiales químicos, radiológicos o biológicos, pero no se encontró ninguno”, ha dicho a Arab News un oficial del Regimiento de Ingeniería del Ejército Libanés. Por su parte, un buzo militar entrevistado por este mismo periódico ha afirmado que cuando se sumergió para buscar cuerpos, encontró tortugas muertas y recuperamos un cuerpo que fue arrojado por la explosión a 500 metros del sitio”. Mientras tanto, la administración del puerto de Beirut ha aumentado sus esfuerzos para reanudar cuanto antes las actividades en las partes de esta instalación que no sufrieron daños.  El Ejército libanés, por su parte, ha dado por concluida la primera fase de las labores de búsqueda y rescate.

PHOTO/AP - Trabajadores del equipo de rescate observan cómo una excavadora aborda la remoción de escombros de la masiva explosión de esta semana en el puerto de Beirut, Líbano, el sábado 8 de agosto de 2020

El fiscal general libanés Ghassan al Khoury, ha comenzado este lunes a tomar declaración a los responsables de los apartados de seguridad del Estado en la relación con la explosión ocurrida el pasado martes. Por el momento, al Khoury ha tomado testimonio al director general del Servicio de Seguridad del Estado, general Tony Saliba, en el Palacio de Justicia de Beirut, de acuerdo con la información publicada por la Agencia Nacional de Noticias (ANN). 

En la apertura de la conferencia internacional de apoyo a Beirut, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha pedido a las autoridades del país efectuar una investigación independiente. “Este ofrecimiento de ayuda incluye igualmente un apoyo a una investigación imparcial, creíble e independiente sobre las causas de la catástrofe. Es una petición fuerte y legítima del pueblo libanés. Es una cuestión de confianza. Los medios están disponibles y deben ser movilizados”, manifestó en su discurso de apertura. 
 

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