Las causas del suceso todavía no se han esclarecido, aunque desde Irán hablan de “atentado terrorista”

La explosión en un petrolero iraní aumenta la tensión en Oriente Medio y el crudo sube

photo_camera AFP PHOTO / HO / IRIB - Fotografía publicada en la televisión estatal iraní IRIB, supuestamente se ve al petrolero iraní de crudo Sabiti navegando en el mar Rojo

Oriente Medio vuelve a revivir un episodio de tensiones con Irán como protagonista. El petrolero iraní Sabiti -anteriormente Iran Sanandaj- de la compañía nacional de petróleo (NITC, por sus siglas en inglés) ha resultado dañado en una explosión. El carguero, con un millón de barriles de petróleo a bordo, se encontraba en las aguas del mar Rojo a 60 millas, unos 96 kilómetros, del puerto saudí de Jeddah, y se dirigía a Siria a través de la ruta del Canal de Suez, que une el mar Rojo con el mar Mediterráneo.

De acuerdo con un comunicado publicado por la NITC, el barco sufrió dos explosiones separadas -una a las 5 de la madrugada, hora local, y la segunda, media hora más tarde- como consecuencia del impacto de “dos misiles”. En esta línea, se ha manifestado la agencia de prensa iraní de estudiantes, ISNA, que ha comunicado que “los expertos creen que fue un ataque terrorista”.

Los datos más recientes que se conocen aseguran que, “según los últimos informes, no se registró ningún incendio, toda la tripulación a bordo está a salvo y la situación está bajo control”, ha publicado la agencia de prensa iraní IRNA, que también ha aseverado que “el derrame de petróleo [producido a causa de la explosión] alcanzó el nivel más bajo”.

El portal Marine Traffic, revelaba, a las 10:30 horas de la mañana -hora española-, que el carguero, construido en el año 1999 y con unas dimensiones de 274 metros por 48,03 metros, ya se encontraba de nuevo “en curso usando el motor”, a una velocidad de 10,1 knots -aproximadamente 18,5 kilómetros por hora-.

Fotografía publicada en la televisión estatal iraní IRIB, supuestamente se ve al petrolero iraní de crudo Sabiti navegando en el mar Rojo

La primera reacción oficial de las autoridades iraníes ha provenido del portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Abbas Mousavi, quien ha asegurado que “los responsables del ataque también son responsables de las consecuencias de esta peligrosa aventura, incluida la peligrosa contaminación ambiental causada”.

De confirmarse la intencionalidad del ataque, así como la autoría, todavía por esclarecer, podría elevar de nuevo las tensiones hasta los niveles que se alcanzaron tras los ataques contra la petrolera estatal Saudi Aramco de hace casi un mes, el pasado 14 de septiembre. Estados Unidos, Arabia Saudí y la órbita europea responsabilizaron directamente a Irán de la ofensiva, a pesar de que los hutíes de Yemen se atribuyeron el ataque. 

Esta explosión se produce, además, en un momento en el que las autoridades de Teherán parecen estar trabajando por la distensión. En su cuenta de Twitter, el ministro iraní de Exteriores, Mohammad Javad Zarif, exhortó a sus vecinos regionales a su proyecto denominado Hope (‘Esperanza’) para salvaguardar la protección del estrecho de Ormuz, que ya fue presentado ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). “Invito a mis colegas en los liderazgos de otros estados regionales, y en las comunidades académicas y diplomáticas, a unirse a nosotros para forjar un proyecto de paz, seguridad, estabilidad y prosperidad. Todos tenemos quejas sobre el pasado. Irán, después de ocho años de agresión financiada regionalmente y 40 años y separatismo patrocinados por extranjeros, tiene mucho de qué quejarse. Pero como el gran poeta y sabio Rumi escribió hace 800 años: ‘Más allá de las ideas de maldad y buen hacer, hay un campo. Nos vemos allí’”, publicó el responsable de Exteriores iraní en la red social.

Mapa de localización del petrolero iraní
El Canal de Suez y el petróleo

Además del impacto medioambiental por el vertido de crudo -aparentemente controlado-, se han producido consecuencias económicas. El precio del petróleo ha subido un 2,3%, lo que vuelve a reflejar la dependencia del valor del oro negro de los conflictos y tensiones geopolíticas que rodean a las aguas de la península arábiga, entre ellas, el mar Rojo con el Canal de Suez, o el escenario por excelencia de los incidentes en los últimos meses, el estrecho de Ormuz, que conecta al golfo Pérsico con el mar de Omán y se configura como la principal arteria del comercio mundial del petróleo -circula el 30% del crudo global-. 

El Canal de Suez, por su parte, también se erige como una “ruta estratégica en los envíos de petróleo crudo, productos derivados del petróleo y gas natural licuado (GNL)” y como “un punto crítico debido a los grandes volúmenes de productos energéticos que fluyen a través de él”, según expone la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés).

Cabe destacar que esta ruta ha ido cobrando cada vez más importancia en los últimos meses, sobre todo, a partir del mes de agosto de este año, cuando se reveló que había ingresado 5.900 millones de dólares en el ejercicio fiscal de 2018-2019, convirtiéndose en la cifra más alta de su historia. Según un comunicado del presidente de la Autoridad del Canal de Suez, Mohab Mamish, esto supuso un incremento del 5,4% en comparación con el periodo anterior. Además, se registró que más de 70.600 embarcaciones atravesaron la ruta durante los doce meses del ejercicio fiscal.

Más en Política