La Fundación defiende la importancia del acercamiento entre religiones como solución para alcanzar la paz

La FICRT impulsa la fraternidad humana a través de la diplomacia religiosa

PHOTO/HAMAD AL MASOORI - Fotografía de archivo, firman conmemorativa, durante el Encuentro de Fraternidad Humana en el Monumento a los Fundadores, el 4 de febrero 2019

Con motivo de la celebración del segundo aniversario del Día de la Fraternidad Humana, la Fundación for Islamic Culture and Religious Tolerance (FICRT) ha llevado a cabo una serie de coloquios con el fin de promover el diálogo interreligioso y la fraternidad como herramientas necesarias para promover la paz y la tolerancia. 

Este día nace como fruto del encuentro entre el Papa Francisco y el gran imán Al Tayeb en Abu Dabi. En esta ciudad ambos líderes religiosos sellaron un acuerdo histórico a través del cual se trató de plasmar la intención de promover la paz a través de la convivencia de las religiones. Además de haberse convertido en un hito que ha conseguido promover la unión entre la religión cristiana e islámica, el documento mandó un mensaje claro y contundente a el mundo: la unión y el trabajo conjunto para promover la cultura de la tolerancia, rechazando abiertamente el radicalismo y la violencia. 

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Así y a modo de celebración, la FICRT reunió a varios expertos del campo de la cultura y la religión con el objetivo de crear un espacio de diálogo en el que estos valores se pongan de manifiesto. De esta forma los coloquios fueron protagonizados por la directora del Observatorio Blanquerna de Medios de Comunicación, Religión y Cultura de la Universidad Ramón Llul, la doctora Miriam Díez Bosch, el profesor de estudios diplomáticos en la Universidad de Londres, el doctor Nabil Ayad,  el profesor de estudios hebreos de la Universidad Complutense de Madrid, Javier Fernández Vallina seguido del director de la Cátedra Andaluza para el Diálogo de las Religiones, el doctor Jaime Flaquer junto con el catedrático de derecho eclesiástico, el doctor Juan Ferreiro Galguera, a través de la mediación del profesor de Estudios Árabes, Mohammed Dahiri.

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Para comenzar, el presidente del patronato de la Fundación FICRT, Jumaa Alkaabi señaló que la importancia de este día reside en construir una conciencia de “tener una plena ciudadanía y una justicia integral que no admite el racismo o la marginación”.

En el contexto de la firma del documento, Alkaabi hizo referencia a la declaración “que promulgó la ONU para declararlo día de la fraternidad humana por iniciativa de Egipto, Emiratos Árabes y Bahréin”.

De acuerdo con el presidente de la Fundación, en dicho documento se consiguió enfatizar en “la valiosa contribución de las personas y en la promoción de la tolerancia con el fin de promover el diálogo religioso”. Además, señaló que la importancia de la fraternidad reside en “la creación de un vínculo entre las personas obviando todo aquello que nos separa como la ideología, la política o el racismo”. 

Prosiguió afirmando que “todos buscamos la justicia y la igualdad” y que en ese camino “la diversidad cultural es una puerta para la integración, la aceptación del otro y para la convivencia pacífica”, una vía que “abre la puerta hacia el civismo y hacia la cooperación”. Por ello, señala, ese logro de la paz “requiere de un esfuerzo claro y una cooperación entre los pueblos y los Estados”.

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“El fundamentalismo solo causa odio constante y un reguero de sangre, esto es lo que muestra la historia. La paz solo se logra con la cercanía nunca se va a lograr con el odio o con la guerra”. Por lo que en este día la FICRT trata de difundir un “mensaje de paz de entendimiento y de fraternidad a través de la cooperación entre todas las religiones”, afirma.

Junto a esto, concluyó indicando que “el objetivo de estas sesiones es plantar los cimientos de esta convivencia pacífica y ayudar a difundir los valores de la paz”.

Por su parte, la doctora Miriam Díez Bosch, declaró que “la fraternidad es una meta en la que el ser humano se iguala en condiciones y nos hace constatar nuestros valores”. En este camino de construcción de la paz, la fraternidad sería “ese afecto que nos ayuda a ser libres para construir un mundo en el que se pueda ser libre. Es una condición de posibilidad para avanzar”.

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En esta línea, mencionó la frase declarada por el papa Francisco de “sin fraternidad nos derrumbamos como humanidad” para señalar que “no se puede dar convivencia si seguimos segregando. La fraternidad es uno de los valores universales que deberían ser las bases de nuestros pueblos”. Asimismo, mencionó que en un mundo cada vez más individualista en el que la tecnología se ha convertido en uno de los principales modos de comunicarnos “se pueden suprimir los valores humanos”, algo que con la fraternidad se puede remediar.

En esa “lucha interior contra nuestros egoísmos, las religiones no invitan a la violencia. Esto es fruto de la desviación de las enseñanzas religiosas por y para intereses políticos”, explica. Por ello apela a que en los actos terroristas “se deje de usar el nombre de Dios”.

Para finalizar resalta que “en esa diplomacia de las religiones es imprescindible el respeto y la tolerancia religiosa" y que "La fraternidad consigue aunar los derechos humanos”.

Después, el doctor Nabil Ayad relacionó los conceptos de diplomacia y fraternidad y puso como ejemplo de ello “las masivas manifestaciones que hubo a lo largo del mundo como reacción del asesinato de George Floyd”.

Para Ayad, “la pandemia de la COVID-19 ha intensificado la fraternidad”. Y por este motivo “la salud de las naciones es fundamental para la construcción de las relaciones y la creación de riqueza”.

El doctor defiende que “las religiones nos enseñan a querer al otro” y por ello debemos huir de defender únicamente a aquellos que “creen en el mismo Dios que nosotros, evitando así el parroquialismo”.

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De esta forma habla de “explorar en cómo se puede sostener el mundo a través de la defensa de la humanidad espiritual, un valor y forma de vida que se está perdiendo en un mundo cada vez más dividido”.

Seguidamente el doctor Francisco Javier Fernández Vallina mencionó que “la fraternidad es un deber humanista que debe luchar por una paz estable y justa por encima del conflicto. En un momento en el que Europa resuena con tambores de guerra, evocamos la diplomacia activa a través de la igualdad y la semejanza con la hermandad”.

Vallina apela a “actuar desde una ética civil que realice la justicia por amor hacia todos pero que estas serán insuficientes para conseguir su objetivo si los políticos no lo llevan a cabo”. Por lo que se necesita hacer un proyecto que “se haga entre la religión y la democracia”.

Por su parte, el doctor Jaime Flaquer hizo hincapié en la importancia de la “relación con el prójimo” así como en la creación de “la fraternidad y la sororidad”. Menciona que “toda religión se vincula con el prójimo y considera al otro no como a un extraño si no como a un igual. En la religión se comparte algo del ser, son espacios de tolerancia y de no violencia en los que se trata de hacer del otro un igual incluso un yo mismo”.

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“Somos gracias a los demás, no podemos ser el uno sin el otro. Cada religión es creadora de fraternidad y de lazos” por lo que es “preciso encontrar nuevos paradigmas llamados a bucear en las tradiciones religiosas para colaborar en la construcción de una fraternidad universal” en la que se “colabore en la paz y no en la creación de conflictos”, subraya.

Para finalizar el coloquio, el doctor Juan Ferreiro mencionó la importancia de “el papel que juegan los Estados”. Asimismo, hizo mención del cristianismo como “religión que lleva la fraternidad empapada en sus genes a través de el lema amaras al prójimo como a ti mismo”.

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Por ello Ferreiro ha recalcado en la importancia de celebrar estos días para “sensibilizar al público sobre esto” ya que “el conocimiento profundo de las religiones permite derribar las barreras que nos separan. La igualdad religiosa da a cada uno lo que le corresponde” y en esto, añade, España ha llevado a cabo “el principio de cooperación a través de una serie de acuerdos con las religiones”.

De esta forma concluye resaltando que “si el Estado puede cooperar con las confesiones para crear leyes, también puede mejorar el dialogo interreligioso". Por esta razón apela a los países a "avanzar y fortalecer la fraternidad" un valor "muy necesario y más aun en estos días”.