Proporcionará agua y electricidad a la población de Etiopía, lo que impulsará su desarrollo económico y social, pero para Egipto puede suponer una pérdida del 20% del caudal que recibe en la actualidad del Nilo

La Gran Presa del Renacimiento: entre la sed de Egipto y el desarrollo de Etiopía

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El Nilo como eje vertebrador del África Oriental

El Nilo está considerado como el segundo río más largo del mundo1, por detrás del Amazonas. Fluye a lo largo de 6695 kilómetros desde el río Ruvyironza en Burundi hasta el Mediterráneo. Este trayecto, que se conoce como Nilo Blanco, tiene un afluente en Khartoum (Sudán), que se origina en el lago Tana en Etiopía. Esta parte se conoce como Nilo Azul y recorre alrededor de 1000 kilómetros por territorio etíope llevando más agua que el Nilo Blanco, aunque con mayor variabilidad de caudal en función de la estación del año. En términos generales de la cuenca, el Nilo Azul contribuye en más del 86 % del total del agua del Nilo2.

La cuenca del Nilo ocupa una extensión de 3,18 millones de km2, lo que supone un 10 % del continente africano y la tercera cuenca más grande del mundo. Sin embargo, en términos de descargas anuales, y en comparación con otras grandes cuencas, el Nilo solo supone un 2% del Amazonas, un 15% del Mississippi y un 20% del río Mekong. La cuenca del Nilo está compartida por once Estados y circula por una de las partes del mundo con mayor déficit hídrico. Además, la región está sometida a un gran incremento demográfico, ya que de los 345 millones de personas que dependían de su cuenca en 1990, se pasará a los 859 millones en 2025 y a 1000 millones en 20503. Esta presión sobre los recursos hídricos puede provocar la aparición de conflictos entre los países de una cuenca que ya de por sí presenta situaciones continuas de inestabilidad4.

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Además de la presión demográfica y de la necesidad de incrementar la cantidad de alimentos, la cuenca del Nilo está sometida a las consecuencias del cambio climático. El Nilo atraviesa cinco regiones climáticas: mediterránea, semiárida, árida, subtropical y tropical5; desde la seca y desértica parte final situada en Egipto, hasta la tropical de su nacimiento—en las cuencas de los lagos Victoria y Tana— de los que recibe entre 1400 y 1800 mm de lluvia al año y que constituye su mayor fuente de agua.

En toda la cuenca del Nilo, el cambio climático está afectando —y lo hará con más severidad en el futuro— a la supervivencia de las poblaciones que dependen de ella, debido a la disminución o incremento del caudal, mayor frecuencia de inundaciones y sequías, aumento del nivel del mar en los deltas, el incremento de la temperatura y de la evaporación, los cambios en los modelos de precipitaciones y escorrentías, así como en la cubierta vegetal y en los ecosistemas.

El principal problema de la gestión de la cuenca del Nilo es que no tiene un único marco legal aceptado por todos los Estados ribereños. En la actualidad, existen tres tipos de instrumentos legales para el uso y asignación del agua del Nilo: los acuerdos bilaterales, un acuerdo multilateral en el que se establece un marco para la cooperación (CFA) y un acuerdo tripartito de declaración de principios6.

Acuerdos bilaterales

Acuerdo de 1902 entre Gran Bretaña (en nombre de Sudán) y Etiopía

Se trata de un acuerdo de demarcación de fronteras en el que se incluye una cláusula relacionada con las aguas del Nilo por el que Etiopía se compromete a no construir o a permitir la construcción de ningún trabajo a lo largo del Nilo Azul, el lago Tana o el Sobat que pudiera reducir el caudal del Nilo sin el consentimiento de Sudán y, por tanto, de la monarquía británica.

Acuerdo de 1929 entre Egipto y Gran Bretaña en representación de Sudán y las colonias del África Oriental

Este acuerdo reconoce los derechos naturales e históricos de Egipto sobre el Nilo y le otorga el poder de veto sobre cualquier proyecto de construcción sobre el río o sus afluentes. Además, establece una cantidad volumétrica para cada estado: 48BCM7 para Egipto y 4 BCM para Sudán.

Acuerdo bilateral de 1959 entre Egipto y Sudán

Para la distribución de los recursos hídricos generados por la presa alta de Asuán (HAD, por sus siglas en inglés) cuya construcción comenzaba ese mismo año. Este acuerdo, aunque es más favorable que el anterior para Sudán, sigue siendo especialmente ventajoso para Egipto, ya que establece un caudal medio anual de 84 BCM de los cuales 55,5 BCM son para Egipto y 18,5 para Sudán. Los 10 BCM restantes se consideran que se pierden por evaporación. Aparte de estas cantidades fijas, el principal problema del acuerdo es que en ningún caso reconoce los derechos de los Estados río arriba.

Con el objeto de solventar esta asimétrica situación, en 1990 comenzó a gestarse una iniciativa para lograr un acuerdo que integrara a todos los países de la cuenca en la gestión y utilización del Nilo. Surgió así el Acuerdo Marco Cooperativo de la cuenca del Nilo conocido como CFA (Basin Cooperative Framework Agreement)8. Con esta iniciativa se pretendía que los acuerdos bilaterales previamente establecidos fueran sustituidos por un acuerdo global más inclusivo y justo para todos los países de la cuenca. Finalmente, en 2010, solo seis Estados lo firmaron (Burundi, Etiopía, Kenia, Ruanda, Tanzania y Uganda) y, de ellos, solo tres lo ratificaron (Etiopía, Ruanda y Tanzania). Para su entrada en vigor requiere que sea ratificado por, al menos, seis Estados, por lo que, a fecha de hoy, este acuerdo no vincula ni a Egipto ni a Sudán y tampoco permite establecer una distribución del agua del Nilo.

En vista de la complejidad de la gestión de la cuenca del Nilo en su conjunto y con el objetivo de alcanzar un acuerdo que involucrara a todos los Estados ribereños, en 1999, surgió la Iniciativa de la Cuenca del Nilo, que cuenta con el apoyo del Banco Mundial y en la que se pretende lograr un desarrollo socioeconómico mediante la utilización equitativa de los recursos hídricos comunes del río. Su lema es One river, One people, One vision9. Sin embargo, a pesar de esta iniciativa, la realidad es que las disputas por el uso del Nilo continuaron principalmente entre tres países: Egipto, Etiopía y Sudán.

La Gran Presa del Renacimiento como objeto de discordia

En 2010, después de la firma del CFA, Etiopía comenzó la construcción de la Gran Presa del Renacimiento situada a unos 20 km de la frontera con Sudán y a 750 km de la capital Adís Abeba. En un principio, tanto Egipto como Sudán se opusieron al proyecto porque consideraban que vulneraba los acuerdos que regulan el cauce del Nilo. Con el paso de los años y en vista de que Etiopía continuaba adelante con el megaproyecto, tanto Egipto como Sudán reconocieron la importancia de la presa, lo que llevó a los tres Estados a firmar, en 2015, un Acuerdo tripartito conocido como Declaración de Principios (DoP, por sus siglas en inglés). Este acuerdo pretende minimizar los efectos negativos que la presa pueda originar a Sudán y a Egipto.

Este acuerdo no fija una cantidad volumétrica de agua para los tres Estados, sino que les permite usar los recursos hídricos que comparten en sus respectivos territorios de una forma equitativa y razonable, pero todo ello de una forma ambigua sin acordar cómo y cuándo se efectuará el llenado del embalse y la generación de electricidad. Simplemente recomienda que los tres Estados deben acordar las reglas relativas al llenado inicial del embalse en función de las recomendaciones realizadas por un panel de expertos. Tampoco establece ningún mecanismo que regule la operación de la presa en periodos de inundaciones o sequías, algo que preocupa a Egipto y Sudán, ya que no existen garantías de que Etiopía proporcione un mínimo requisito de agua para ambos países. Por lo tanto, y como su nombre indica, es una declaración de principios que sienta las bases de una mayor cooperación diplomática.

La Presa del Renacimiento —también conocida como la presa del milenio— es la quinta que se está construyendo en el Nilo Azul y constituye el principal proyecto para impulsar el desarrollo económico de Etiopía. Una vez construida se convertirá en el mayor central hidroeléctrica de África, capaz de generar 6450 megavatios de electricidad lo que supondrá 15 000 GWH por año, es decir, multiplicar por cuatro la actual capacidad de generación de Etiopía, lo que repercutirá en el desarrollo económico del país10.

Este megaproyecto ha supuesto, desde su inicio, una fuente de tensión con Sudán y en mayor medida con Egipto que teme que la presa reduzca en un 25 % la cantidad de agua del Nilo que llega a su territorio.

La presa está siendo construida por la empresa italiana Saldini tras ganar, en 2011, el concurso por 4800 millones de dólares11. El proyecto ha sido financiado prácticamente en su totalidad por el Gobierno de Etiopía con la venta de bonos que ha permitido a la población contribuir en la construcción en una especie de crowdfunding. Esta implicación de la población ha tenido unos efectos muy positivos en la unidad de un país divido étnicamente y con permanentes conflictos nacionalistas, algo que ha hecho aumentar el nivel de patriotismo. Tanto es así que se dice que el pueblo etíope está tan unido por esta causa como lo estuvo cuando se liberó de la ocupación italiana. Incluso se han creado campañas en las redes sociales para reivindicar que este proyecto es la esperanza para el desarrollo del país y un camino para alcanzar la estabilidad política. La creación del hashtag #Itismydam o #FILLTHEDAM en Twitter son prueba de ello.

Se estima que la presa comience a funcionar, en 2021, pero está previsto que el llenado del embalse comience en julio de 2020 aprovechando la época de lluvias. La cercanía de la fecha ha motivado que Egipto, Sudán y Etiopía estén aumentando sus esfuerzos para alcanzar un acuerdo sobre el funcionamiento de la presa y el calendario para el llenado del embalse conforme a lo establecido la DoP. Por tanto, parece que la construcción llega a su fin y que el acuerdo no se puede demorar, de lo contrario Etiopía podría actuar de forma unilateral comenzando a llenar el embalse lo que provocaría un aumento en la tensión existente con Sudán y Egipto con unas consecuencias muy negativas sobre la estabilidad de la región.

Por un lado, para Egipto las negociaciones con Etiopía han llegado a un bloqueo y, por ello, ha buscado la mediación de actores externos como EE. UU., el Banco Mundial o la Liga Árabe. Incluso ha recurrido al Consejo de Seguridad de la ONU12 haciendo un llamamiento al Art 35 de la Carta de las Naciones Unidas que establece que «Todo Miembro de las Naciones Unidas podrá llevar cualquiera controversia, o cualquier situación susceptible de conducir a una fricción internacional que ponga en peligro el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, a la atención del Consejo de Seguridad o de la Asamblea General».

Egipto ha presentado un borrador de resolución con la que no pretende evitar la negociación sobre la operatividad de la presa, sino que refleje el interés de la comunidad internacional en que se alcance un acuerdo sobre la presa y que alerte del peligro de medidas unilaterales por parte de Etiopía13.

En la actualidad, Egipto tiene que hacer frente a un déficit anual de agua que ronda los 7 BCM e incluso podría quedarse sin agua en 202514. Sin embargo, los estudios sobre modelos muestran que el impacto de la presa sobre el nivel hídrico de Egipto es bajo comparado con los efectos del crecimiento económico y de la población, es decir, sería la demanda y no la oferta el principal determinante de la escasez hídrica, aunque también es cierto que, a corto plazo, la presa podría tener un efecto sobre la disponibilidad de agua y la producción de alimentos en función de la pluviosidad y del ritmo de llenado del embalse15.

Pero quizá, los principales problemas hídricos de Egipto no provienen de la Gran Presa del Renacimiento, ya que también hay que considerar las condiciones climáticas y la ineficiencia de los sistemas de riego empleados, así como la contaminación del Nilo. Las precipitaciones en Egipto están por debajo de los 80 mm al año. Las tierras agrícolas solo suponen un 6 % de la superficie del país, siendo el resto desierto. Durante años, Egipto ha empleado técnicas de riego ineficientes como el riego por inundación empleando para ello el agua de la Presa alta de Asuán que regula más de 18 000 canales. Con este sistema se pierden alrededor de 3000 millones de metros cúbicos al año por evaporación16.

Se estima que el cambio climático suponga para Egipto una pérdida del 6,5 % de su PIB en 205017, tanto por la pérdida de agua como por el aumento del nivel del mar en el delta del Nilo.

Esta situación, sin duda, ofrece un panorama muy complejo para el futuro de Egipto ligado al Nilo, por lo que quizá es un buen momento para emprender una reestructuración de su sistema productivo y energético más eficiente desde el punto de vista hídrico. Tampoco hay que olvidar que los recursos hídricos subterráneos que se encuentran en la región, como el acuífero de Nubia —el mayor del mundo y que es compartido por Libia, Sudán, Egipto y Chad— tienen gran importancia como fuente de agua potable y de riego. De hecho, es la única fuente de agua dulce en el desierto occidental de Egipto, que abarca cerca del 67 % de la superficie terrestre total del país18.

Si Egipto considera el agua del Nilo como un asunto de seguridad e incluso existencial, para Etiopía también lo es y por ello, acusa al primero de intentar conservar los mismos privilegios heredados de la etapa colonial con respecto a la cantidad de agua del Nilo regulados por unos tratados injustos, ya que fueron establecidos sin el acuerdo de todas partes afectadas. Para el Gobierno etíope, estos acuerdos no son válidos en la situación actual y teme que aceptar la demanda hídrica de Egipto haga que la GERD se convierta en un rehén de la presa alta de Asuán construida en 197019.

Etiopía también se muestra contraria a la mediación internacional de los que considera aliados occidentales de Egipto, como EE. UU. y el Banco Mundial y sostiene, además, que la GERD no tiene un lugar legítimo en el Consejo de Seguridad de la ONU, ya que según el Artículo 33 de la carta de las Naciones Unidas: «Las partes en una controversia cuya continuación sea susceptible de poner en peligro el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales tratarán de buscarle solución, ante todo, mediante la negociación, la investigación, la mediación, la conciliación, el arbitraje, el arreglo judicial, el recurso a organismos o acuerdos regionales u otros medios pacíficos de su elección».

Para Etiopía, la Gran Presa del Renacimiento es una cuestión casi de vida o muerte, ya que le proporcionará más electricidad a menor precio e incrementará el potencial de riego a la vez que reducirá las inundaciones de los Estados ribereños.

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El único foro que parece haber tenido cierto éxito en el acercamiento entre ambos países ha sido la Unión Africana que lo ha abordado desde un punto de vista de «los problemas africanos se resuelven por africanos». En el último encuentro celebrado a finales de junio de 2020, se han producido avances en las negociaciones y, según ha declarado la Unión Africana, existe un acuerdo en el 90 % de la parte técnica, aunque quedan por definir aspectos legales y el calendario de llenado de la presa que debe establecerse en las próximas semanas. Pero, según el Gobierno etíope, la presa se va a comenzar a llenar en el mes de julio20, exista o no acuerdo, estando prevista la generación de electricidad en el 2021. Etiopía espera recoger 4,9 BMC de agua durante julio y agosto. Este volumen le permitiría comenzar el funcionamiento de las dos primeras turbinas a mediados de 2021. Se requerirán siete años más para el llenado completo que permita el funcionamiento de las 16 turbinas de las que consta la presa21.

Por su parte, la preocupación de Egipto se basa en que la presa disminuirá la cantidad de agua del Nilo en función de la velocidad a la que se llene el embalse y ello puede suponer un peligro para la seguridad y supervivencia de toda la nación22. Por otro lado, también quiere que, como parte del acuerdo, se garantice el acceso a un suministro adecuado de agua en el caso de que se produjera una situación de sequía mientras Etiopía esté llenando la presa.

Etiopía preferiría mantener diálogos anuales para tener en cuenta la situación medioambiental en lugar de quedar establecido un plan plurianual.

Otra área de divergencia se centra en el funcionamiento de la presa. Egipto pide un arbitraje mientras que Etiopía prefiere que los desacuerdos se resuelvan a través de la negociación.

Desde un punto de vista diplomático, Sudán está atrapado entre Etiopía y Egipto, y trata de mitigar el riesgo de conflicto entre sus dos mayores aliados tanto en el continente africano como del mundo árabe23. Sudán ha intentado estar de intermediario, aunque muestra una postura más cercana a Egipto24 a pesar de que se podría beneficiar de la presa en el sentido de conseguir electricidad más barata, eliminar la sedimentación del Nilo, regular el caudal a lo largo del año y evitar inundaciones.

Conclusión

Etiopía tiene uno de los potenciales hidroeléctricos más altos de África. El Gobierno pretende poner en funcionamiento en el plazo previsto la Gran Presa del Renacimiento, un ambicioso proyecto que contribuirá a mejorar el desarrollo el país e incrementar rápidamente la capacidad de suministro eléctrico a su población.

Tanto para Egipto como para Etiopía, el agua del Nilo es un asunto de seguridad nacional y existencial. El aumento de la población, el rápido desarrollo económico de los países de la cuenca del Nilo y la degradación ambiental están disminuyendo la disponibilidad de agua en Egipto; hecho que se agravará en el futuro si se cumplen las predicciones de crecimiento demográfico y de aumento de la demanda de energía y alimentos.

La cooperación de todas las partes es crucial para garantizar que la presa afecte de forma positiva a la región, tanto en el suministro de agua como de electricidad. Una adecuada gestión de la presa puede ayudar a paliar los efectos del cambio climático que se prevén van a afectar a la región.

Las próximas semanas son definitivas para conseguir alcanzar un acuerdo entre Egipto, Sudán y Etiopía sobre el funcionamiento y el llenado de la Gran Presa del Renacimiento. Estamos ante un momento clave para la estabilidad de la región, ya que según afirmó el Sadat, en 1979, el único asunto que llevaría a Egipto a la guerra es el agua. Desde el inicio de la construcción de la presa han existido amenazas de ataques para su destrucción e incluso el Gobierno etíope ha denunciado un ciberataque a las instalaciones25. El Ejército etíope ha manifestado también su preparación para resistir cualquier ataque y su intención de tomar medidas contra los agresores26.

A pesar de este aumento de tensión, no parece probable que se desencadene un conflicto entre ambos países. En primer lugar, porque el objeto de disputa, como es el agua del Nilo, provocaría una desestabilización en toda la región que solo conduciría a empeorar la situación de vulnerabilidad que se vive en la región tanto por los conflictos —como el de Libia o los nacionalismos de Etiopía— el crecimiento demográfico o las consecuencias del cambio climático.

La GERD ha conseguido unir al pueblo etíope por las expectativas creadas en torno a la mejora del desarrollo económico y social que se puede producir en el país. Así que para Etiopía hay mucho que ganar, pero también mucho que perder por lo que puede mostrar una postura más proclive hacia la negociación con Egipto. Las revueltas que han tenido lugar en Etiopía en los últimos días sirven para reforzar la idea de que la presa puede ser la solución a muchos de los problemas internos y no hay que desperdiciar la oportunidad.

Y, por último, es preciso resaltar el papel de China en África y, por lo tanto, en Etiopía. La GERD es la quinta presa que se está construyendo en Etiopía, algunas de ellas con financiación China. Como se ha expresado anteriormente, aunque la financiación de la Gran Presa del Renacimiento haya sido interna, gran parte de la infraestructura que rodea la presa para llevar la electricidad se ha realizado con financiación china. La aparición de un conflicto podría afectar a los intereses económicos y estratégicos de China en África, lo que supone un motivo más para que al final se llegue a un acuerdo en el funcionamiento de la presa.

Muchas veces se define el agua como el oro azul, pero el agua es mucho más que eso; es vida. Es un recurso vital para el ser humano y para su desarrollo económico y social. En el caso del Nilo, al igual que en otras cuencas transfronterizas, el agua debe ser gestionada de una forma integral sin desvincular el desarrollo económico y social de la conservación de los ecosistemas y teniendo en cuenta, además, los impactos que el cambio climático pueda generar en los Estados ribereños. De no hacerlo así, el agua lejos de ser una fuente de cooperación será una fuente de conflicto.

Mar Hidalgo García*

Analista del IEEE

Bibliografía y notas al pie:

1-Según las fuentes consultadas, el Amazonas es, en la actualidad, el río más largo. Disponible en: https://www.iagua.es/respuestas/cual-es-rio-mas-largo-mundo

2-Disponible en: https://www.power-technology.com/projects/the-grand-renaissance-hydroelectric-project/

3-Disponible en: https://www.theafricareport.com/30064/could-nile-dispute-be-opportunity-to-boost- freshwater-technology/

4-TEKUYA, Mahemud E., Governing the Nile Under Climatic Uncertainty: The Need for a Climate-Proof Basin-Wide Treaty, 59 Nat. Resources J. 321 (2019).

5-Disponible en: http://www.basin-info.net/es/river-basins/nile-basin-research-n-africa/climate

6-TEKUYA, Mahemud E., Governing the Nile Under Climatic Uncertainty: The Need for a Climate-Proof Basin-Wide Treaty, 59 Nat. Resources J. 321 (2019).

7-1 BCM es la abreviatura de Billion of Cubic Metres y equivale a 1000 millones de metros cúbicos

8-Para    ver    el    texto    completo    del    acuerdo:    https://www.nilebasin.org/images/docs/CFA%20-%20English%20%20FrenchVersion.pdf

9-Disponible en: https://www.nilebasin.org/

10-Disponible en: https://www.power-technology.com/projects/the-grand-renaissance-hydroelectric- project/

11-Ibid.

12-Disponible en: https://news.un.org/en/story/2020/06/1067402

13-Disponible en: https://www.nytimes.com/aponline/2020/06/29/world/middleeast/ap-un-united-nations- nile-dam-dispute.html

14-STANLEY, J-D and Clemente, P. Increased Land Subsidence and Sea-Level Rise are Submerging Egypt’s Nile Delta Coastal Margin. GSA Today, v. 27, doi: 10.1130/GSATG312A.1.

15-SÁNCHEZ DE ROJAS, E. “Un caso de estudio: la cuenca del Nilo”. Cuaderno de estrategia 186: El agua: ¿fuente de conflicto o de cooperación? Disponible en: http://www.ieee.es/publicaciones- new/cuadernos-de-estrategia/2017/Cuaderno_186.html

16-Disponible en: www.ecomena.org/egypt-water/

17-ELSHENNAWY, A and col. “Climate change and economic growth: An intertemporal general equilibrium analysis for Egypt”. Economic Modelling, Volume 52, Part B, January 2016, pp. 681-689.

18-Disponible en: https://equilibriumglobal.com/el-acuifero-de-nibia-y-su-potencial-estrategico/

19-Disponible en: https://www.ethiopia-insight.com/2019/10/29/grand-nile-compromise-a-sisyphean-task/

20-Disponible en: https://www.globalconstructionreview.com/news/egypt-appeals-un-security-council-over- ethiopias-n/

21-Disponible en: https://www.dw.com/en/ethiopia-to-fill-contested-dam-as-nile-talks-falter/a-53881906

22-Disponible en: https://www.al-monitor.com/pulse/originals/2020/06/ethiopia-sudan-egypt-discuss-nile- river-dam-unsc.html#ixzz6R6qox4hB

23-Disponible    en:    https://www.orfonline.org/expert-speak/water-wars-could-dispute-over-gerd-project- push-egypt-ethiopia-closer-armed-conflict-68933/

24-Disponible en: https://www.whatsinblue.org/2020/06/meeting-on-the-grand-ethiopian-renaissance-dam- and-regional-relations.php

25-Disponible en: https://www.easternherald.com/news/egypt-cyber-attack-ethiopia-72854/

26-Disponible en: https://www.middleeastmonitor.com/20200316-ethiopian-army-ready-to-protect- renaissance-dam/

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