La hambruna que viene en el Cuerno de África
El hambre puede convertirse en un problema crónico en la región del Cuerno de África. La voz de alarma la ha dado la directora regional para África Oriental del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas. Erika Joergensen ha advertido de que las prolongadas sequías que aquejan a países como Somalia y Etiopía, unidas a factores como la inestabilidad política y el arraigo de grupos terroristas, amenazan la seguridad alimenticia de millones de personas.
Los problemas de suministro se han agudizado recientemente. Según datos de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, en sus siglas en inglés), las cifras de inseguridad alimenticia severa se han doblado en Kenia y Somalia en el último medio año. Entre los dos países, cerca de seis millones de personas se encuentran en esta situación. En Sudán del Sur, Etiopía y Uganda, el riesgo de malnutrición también se ha incrementado notablemente. En total, casi 14 millones de personas se encuentran es situación de crisis alimentaria.
En una reunión en el International Correspondents Club de Abu Dhabi, Joergensen ha avisado de que esta situación puede cronificarse en los próximos años si no se toman medidas drásticas contra la crisis climática. En el coloquio, ha participado también Mageed Yahia, director del PMA para EAU y representante del organismo en el Consejo de Cooperación del Golfo. De igual modo, han estado también presentes representantes del ministerio de Seguridad Alimenticia de EAU, de la Ciudad Humanitaria Internacional -con sede en Dubái-, de la Unión Europea, del Centro Internacional de Agricultura Biosalina y de la organización Dubai Cares. El moderador ha sido el ensayista Jamal Sanad al-Suwaidi.
Joergensen, invitada de honor a la cita, ha querido, no obstante, imprimir una nota de optimismo. Ha elogiado la disposición de los ciudadanos de los países del cuerno de África a “invertir y aprovechar lo poco que tienen”, pero ha añadido una salvedad importante: “Necesitan el apoyo de una buena gobernanza y de redes de seguridad social que les ayuden a salir de la situación de fragilidad en la que se encuentran”.
La ejecutiva del PMA se ha referido asimismo a la gravedad de las consecuencias del hambre a nivel social: inestabilidad, conflictos, migraciones, desplazamientos internos… “Las hambrunas fomentan el terrorismo. La gente hambrienta hará lo que sea para alimentar a sus familias, incluso si ello implica alistarse en un actor no estatal”, ha recordado.
Pie de foto: Las sequías, agravadas por la crisis climática del planeta, han contribuido a la desertificación de amplias regiones en África oriental.
AP/HALDEN KROG
Para prevenir estas circunstancias, Joergensen ha llamado a los actores más poderosos de la sociedad internacional a incrementar sus contribuciones al Programa Mundial de Alimentos. Aunque este último año su financiación ha batido récords, el esfuerzo, según apuntan los indicadores del organismo, continúa sin ser suficiente. Igualmente, ha urgido a otros actores a establecer alianzas de colaboración, tanto a nivel público como a nivel privado.
Emiratos Árabes Unidos es, precisamente, uno de los países líderes en todo el mundo en lo que se refiere a aportación económica al Programa. Con una contribución de 270 millones de dólares, solamente lo superan Estados Unidos, Reino Unido, la Unión Europea como conjunto y Alemania. “Estamos muy orgullosos de esta colaboración; trabajamos juntos para seguir adelante y reforzarla”, ha manifestado Yahia durante la misma reunión. En declaraciones a la agencia emiratí WAM, ha descrito el foro de discusión como estimulante: “Se han presentado soluciones innovadoras para ayudar a las poblaciones a construir resiliencia en tiempos como estos”.
El Cuerno de África es una de las zonas geográficas a las que más atención se presta desde Abu Dhabi, pero no la única. Yemen, por una cuestión de proximidad geográfica, es otro punto caliente al que se está proporcionando ayuda humanitaria en grandes cantidades, sobre todo por medio de envíos a través del puerto de Adén. Emiratos también ha financiado proyectos de asistencia para refugiados rohingya en Bangladesh.
Recientemente, el Gobierno emiratí ha firmado otro convenio por un montante de 272.000 dólares para proporcionar ayuda a Cuba. El dinero ha sido destinado a reconstruir las instalaciones portuarias de La Habana destruidas por los tornados a principios de año, lo que ha contribuido a restablecer el suministro de productos de primera necesidad. El apoyo de EAU ha sido agradecido repetidamente por Carlos Fidel Martín, director de Organismos Económicos Internacionales del Ministerio del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera de Cuba, y por Paolo Mattei, representante del PMA en Cuba.
Por su parte, Bader al-Matrooshi, embajador del país árabe en la isla caribeña, se ha felicitado por el acuerdo alcanzado con el organismo internacional. “Es un honor para nosotros trabajar junto a la oficina del PMA en La Habana con el objetivo de abordar esta desafiante situación; esperamos ver los beneficios que esta colaboración traerá al pueblo cubano”.
