El sindicato mayoritario, la UGTT, moviliza a los trabajadores públicos para presionar al Gobierno y conseguir un aumento de los salarios

La huelga general en Túnez paraliza el funcionamiento del Estado

photo_camera REUTERS/ZOUBEIR SOUISSI - Sede de la Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT) en Túnez

El jueves a medianoche comenzó en Túnez una huelga general que terminará a primera hora del sábado para protestar contra la decisión del Gobierno de Najla Bouden de no incrementar los salarios públicos. La movilización, organizada por la Unión General de los Trabajadores (UGTT), el principal sindicato tunecino, ha sido secundada por la práctica totalidad de los trabajadores pertenecientes a los 160 organismos estatales con el objetivo de presionar al presidente Kais Saied, envuelto en un cambio constitucional que muchos han denunciado por su deriva autoritaria.

El secretario general de la UGTT, Samir Tahri, ha asegurado que la huelga general ha sido un “éxito” en declaraciones a la Agencia Efe. Hasta el momento, el sindicato mayoritario de Túnez había sido uno de los grandes aliados del presidente Kais Saied en su empeño por modificar la Constitución de 2014 y reformar las instituciones. El jurista de 64 años decidió en julio cesar al Gobierno, disolver el Parlamento y arrogarse plenos poderes en virtud de una polémica interpretación del artículo 80 de la Constitución. Desde entonces gobierna por decreto y sin cortapisas con la aquiescencia, entre otros, de la UGTT.

El sorpresivo nombramiento en octubre de la geóloga Najla Bouden, una gestora sin experiencia previa de Gobierno, como primera ministra inició una nueva etapa en el país norteafricano. Bouden se convertía en la primera mujer en dirigir un Ejecutivo en el mundo árabe. Pero, como sus antecesores en el cargo, ha tenido que hacer frente al diálogo con los trabajadores para un aumento salarial exigido por las organizaciones desde la revolución de 2011 que tumbó al dictador Ben Ali y, a la postre, inició el fenómeno de las Primaveras Árabes.

La primera ministra presentó la semana pasada un programa de reformas socioeconómicas ambicioso, pero que no contemplaba un incremento del sueldo, sino una limitación de la masa salarial que puede asumir el Estado, cifrada en poco más de medio millón de funcionarios. Este paquete incluye además una revisión de las subvenciones a los productos de primera necesidad y combustibles, según Efe.

Najla Bouden

“La cuestión [de la huelga] es si logrará escandalizar al Gobierno y convencerlo de volver a la mesa de negociaciones, eso depende de su conciencia y sentido de responsabilidad”, de lo contrario “llevaremos a cabo otros movimientos tanto en el sector público como privado”, explicó el portavoz en declaraciones recogidas por Efe poco antes de una manifestación frente a la sede central capitalina, que reunió a un centenar de personas en las inmediaciones.

Desde el sindicato sostienen que no es una movilización política, sino social, y que no buscan ejercer presión sobre el presidente. Sin embargo, la UGTT se negó a participar la semana pasada en el llamado diálogo nacional lanzado por Saied para redactar la nueva Carta Magna por excluir a las principales formaciones políticas tunecinas.

El transporte aéreo, terrestre y marítimo en Túnez ha sido suspendido este jueves en todo el país, entre otros servicios públicos. Solo Sanidad, Educación y municipalidades se han mantenido operativas en servicios mínimos en una huelga general que sucede a la última, organizada en 2019, cuyas reivindicaciones se mantienen tres años después y que coincide con la negociación entre el Ejecutivo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la financiación de un nuevo paquete de medidas.

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