Luis Enrique hizo jugar al capitán los últimos cinco minutos ante Kosovo para sumar 180 internacionalidades

La ingobernable España de Ramos

Sergio Ramos y Luis Enrique

La selección española no es seria. La RFEF, tampoco es que descanse en las mejores manos. El fútbol patrio siempre dividido. En las dos Españas hay seleccionadores nacionales dispuestos a dar lecciones de fútbol. En sus clubes, tragan, pero con España no hay piedad. Ni en la maldición de los cuartos, ni en la debacle de Del Bosque en Brasil, ni en el sainete ruso con Lopetegui, ni en el esperpento del despido de Robert Moreno. 

#Catar2022
España ha jugado tres partidos de clasificación para el mundial de Catar 2022 que se disputará a finales del próximo año. En mitad de la temporada 21-22 que no sabemos ni cómo empezará. En el primer partido España empató a uno contra Grecia en Granada. En el segundo remontó el para ganar 1-2 a Georgia en Tiflis. En el tercero se impuso a Kosovo 3-1 en Sevilla. España lidera el grupo B con siete puntos. Suecia es segunda con seis puntos y un partido menos. El Suecia-España se jugará el 2 de septiembre de 2021. Hay que explicar todo esto porque el aficionado no sabe por qué juega España ni para qué sirven sus partidos. Pararon la liga en el mejor momento para ver cómo sus jugadores se arriesgaban a una lesión contra selecciones extrañas en el peor momento de la temporada. 

#Clemente
La España de Javier Clemente ha vuelto. No tanto por el juego. Más por las formas. Las malas formas de Luis Enrique con la prensa. Las guerras más enconadas de otros tiempos se empiezan a cocer a fuego lento por videoconferencia. Un seleccionador a la defensiva. Sin cintura. Sin empatía con las preguntas de los periodistas. Podía ser el típico mohíno que se sienta y responde monosílabos. Como Molina en sus años de rojiblanco. Pero Luis Enrique ataca, muerde y convierte las ruedas de prensa en un campo de batalla. Su soberbia le lleva a decir que la defensa que hizo España ante Georgia fue la mejor de su carrera. Le va a costar a la RFEF sostener en el cargo a un tipo así. Si el colmillo se sigue retorciendo y la prensa toma posiciones, será mejor no presentarse a la Eurocopa. 

Sergio Ramos con Morata

#Ramos
Sergio Ramos puso la guinda al circo federativo. El capitán del Real Madrid no jugó el partido ante el Celta para cuidar su reciente operación de rodilla, pero se marchó con España. El Real Madrid no dice nada. Al parecer, su diplomacia pidió a las selecciones que cuidaran a sus jugadores. Y ya. Ramos tiene su propia hoja de ruta. Antes de la convocatoria sumaba 178 partidos como internacional y entre los tres de este parón podría llegar a los 180. Dicho y hecho. Jugó 45 minutos ante Grecia, fue suplente con Georgia y, ¡sorpresa!, saltó al césped de La Cartuja en el minuto 86 para alcanzar su propia gloria. 

#Mentiras
Ojalá los principios de los que presume Rubiales se tradujeran en una explicación sincera de este caso. Luis Enrique sacó la coraza y defendió que fue una decisión técnica. El jugador andaluz cerró filas con su entrenador y tiró de modestia para decir que “todo lo que pasa conmigo se saca de contexto”. Que la precariedad de sus argumentos no oculte la verdad: Sergio Ramos quiere batir todos los récords que pueda a costa del Real Madrid o de España. 

#Tokio2020
Los de Luis Enrique no volverán a verse hasta junio. Un amistoso contra Portugal y a jugar la Eurocopa contra Suecia, Polonia y Eslovaquia en Bilbao. Quién sabe si para entonces Luis de la Fuente ya habrá convocado a Ramos para los Juegos Olímpicos de Tokio. Ese “ojalá” que se le escapó al seleccionador sub21 dejó claro que la RFEF está por la labor de dar un cheque en blanco al capitán para que ponga a España a su servicio. 

Luis Enrique, seleccionador de España

#kosovo
El otro desatino que nos quedaba por ver con España fue obra de la pinza Gobierno-RFEF-RTVE por el famoso “territorio de Kosovo”. La diplomacia española lleva años haciendo el ridículo con el trato que dispensan a los deportistas kosovares. Hay mucho miedo al independentismo catalán y todo menosprecio es poco. Desde permisos especiales a los karatekas, a un speaker clamando que “España no reconoce a Kosovo” en un mundial de balonmano, a TVE poniendo las iniciales de Kosovo en minúsculas en los rótulos. El derecho al pataleo se convirtió en desatinos constantes cuando el locutor hacía malabares para no decir Kosovo más veces de las necesarias. Territorio de Kosovo, el equipo de la federación de Kosovo y otras delicias perifrásticas que pusieron más luz de la debida a este caso. 

#PocoFútbol
Fútbol poco. Muy poco. Luis Enrique ha demostrado que su método funciona, pero la selección es otra historia. Desveló que la prelista para la Europa es de 35 jugadores. Un grupo que llegará a junio sobrecargado de partidos por esta temporada atípica. Apenas tres semanas para entrenar antes de afrontar la Eurocopa. Las sensaciones no son buenas, el juego tampoco y el seleccionador es una bomba de relojería. 

Esta España nuestra.  

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